PRIMERO DE MAYO

Los sindicatos llaman a consolidar “en la calle y en las urnas” la reforma laboral y de las pensiones

Manifestación del Primero de Mayo en Madrid.

Las elecciones se han colado en el último Primero de Mayo de la legislatura. Y no sólo porque cuatro ministros asistieran a la manifestación convocada por CCOO y UGT en Madrid. Los discursos de los dirigentes de ambos sindicatos, Unai Sordo y Pepe Álvarez, destacaron la importancia para el mundo del trabajo que, a su juicio, tienen las convocatorias a las urnas que comienzan el próximo día 28. Tanto los líderes sindicales como la vicepresidenta Yolanda Díaz y las ministras María Jesús Montero e Irene Montero, así como el ministro Alberto Garzón, sacaron pecho de los acuerdos y medidas en materia laboral adoptados por el Gobierno y firmados en el Diálogo Social. Desde las reformas laboral y de pensiones hasta la subida del salario mínimo en un 47%, los millones de empresas y empleos salvado gracias a los ERTE, la ley de los riders, el teletrabajo… “Pero, ¿se van a mantener en una coyuntura política diferente?”, se preguntó Pepe Álvarez en la rueda de prensa previa a la manifestación. Después, en el escenario montado en la Plaza de España madrileña, respondió pidiendo ayuda para consolidar esos logros: “Porque, si pueden, no los van a quitar”. “No queremos que nos toquen la reforma laboral y la reforma de las pensiones, hay que consolidarlas en la calle, en las urnas, con mayoría”, reclamó. Estas elecciones son importantes porque en ellas los trabajadores “se juegan qué va a ocurrir en el empleo en España”, toda vez que las comunidades autónomas, explicó, son las responsables de los servicios públicos de empleo que deben atender a los más de tres millones de parados.

En la misma línea argumentó Unai Sordo. “Pocas veces un ciclo electoral se desarrolla en circunstancias tan determinantes como este año, con los cambios económicos, en el empleo y en los servicios públicos que se avecinan”, apuntó. A su juicio, todo eso “se juega en las empresas, en los sectores, pero también en el terreno de la política”. “Nosotros no hacemos política” ha precisado enseguida, “pero tampoco somos neutrales ni equidistantes cuando se juega tanto”. De nada sirve, añadió, que suban un 4% los salarios, si los trabajadores se lo tienen que gastar en una pensión, sanidad o escuela privadas o en atención a la dependencia. “Si no hay servicios públicos y comunidad, no hay derechos laborales, civiles ni hay sociedad”, remachó.

Huelgas en otoño si no hay acuerdo en mayo

La de Madrid ha sido una de las 73 manifestaciones convocadas por los dos sindicatos mayoritarios en toda España. Según la organización, contó con la asistencia de unas 60.000 personas, que la Delegación del Gobierno dejó en 10.000. Con el lema Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios, CCOO y UGT han emplazado a la patronal a sentarse a negociar ya, “no a hacer tertulias”, el acuerdo “paraguas” de salarios para el próximo trienio, que lleva en suspenso desde que las conversaciones se bloquearan hace ahora un año. Si no lo hacen, advirtieron, la “batalla” se trasladará a los convenios colectivos, “trinchera a trinchera”. “O hay acuerdo salarial en breve u organizaremos una movilización general en otoño que puede terminar en huelgas en los sectores con convenios injustamente bloqueados por culpa de la avaricia empresarial”. Se repite así el escenario de hace justo un año, cuando los dos sindicatos avisaron de que la falta de negociación se iba a traducir en mayor conflictividad en las empresas a la vuelta del verano. La diferencia es que ahora, la ausencia de diálogo puede traducirse en la defunción del acuerdo marco de salarios que lleva funcionando 13 años en España.

También la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, apremió a la CEOE a llegar a un acuerdo “inmediato, en mayo”, que incluya una subida de salarios. “El Gobierno ha hecho lo que le tocaba, subiendo el SMI un 47%; ahora le toca a la patronal cumplir también con su obligación”, exigió antes de destacar que el salario mediano en España, 21.000 euros anuales, 1.500 euros al mes en 14 pagas, “no permite vivir dignamente en Madrid, Sevilla o Vigo”.

Los sindicatos reclaman una subida del 5% para 2022, el 4,5% para 2023 y el 3,75% para 2024, así como una cláusula de revisión salarial que tenga en cuenta no sólo la inflación sino también los beneficios empresariales. CCOO planteó que para este segundo indicador se utilizara un índice construido a partir de las declaraciones trimestrales del IVA de las empresas. La CEOE rechaza que los salarios suban tanto como la inflación.

