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El cierre de sucursales bancarias en España va a pegar un acelerón en 2021: solo con las pactadas en los Expedientes de Regulación de Empleo de Caixabank, Unicaja, Sabadell, Santander (del ERE de 2020) y BBVA, ascienden a 2.734, pero no todos los cierres se acuerdan en las negociaciones entre entidades y sindicatos, por lo que el número final será considerablemente mayor. La cantidad de oficinas clausuradas supera a todas las que hicieron lo propio en 2019 (2.160) y en 2020 (2.011, hasta marzo de 2021 según datos del Banco de España). La última cifra de sucursales que quedan en el país es de junio pasado: 20.823. Es decir, el ritmo entre marzo y junio arroja una clausura de 10 sucursales al día.
Los tiempos en los que España contaba con 45.662 sucursales, en 2008, terminaron con la anterior gran crisis financiera y con la digitalización. Se han cerrado un 54% en ese periplo de 13 años. Pero todas las organizaciones de consumidores consultadas están alarmadas por los millones de personas que están quedando excluidas de estos servicios, especialmente en la España rural o vaciada. "Y en determinados barrios de muchas ciudades", señala Gonzalo Postigo, portavoz de la Confederación Intersindical de Crédito. "El acceso a la banca electrónica no está ni muchísimo menos teniendo el éxito que aseguran las entidades. No se trata solo de la población mayor, menos familiarizada con las nuevas tecnologías. Hay otros sectores que no se manejan", puntualiza Postigo. "La brecha no es solo generacional, también es económica: la banca online exige tener wifi, y no todo el mundo puede".
Cuando termine 2021, el Banco de España echará algo de luz sobre el número de oficinas que echaron el cerrojo este curso. En los ERE pactados –nunca ha descarrilado una negociación bancaria en lo que va de democracia, pero cada vez se dan más problemas en las conversaciones entre empresas y sindicatos–, la palma se la lleva Caixabank, que cerrará este ejercicio 1.500 oficinas tras su fusión con Bankia. Sabadell ya ha clausurado 320 en dos fases, el Banco Santander este año ha cerrado 34 de algo más de 1.000 que pactó en el ERE de 2020 y en BBVA se firmó en noviembre la sentencia a 480 oficinas, que cerrarán gradualmente hasta noviembre. "Estamos en un contexto de profunda transformación marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales. Para garantizar nuestra competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro, resulta imprescindible reducir nuestra estructura de costes", responden en BBVA. Es una respuesta común de todas las entidades.
Pero algo está cambiando. Para empezar, la institución presidida por Pablo Hernández de Cos razonaba en un documento de 2018 que el cierre masivo "no implica necesariamente que la población afectada se encuentre en una situación de exclusión financiera". Pero en agosto de 2021 el supervisor bancario debió de cambiar de parecer e indicó en otro informe que "1.300.000 ciudadanos se encuentran en una situación que puede considerarse vulnerable".
Un 36% sigue usando el efectivo
"Son muchos más de 1,3 millones. A nosotros nos sale el triple", afirma el presidente de Adicae, Manuel Pardos. "No solo en la España rural, es que hay población fuera del sistema online hasta en las propias ciudades. Resulta", dice Pardos, "que la banca española fue rescatada por un memorándum que aún estamos pagando y cuya rescate va por más de 65.000 millones, y el Banco de España mientras se dedica a aplaudir todo lo que va en contra de los usuarios. Parece que solo busca la estabilidad del sistema financiero sin importarle los clientes".
¿Cuánta gente usa no ya la banca online, sino tarjeta de débito? Casi el 36% (35,9%), según una encuesta muy reciente del Banco de España. La tendencia va claramente a la baja desde el 80% que declaraba recurrir a billetes o monedas como medio de pago principal en su día a día. Según la mayoría de los encuestados, "el hábito del pago con efectivo ha caído especialmente desde el período de confinamiento por la covid-19, en gran parte por el estímulo a favor de otros medios de pago ejercido por casi la mitad de los comercios, así como por las medidas higiénicas derivadas de la alerta sanitaria". Sin embargo, el efectivo resiste en amplias capas de la población.
"Hay gente que no sabe usar una tarjeta de débito, ni qué decir tiene entrar en aplicaciones de la banca", advierte Rubén Sánchez, de Facua. "El sector busca que la ciudadanía conciba que un banco puede no tener oficinas, y eso agrava la brecha digital. Y no hay planes en España para digitalizar a quienes sufren la brecha". Según Sánchez, se está evitando "cualquier asunción de obligaciones" en las sucursales. "Cada vez son más un lugar donde un gestor te vende un producto financiero en lugar de atenderte para sacar dinero u otras operaciones comunes a la ciudadanía".
"Hay cada vez más espacios vacíos"
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"Efectivamente, noto que en las oficinas bancarias hay cada vez más espacios vacíos", comenta Julio Rodríguez López, ex presidente del Banco Hipotecario entre sus muchos cargos. "Los horarios de las sucursales son muy rígidos, a partir de las once de la mañana es difícil conseguir una cita en según qué centros, la calidad de la atención al cliente ha empeorado. Todo apunta a que el ajuste de oficinas no ha terminado aún, lo que va a agravar en la depresión económica y en la despoblación de la España Vacía". "En definitiva: la mejora de la cuenta de resultados de los bancos se va a hacer a costa de jorobar a los clientes". Solo en el segundo trimestre, BBVA ganó 2.327 millones de euros, el Banco Santander 2.067 millones, Caixabank perdió 605 millones pero en el primer semestre del año lleva ganados 4.181 millones (por el ajuste contable de la fusión y tras descontar gastos del ERE), Unicaja 28 millones...
"Efectivamente, teníamos muchas sucursales antes de la anterior crisis", reconoce Pardos, de Adicae. "Así que cuando todo el mundo esté familiarizado con las tecnologías, que cierren todas. Pero es que no está pasando eso al no haber formación digital, que deberían brindar las entidades. Y a esa exclusión se le añade el expolio que están practicando los bancos con los clientes". Pardos se refiere al aumento generalizado de las comisiones a partir de septiembre. "Lo más gracioso es ahora ver cómo las entidades presumen de ser verdes o venden la Responsabilidad Social Corporativa. Con todo lo que ocurre". Facua asegura que ha pedido a los ministerios de Economía y Consumo medidas como no cobrar comisiones a los clientes vulnerables, peticiones de las que no han tenido noticia.
Portavoces de Caixabank, la entidad que más cerrará como resultado de la fusión con Bankia -anunciada hace un año-, apuntan a que el banco contará con "presencia en más de 2.200 municipios españoles", siendo "en 389 de ellos la única entidad con representación". "Para 2022, el 41% de oficinas de la entidad se situarán en poblaciones de menos de 10.000 habitantes. "Existe el compromiso de no abandonar ninguna localidad. Cuando se producen integraciones de oficinas, como las que se están realizando a raíz de la fusión con Bankia, se producen en el ámbito urbano, donde tiene sentido unificar oficinas próximas en un centro más grande", alegan.
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