La caída de Thomas Cook ilustra la derrota de los touroperadores tradicionales frente al auge de las plataformas digitales

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La larga agonía de Thomas Cook, el segundo touroperador europeo tras el alemán TUI, ha tenido un fin abrupto que deja a centenares de miles de turistas atrapados en hoteles y aeropuertos, a la espera de un incierto regreso a casa. Lo suyo eran los paquetes turísticos y España, uno de sus principales destinos: envió 3,6 millones de clientes, sobre todo a Canarias y Baleares, en 2018. Con sus tres líneas aéreas –Thomas Cook Airlines, Thomas Cook Airlines Scandinav y Condor Flugdienst– y más de 3.000 hoteles en todo el mundo –50 de ellos en España– se desmorona un gigante británico de 178 años.

La competencia de las nuevas agencias de viajes en internet (OTA) y el cambio de los hábitos de consumo de los turistas, que han abandonado la comodidad del “todo en uno” por la búsqueda on line de las ofertas de vuelos y hoteles más baratoson line o los destinos más exóticos, han terminado por descabalar un modelo de negocio asentado durante décadas sobre todo en los mercados británico y alemán. Ahora el segmento se queda en manos del principal competidor de Thomas Cook, TUI, el líder europeo que, no obstante, también afronta el desgaste del modelo tradicional.

De hecho, TUI hizo públicas este año dos advertencias sobre beneficios, que se traducen en una rebaja del 26% en sus resultados respecto de los 1.180 millones de euros ganados en 2018. Ese año facturó 19.520 millones de euros, muy por encima de los 9.584 millones que ingresó Thomas Cook. Además, la semana pasada anunció el cierre de sus oficinas en 18 aeropuertos alemanes en 2020 y el despido de 130 empleados. En cualquier caso, ambos touroperadores atribuyen sus problemas a las mismas causas: la subida de las temperaturas en el norte de Europa estos dos últimos veranos, que ha desanimado a muchos a buscar el sol más al sur, y la incertidumbre asociada al Brexit, que ha lastrado a su mercado principal, el británico, por culpa de la caída de la libra. Además, TUI ha tenido que hacer frente a la paralización forzosa de los aviones Boeing 737 MAX tas los accidentes de Indonesia y Etiopía, en los que murieron 346 personas. La flota del touroperador alemán –150 aparatos– incluye 15 de estos aviones y había encargado otros ocho. Además, de los turistas británicos que decidieron salir al extranjero este verano, un número considerable prefirieron Turquía y el norte de África, en lugar de España, donde TUI y Thomas Cook concentran buena parte de su capacidad.

No obstante, más que dejarse arrastrar por la caída de Thomas Cook, TUI puede resultar su principal beneficiario. Al menos ésa es la idea que apuntaba este mismo lunes Financial Times. Y lo mismo puede ocurrir con otros touroperadores europeos más pequeños pero que llevaban tiempo comiéndoles cuota de mercado a los dos gigantes con problemas.

Es el caso de los británicos On The Beach y Jet2. De hecho, Thomas Cook y TUI perdieron cinco y nueve puntos porcentuales de cuota de mercado en Reino Unido este año, respectivamente, mientras On The Beach, que combina oferta on line y presencial, presume de haber aumentado un 20% su volumen de negocio en 2018, hasta los 117,7 millones de euros. Otro competidor en liza es easyJet Holidays, la filial de la aerolínea, que también ofrece paquetes vacacionales. Para disputarle el espacio a TUI, en concreto, aparece también la suiza Sunweb, con oficinas en Rotterdam (Países Bajos) y el foco puesto en los clientes de los países nórdicos, Holanda y Bélgica. Aunque a años luz de los grandes en tamaño, han resultado mucho más ágiles a la hora de adaptarse a las demandas de los nuevos turistas más jóvenes.

Der Touristik y el despiece de Kuoni

El tercer gran operador tradicional en Europa es el alemán Der Touristik, que facturó 6.700 millones de euros en 2018. Y que también sufre la contracción de su mercado principal, Alemania, Suiza y Austria, donde perdió el año pasado casi un 5% de sus clientes, que rozan los seis millones. De hecho, esos tres países generan dos tercios de su negocio, pero sólo un tercio de sus beneficios. Este verano, además, ha vendido a uno de sus mayores competidores on line, American Express Global Business Travel (GBT), su filial de viajes para empresas, Der Business Travel.

En 2015, Der Touristik fue una de las compañías que se quedó con el negocio de paquetes turísticos del que hasta ese momento era el tercer touroperador europeo, el suizo Kuoni. Tras años de desangrarse con pérdidas e incapaz de lidiar con la competencia de internet, se desintegró en unos pocos años. El fondo sueco EQT compró el resto de la empresa un año después por 1.100 millones de euros. Y en 2017, una vez reestructurado, quedó repartido entre B2B Accomodation Services (GTA), adquirido por la española Hotelbeds; Destination Services/Incoming (GTS), que cayó en manos de Thomas Cook India Group, así como Kuoni Destination Management Europe y Kuoni Destination Management USA, que fueron vendidos a la japonesa JTB Corporation. Kuoni, que llegó a tener 11.600 empleados y facturar 5.211,4 millones de euros en 2013, vendió el negocio en España a sus directivos en 2012. Éstos siguieron utilizando su marca, especializada en viajes con destinos poco habituales –Maldivas, Vietnam–, pero en 2017 declararon el concurso de acreedores y ejecutaron un ERE. Su situación actual es poco clara: según la web sectorial preferente.com, ha cerrado dos de sus oficinas en Madrid siguiendo un plan de redimensionamiento.

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Los gigantes digitales

Mientras los operadores turísticos tradicionales pugnan por no perder el tren digital, dos plataformas de reservas estadounidenses nacidas en 1996 y que sólo venden en internet se disputan la cabeza de los ránkings sectoriales: Expedia y Booking. La primera facturó el año pasado 10.200 millones de euros. La segunda, 13,2 millones. Ambas superan los 22.000 empleados. Las agencias de viajes que operan sólo en internet copan ya la mitad del mercado mundial on lineon line, según Phocuswright, un organismo de investigación de la industria del viaje. Al menos hasta ahora, Thomas Cook y TUI se repartían la mitad del mercado europeo de paquetes turísticos.

Aunque ni siquiera los actuales líderes del e-commerce turístico pueden dormir tranquilos. Google y Amazon están al acecho. El buscador tiene su propia área de viajes, que ya tiene Google Flights –una aplicación para vuelos– y prepara Google Hotels y Google Trips –viajes personalizados–. Por su parte, Amazon ya lanzó hace cinco años Amazon Destinations sólo en Estados Unidos y para viajes cortos a destinos próximos, aunque la experiencia no duró más que seis meses.

La larga agonía de Thomas Cook, el segundo touroperador europeo tras el alemán TUI, ha tenido un fin abrupto que deja a centenares de miles de turistas atrapados en hoteles y aeropuertos, a la espera de un incierto regreso a casa. Lo suyo eran los paquetes turísticos y España, uno de sus principales destinos: envió 3,6 millones de clientes, sobre todo a Canarias y Baleares, en 2018. Con sus tres líneas aéreas –Thomas Cook Airlines, Thomas Cook Airlines Scandinav y Condor Flugdienst– y más de 3.000 hoteles en todo el mundo –50 de ellos en España– se desmorona un gigante británico de 178 años.

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