Temporalidad “indecente” en el sector público

Yolanda Díaz aprovechó el Primero de Mayo para reclamar en el sector público la misma bajada de la temporalidad de la que ya se beneficia el sector público tras la entrada en vigor de la reforma laboral –“hasta el 17%, ya está en la media de la UE”, presumió–. “Es indecente que siga tan elevada en las administraciones públicas”, criticó, para exigir un cambio en el Estatuto Básico del Empleado Público que haga posible ese recorte. Además, defendió la reducción de la jornada laboral sin rebaja del salario, para lo cual anunció la próxima publicación de un informe sobre la ley de usos del tiempo que el ministerio ha encargado a un comité de expertos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, además de valorar el “escudo social” construido por el Gobierno, señaló los dos temas pendientes de la legislatura: el tope a las hipotecas y a los precios de los alimentos.  

“Teníamos razón, y no sólo moral”, subrayó Unai Sordo tras destacar los 20,45 millones de ocupados de la última EPA, para a continuación declarar la muerte de los “mantras neoliberales” que marcaron las políticas laborales tras la crisis financiera, “precarizando la contratación, debilitando la negociación colectiva y bajando los salarios”. Ese mensaje, dijo, ha “fracasado” y es una “ideología zombi”.

Contra la deslocalización y por un convenio justo

Pocas eran las pancartas de trabajadores de empresas en crisis que salieron este Primero de Mayo a la Gran Vía de Madrid. Una era de los trabajadores de Schneider Electric en Griñón, un pueblo del sur de Madrid, sobre los que se cierne el despido de la mitad de la plantilla : “No ante la deslocalización de nuestro trabajo”. La multinacional francesa de equipos eléctricos planea llevarse la fabricación de su producto estrella a Italia. Los trabajadores de empresas como Telepizza, Domino’s Pizza, Papa Johns o Pizza Hut, entre otras, agrupadas en la patronal Prodelivery, la asociación de comidas preparadas para su venta a domicilio, pedían un convenio justo. También los empleados de fincas urbanas de Madrid, los porteros, mientras que los conductores profesionales reclamaban un sistema de jubilación anticipada. Para los funcionarios de la sanidad y la educación públicas de Madrid, la reivindicación son las 35 horas semanales. Con chalecos naranjas –que vistió Pepe Álvarez en el escenario de Plaza de España–protestaban los vecinos de San Fernando de Henares afectados por el hundimiento de la Línea 7B del Metro: “Ayuso, soluciones ya; el Metro hace aguas y nuestras casas se hunden”. Y cerrando la manifestación, tras las banderas de CCOO y UGT, desfilaban probablemente los más jóvenes de la convocatoria, pertenecientes al Colectivo de Jóvenes Comunistas, que pedían “un país para la clase obrera”.

Como ocurre desde que la manifestación del Primero de Mayo discurre por la Gran Vía en lugar de por el Paseo de Recoletos, los trabajadores y sindicalistas se mezclaban con los muchos turistas, troley en mano, y curiosos sacando fotos desde las aceras. Este año electoral, además, tras las pancartas se dejaron fotografiar por la prensa no sólo las ministras, sino también los candidatos socialistas a la alcaldía de Madrid, Reyes Maroto, y a la Comunidad, Juan Lobato, así como de Más Madrid, Rita Maestre y Mónica García, y Unidas Podemos, Alejandra Jacinto.

A la altura del edificio de Telefónica, apenas una docena de jóvenes sujetaban en la acera una pancarta donde se leía Sindicato patronal, estafa nacional. Con pulseras con la bandera española en las muñecas y poco aspecto de estar bregados en la lucha sindical, gritaban consignas contra UGT y CCOO –tampoco mucho–, mientras algunos de los aludidos les afeaban que sólo habían trabajado “en la empresa de papá”. Fue la única nota discordante en el ambiente festivo del evento, junto con el paso entre sirenas de un camión de bomberos que interrumpió, entre aplausos, la marcha a la altura de la calle de San Bernardo. Poco antes, las enormes pantallas de la fachada del cine Capitol se habían llenado con las siglas de los sindicatos y el lema de la manifestación, sólo durante unos segundos, entre anuncios de perfume y tráilers de las películas en cartel.

También en Barcelona, Bilbao y Vigo

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Unos 2.000 manifestantes, según la Guardia Urbana, han desfilado en Barcelona este Primero de Mayo. Los participantes han llevado banderas y globos con mensajes como Tendremos pensiones dignas o Subid salarios, y han pedido “huelga, huelga, huelga general“, informa Europa Press. En la manifestación han participado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta; el conseller de Empresa de la Generalitat, Roger Torrent; el líder de ERC, Oriol Junqueras, y el líder del PSC, Salvador Illa.

En Galicia CCOO, UGT y CIG convocaron su manifestación principal en Vigo, con el foco puesto en la necesidad de subir salarios y de llegar a un acuerdo de negociación colectiva. Así que han pedido a la patronal que lo facilite para lograr un reparto justo de la riqueza, habida cuenta de que el propio Banco de España ha puesto de manifiesto los beneficios de las grandes corporaciones.

En Bilbao, la secretaria general de CCOO Euskadi, Loli García ha subrayado que lo sindicatos no van a permitir que “en momentos de beneficios históricos para las empresas, aquellas que están congelando los salarios, que no han desbloqueado sus convenios se están llenando los bolsillos a costa de los trabajadores“.

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