CCOO y UGT, tras el mensaje de Díaz a CEOE: “Garamendi bloquea las alzas salariales para lograr su reelección”
“De lo más acertado que ha dicho la vicepresidenta en los últimos años”. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya, aplaude el “apoyo explícito” que Yolanda Díaz dio este jueves a las movilizaciones “frente a la patronal española”, a la que acusó de bloquear la negociación colectiva. “Es inaceptable”, argumenta Hoya, “que con un 10% de inflación y una pérdida de poder adquisitivo de los salarios de cinco puntos, la CEOE no se quiera sentar a negociar las propuestas moderadas [de subidas salariales] que hemos puesto sobre la mesa”. La clara toma de partido de la ministra de Trabajo por uno de los agentes del Diálogo Social no ha suscitado de momento ninguna reacción en la patronal, a la que infoLibre ha preguntado. Pero el secretario general de Salud Laboral de CCOO, Mariano Sanz, considera “lógico” que el Gobierno lance “un mensaje” para “desatascar” los convenios colectivos y “normalizar las relaciones laborales, que están en la cuerda floja”. Actualmente, destaca, 4,5 millones de trabajadores están pendientes de la negociación de sus condiciones laborales para los próximos años.
“Quiero pedir a Antonio Garamendi que se comprometa con su país. Creo que sabe muy bien lo que está pasando en nuestro país y bloquear la negociación de los convenios colectivos hoy no es una buena receta”, emplazó Yolanda Díaz al presidente de la CEOE en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso. También anunció que el Gobierno va a subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “sin ninguna duda”, porque “en esta coyuntura de incertidumbre es más necesario que nunca” y que esa mejora deberá tener en cuenta también la inflación. La CEOE ya rechazó la última subida del SMI, que lo situó en 1.000 euros, el pasado mes de febrero. Y en mayo las negociaciones con los sindicatos para firmar un acuerdo marco de salarios de tres años quedaron rotas no por la cuantía de las subidas –un 3,5%–, sino por las cláusulas de revisión, que exigen CCOO y UGT pero descarta la patronal.
“Pedir el desbloqueo de la negociación colectiva no es una toma de partido”, responden por su parte fuentes del Ministerio de Trabajo. El Gobierno, explican, está a favor de subir los salarios y en contra de que se bloqueen los convenios, y eso es lo que ha expresado la ministra con su mensaje directo a Garamendi y el respaldo a los sindicatos.
Elecciones en CEOE en noviembre
“La CEOE no quiere hablar de nada por lo menos hasta que se celebren las elecciones [a presidente] en noviembre”, acusa Mariano Hoya. En la misma dirección apunta su compañero en CCOO cuando se le pregunta por el efecto que pueda producir el reproche lanzado por Yolanda Díaz en Antonio Garamendi: “Más a la defensiva se pondrá cuando mire por el espejo retrovisor a su propia organización”, describe Mariano Sanz, en referencia a las críticas internas que el directivo vasco recibió tras la firma de los sucesivos acuerdos del Diálogo Social en 2021 y a sus posibilidades de reelección como presidente de los empresarios a finales de este año. En diciembre de 2021, cuatro patronales –la madrileña CEIM, la catalana Foment del Treball, la agraria Asaja y la de fabricantes de vehículos Anfac– se abstuvieron en la votación del comité ejecutivo que dio su apoyo a la reforma laboral negociada con los sindicatos y el Gobierno. Fue el último pacto tripartito hasta el que han sellado los autónomos con el Ministerio de Seguridad Social hace unas semanas. La subida del SMI, que fue la siguiente negociación laboral, se cerró sin el apoyo de la CEOE. Y la mesa, bipartita, para diseñar el acuerdo de salarios, se rompió en mayo. “Garamendi ha abdicado del Diálogo Social”, sentencia Mariano Hoya, “y no llegará a un acuerdo [con los sindicatos y el Gobierno] hasta después de su reelección”.
“Para nosotros la negociación colectiva es un tema estructural, y hemos emplazado a la patronal a abordarla de forma pactada y sensata, no hemos pedido subidas iguales a las del IPC, que está en el 7,2% de media, sino que hicimos una propuesta a tres años”, precisa el responsable de CCOO. Pero la negativa “irresponsable” de los empresarios, añade el dirigente de UGT, les ha empujado a convocar movilizaciones este otoño. Hasta ahora, los convenios colectivos que se han firmado con mayores subidas salariales han sido “los vinculados a conflictos”, en Cádiz, Cantabria o el País Vasco, enumera Mariano Sanz. Mariano Hoya destaca que en los sectores donde los sindicatos tienen mayor fuerza se ha conseguido introducir cláusulas “de distinto tipo, unas más potentes que otras: de revisión, actualización o fin de ciclo”, como en la construcción o el metal. Pero en algunos sectores de servicios, donde los sindicatos tienen menos capacidad de movilización, lamenta, la patronal “no quiere hablar de nada”.
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En cualquier caso, CCOO dice que quiere “un proceso lo más pactado posible” y que ya maneja un calendario para abordar la negociación colectiva con la CEOE. Mariano Hoya recuerda que en Reino Unido los sindicatos han convocado huelgas en Correos, puertos o el sector ferroviario en demanda de mejoras salariales para combatir la inflación.
Un SMI de 1.100 euros contando con la inflación
Por lo que se refiere al SMI, que el Gobierno no tiene obligación de negociar con los sindicatos, aunque sí de consultarlos, CCOO aún no ha hecho una propuesta concreta, pero sí UGT. La horquilla que calculó el comité de expertos reunido por el Gobierno se basó en datos de 2018. Ahora los economistas han actualizado las cifras con datos de 2020 y presentarán una nueva horquilla el próximo 2 de septiembre a sindicatos y patronal. Desde 2018 han subido los salarios con los que en su momento se calculó la cuantía del salario medio –el compromiso del Gobierno es llegar al 60% de esa cantidad en 2023–, como también lo ha hecho, y mucho, la inflación. Por tanto, UGT cifra en 1.070 o 1.075 euros el 60% del salario medio con datos de 2020 y en 1.100 euros el SMI contando con la inflación. La horquilla de los expertos en su primera recomendación era menor, un salario mínimo de entre 1.011 y 1.049 euros. El Estatuto de los Trabajadores establece que la cuantía del SMI debe fijarse teniendo en cuenta el IPC, la productividad media nacional, el aumento de la participación del trabajo en la renta nacional y la coyuntura económica general. “Creo que se ha demostrado científicamente que es positivo subir el SMI en unos márgenes adecuados. En este contexto de crisis, esta herramienta tiene más sentido que nunca”, aseguró Yolanda Díaz en el Congreso.
“A Fátima Báñez [ministra de Empleo del PP] no le hacía falta expresar su apoyo a los empresarios con declaraciones; tenía el BOE y mayoría absoluta en el Congreso”, responde Mariano Hoya cuando se le pregunta por el espaldarazo recibido de Díaz, “[Báñez] aprobó la reforma laboral de 2012 y cada viernes [en los consejos de ministros] apretaba un poco más la tuerca”.