La banca cimentada con dinero público dispara los márgenes a niveles máximos

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El negocio de la banca tradicional, comercial, es un asunto de céntimos. Como en los surtidores de gasolina, el beneficio se obtiene de la diferencia entre el coste del producto (lo que pagan los bancos por obtener dinero) y lo que cobra al consumidor por los préstamos que le concede. En banca, un error de céntimos en las estimaciones supone la quiebra.

La asociación de consumidores Adicae ha denunciado que las entidades bancarias españolas, en un contexto de bajos tipos de interés, ha disparado sus márgenes a niveles desconocidos en una década. En lo que se refiere a los hogares, la diferencia entre lo que pagan y cobran por el producto (el dinero)  ha crecido a niveles desconocidos en una década.

La idea central de la denuncia que plantea Adicae la expresa así el portavoz de la organización, Fernando Herrero: "Los españoles pagamos entre el 25% y el 50% más que la media europea por los préstamos y recibimos la mitad por los depósitos".

Contradicción aparente

La denuncia puede parecer contradictoria con los datos que aporta el Banco de España. En el último Informe de Estabilidad Financiera (noviembre de 2014), el supervisor sostiene que entre los años 2013 y 2014 los márgenes de la banca no sólo no han crecido, sino que han disminuido. Lo mismo que el negocio. Pero el Banco de España tiene en cuenta en este cálculo todo tipo de préstamos y considera desde comisiones a operaciones financieras de todo tipo.

Pero tanto en el Banco de España como en el Banco Central Europeo (BCE) hay datos para precisar más qué sucede con lo que se paga y se cobra al ciudadano común. Las estadísticas del Banco de España hasta noviembre de 2014 muestran que el tipo de interés aplicado a los depósitos a plazo (el ahorro más clásico y conservador) era del 0,66% en dicho mes. El Banco Central Europeo, con los últimos datos disponibles, señalaba por su parte que la remuneración de los depósitos a plazo hasta un año en la UE se situaban en una media del 1,05% en ese mismo mes. Un 48% más elevados que en España.

Sucede lo mismo, pero a la inversa, con los tipos que cobra la banca por sus préstamos al consumo. En España, el tipo (noviembre de 2014) se situaba en el 7,16% frente al 5,66% de la zona euro. Un 26% más.

Ampliación injustificada

Para Fernando Herrero (Adicae), los bancos "amplían injustificadamente los márgenes, incluso después de salvar los test de estrés y en algunos casos (Banco Santander) anuncian ampliaciones de capital nunca vistas. Se podría pensar que las entidades no están tan bien como afirman", sostiene. InfoLIbre intentó obtener la opinión al respecto de la patronal bancaria AEB, sin lograrlo.

Con los datos del Banco de España y la evolución de los tipos aplicados desde 2008, Adicae realiza una cuenta simple pero ilustrativa. Hace seis años, en noviembre de 2008, 100.000 euros al 4,5%, el tipo vigente entonces (Banco de España, gráfico1)  rentaba una media de 4.600 euros al año. Y un crédito al consumo costaba el doble, alrededor de 9.300 euros. Seis años más tarde la diferencia se ha agrandado: el depósito renta poco más de 660 euros al año, mientras que el préstamo al consumo cuesta más de 7.100, 11 veces más.

En declaraciones a la Cadena Ser, Herrero  destacó que el aumento de márgenes se da "en un sector que ha sido objeto de ayudas públicas milmillonarias y rescates tanto públicos como privados. Y la actitud de esas entidades no es la de ofrecer ningún retorno a la sociedad y a la economía, sino todo lo contrario".

Problema de las cajas

Frente a las llamadas a la responsabilidad, los bancos que forman parte de la asociación patronal AEB siempre han defendido que el problema financiero –y el consiguiente rescate por la troika– fue un problema de las cajas de ahorros y no de las entidades privadas.

La banca española obtuvo un beneficio atribuido de 7.449 millones hasta septiembre

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Sin embargo, esa tesis es sólo parte de la verdad. Toda la banca, incluidos los socios de la AEB, se han beneficiado de un proceso de concentración que prima a los supervivientes. En poco más de cinco años, las entidades de ámbito nacional han pasado de medio centenar a apenas una decena. Y todas las entidades lucen mejor tras el proceso de limpieza y traslado de activos tóxicos (creación de la Sareb o banco malo) que nadie sabe a ciencia cierta todavía cuánto ha costado.

La última cifra "oficial" sobre dinero público empeñado en cimentar el sistema financiero es la que proporcionó la Comisión Nacional de los Mercados y de la Comptencia en un informe: 141.395 millones e euros.

Los bancos que operan en España registraron un beneficio atribuido conjunto de 7.449 millones de euros hasta septiembre, el 11,1 % más respecto al mismo periodo de 2013, un dato que no incluye a Abanca, que se integró a finales de junio de 2014.

El negocio de la banca tradicional, comercial, es un asunto de céntimos. Como en los surtidores de gasolina, el beneficio se obtiene de la diferencia entre el coste del producto (lo que pagan los bancos por obtener dinero) y lo que cobra al consumidor por los préstamos que le concede. En banca, un error de céntimos en las estimaciones supone la quiebra.

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