Las ministras de Economía española (Nadia Calviño) y holandesa (la socialdemócrata y también viceprimera ministra Sigrid Kaag) reforzaron este lunes en Madrid su plan conjunto para influenciar el debate que debe arrancar en julio, a los mandos de Calviño y ya con presidencia semestral española, para la reforma del Pacto de Estabilidad, cuya aplicación se suspendió con la llegada de la pandemia en marzo de 2020.
Cuando fue presentada en abril de 2022, la propuesta hispano-holandesa se entendió como un ejercicio esencialmente teórico porque no había fechas para empezar a negociar la reforma. Ahora estamos a un mes de que Calviño, como presidenta de los consejos de Economía, deba llevar la batuta de la negociación. Y su primer éxito ha sido el de romper el eje de los austeros relanzando su plan conjunto con la holandesa Kaag.
Aquel documento, que ya tiene un año y que entonces fue recibido con buenos ojos por la Comisión Europea, pide que las consolidaciones presupuestarias se hagan “de forma gradual y realista, pero también ambiciosa”. Rechaza la camisa de fuerza de la austeridad, idéntica para todos, y como la Comisión Europea, aboga por vías específicas para cada país en función su situación. El movimiento de atraer a la holandesa Kaag deja sin su aliado de más peso al ministro de Finanzas alemán, el liberal Christian Lindner.
La propuesta conjunta dice que “en un contexto de altos niveles de deuda, los Estados miembro deberían comprometerse de forma creíble a construir colchones fiscales para estar preparados para la próxima crisis a través de estrategias de consolidación específicas para cada país que sean realistas y graduales, pero también ambiciosas, así como compatibles con el crecimiento económico y la creación de empleo”.
El texto es un punto de encuentro a medio camino entre las ideas que tradicionalmente defendían los gobiernos del norte de Europa (más rigidez y normas estrictas para todos) y las de los gobiernos del sur (más flexibilidad y cada uno según su situación). Buena parte de sus propuestas aparecen en la definitiva que hizo la Comisión Europea en abril y que será la base de la negociación, como usar el techo de gasto y que la norma sea “mas comprensible, fácil de aplicar y contracíclica”.
También propone otras medidas que Alemania rechaza, como que haya “cláusulas de escape” individualizadas por país o que se tenga en cuenta la necesidad masiva de inversiones en las prioridades marcadas por la propia Unión Europea: transición energética, digital y últimamente Defensa. La importancia que Calviño y Kaag dan a esas inversiones se ve al descubrir que en apenas página y media aparecen mencionadas 11 veces.
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En Bruselas se ve la alianza hispano-holandesa en este asunto con sorpresa porque desde hace al menos tres lustros los dos gobiernos, aún con cambios de color político, estuvieron siempre alejados en materia de gobernanza económica. La noticia es el mensaje en sí.
Reunidas en Madrid este lunes en un acto del Instituto Elcano (Construyendo alianzas para una economía europea más resiliente), las dos ministras y a la vez vicepresidentas económicas de sus respectivos gobiernos, creen que hay margen para que en el semestre español se acuerdo la reforma del Pacto de Estabilidad.
Kaag dijo: “Todas nuestras esperanzas están puestas en la Presidencia española y todas nuestras esperanzas están puestas en Nadia, cuya habilidad y capacidad nos ayudarán a lograr un paquete a finales de este año”. Según Calviño, el objetivo es tener “normas adecuadas que nos permitan seguir por la senda de la responsabilidad fiscal y la disciplina fiscal, pero de una manera que sea compatible con el crecimiento y la creación de empleo”.
Las ministras de Economía española (Nadia Calviño) y holandesa (la socialdemócrata y también viceprimera ministra Sigrid Kaag) reforzaron este lunes en Madrid su plan conjunto para influenciar el debate que debe arrancar en julio, a los mandos de Calviño y ya con presidencia semestral española, para la reforma del Pacto de Estabilidad, cuya aplicación se suspendió con la llegada de la pandemia en marzo de 2020.