LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
El covid recorta en 22.000 millones el valor de los activos de las empresas del ÍBEX
La pandemia del covid-19 ha llevado a algunas grandes empresas a estrenar pérdidas históricas. Es el caso del Banco Santander, que se apuntó unos números rojos de 10.798 millones de euros en la primera mitad del año, o de Repsol, que se dejó 2.484 millones. Inditex ha publicado cifras negativas también por primera vez, 409 millones de euros, e Iberdrola calcula en 157 millones de euros el zarpazo que el coronavirus ha dado a sus cuentas en los seis primeros meses de 2020. Pero la parálisis económica también ha obligado a las compañías del ÍBEX 35 a hacer grandes ajustes en sus cuentas. La crisis ha tocado sus patrimonios. Muchas de ellas han tenido que reconocer en sus informes semestrales deterioros en el valor de sus activos que suman casi 22.220 millones de euros.
De esa cantidad, casi la mitad –10.241 millones– corresponde al ajuste realizado por el banco que preside Ana Patricia Botín. Pero tampoco son desdeñables los 4.146 millones de euros que ha aplicado el BBVA o los 1.334 millones de Caixabank. Repsol ha llegado a los 1.388 millones. El Sabadell se ha apuntado 1.761 millones.
Un caso típico es el de Meliá, el principal grupo hotelero español. Como el resto del sector turístico está siendo azotado por las restricciones a la movilidad impuestas por el virus y los diferentes gobiernos. No sólo ha perdido 358 millones de euros hasta junio, sino que ha reconocido en sus cuentas un deterioro de 145 millones en el valor de sus activos. La incertidumbre que atenaza al sector se ha comido 81,6 millones de euros del valor asignado en libros a los 326 hoteles que posee en España, el 56% del total. Los hoteles de América, 37, valen ahora 31,7 millones menos.
Para Repsol, la pandemia se ha traducido en un recorte en sus operaciones de exploración y producción de crudo y gas –un 3% menos que en 2019–, donde también ha tenido que reducir sus inversiones –360 millones menos– y revisar sus planes futuros. Además, los precios se desplomaron hasta abril al hundirse la demanda por el confinamiento: en España las ventas en las estaciones de servicio se desplomaron un 85%, destaca la compañía en su último informe financiero.
El desastre del turismo
Otros tres grandes damnificados, dependientes del turismo, han sido AENA, Amadeus e IAG. El operador aeroportuario ha sufrido una reducción “extraordinaria” de sus ingresos, de un 47,5%, respecto al primer semestre de 2019, debido al parón sufrido por el tráfico aéreo durante lo peor de la pandemia: la caída en el número de pasajeros fue del 65%, de 143,4 millones a 50,2. De forma que la empresa semipública perdió 170,7 millones de euros entre enero y junio. Había ganado 559 millones en esos mismos meses del año anterior. Esas cifras se han traducido en una fuerte reducción de los flujos de efectivo, explica la compañía, que son “indicadores de deterioro” según la normativa contable. De forma que ha calculado una pérdida de valor de 123 millones de euros en el semestre.
Para Amadeus, las pérdidas ascienden a 196,9 millones de euros y el deterioro de sus activos a 64,6 millones más. Contratos cancelados o clientes del sector turístico que han tenido que suspender sus operaciones han obligado a hacer el ajuste.
El recorte en IAG, el grupo al que pertenecen Iberia, British Airways y Vueling, ha sido mucho mayor. El grupo califica de “devastador” el efecto del covid sobre el sector aéreo. La mayoría de sus aviones permaneció en tierra durante los peores meses de la pandemia, las aerolíneas acudieron a los ERTE de los gobiernos británico y español para sus plantillas, después han aplazado la entrega de 68 nuevas aeronaves que estaban previstas entre este año y 2022, además de retirar anticipadamente del servicio los 47 aparatos con mayor antigüedad.
IAG no espera recuperar la demanda de pasajeros prepandemia hasta 2023, por lo que mientras tanto está “reestructurando su base de costes para reducir el tamaño” de cada una de sus aerolíneas; es decir, recortará plantilla. El informe financiero del grupo desvela una película de terror empresarial, con una pérdida de operaciones de 1.900 millones de euros en el semestre y un coste excepcional de 2.137 millones debido a la baja contable de coberturas de combustible y de tipo de cambio, así como al deterioro de la flota, cifrado en 729 millones de euros.
Y es que un total de 55 aviones, “con sus motores y existencias rotativas asociadas”, han quedado inmovilizados, y otros seis se han depreciado. Son, enumera el grupo, 32 Boeing 747, 15 Airbus A340, cuatro Airbus A320, cuatro Airbus A330-200, dos Boeing 777-200 y cuatro Embraer E170, que han perdido buena parte de su valor al quedarse en el suelo.
Provisiones en la banca
Mención aparte merece la banca. El BBVA reconoce que sus abultadas pérdidas durante el primer semestre, 1.157 millones de euros –en ese periodo de 2019 obtuvo unos beneficios de 2.442 millones, todo un batacazo, pues– se deben al aumento del deterioro de sus activos financieros y del fondo de comercio de Estados Unidos, ambos consecuencia del covid-19. Sólo este último es el responsable de una pérdida de valor de 2.084 millones de euros. El total se eleva a 4.146 millones, lo que multiplica por 2,5 el deterioro de 2019.
Para cubrirse ante los efectos de la pandemia sobre el negocio y la incertidumbre ante el futuro, los bancos han realizado provisiones que en el caso de Bankinter suman 317 millones de euros, tras reconocer un deterioro de activos financieros e inmobiliarios de 72 millones, un 266% por encima del coste de riesgo consignado en 2019. Bankia ha hecho una dotación extraordinaria de 310 millones para cubrir el impacto del coronavirus. Según sus cuentas, el deterioro de los activos, financieros y no financieros, suma 193 millones de euros hasta junio, aunque la entidad asegura que los efectos del covid “aún no se han materializado en los indicadores de riesgo”: los activos dudosos, por importe de 6.464 millones, se mantienen todavía en la línea del fin de 2019. No obstante, la entidad avanza los riesgos que corre el negocio bancario en el próximo semestre. No sólo el aumento de la morosidad, sino también el descenso en el número de préstamos a particulares –el crédito al consumo ya se hundió un 48,5% durante el confinamiento–.
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Finalmente, Caixabank ha apuntado una provisión extraordinaria para impactos futuros asociados al covid-19 de 1.155 millones de euros. En total, los seis grandes bancos del selectivo español han dedicado a protegerse de la incertidumbre por la pandemia 11.900 millones de euros.
Otros gigantes del ÍBEX, en cambio, aseguran que la pandemia apenas les ha tocado. Por ejemplo, Cie Automotive, que fabrica componentes para la automoción, considera que los impactos de la crisis el coronavirus son “coyunturales”, por lo que no espera que la paralización productiva “afecte de forma significativa” a sus fondos de comercio. Aun así, la firma bilbaína redujo su facturación en los primeros seis meses de este año en un 30% y sus beneficios el doble, un 61%, al ganar 58 millones de euros.
También Viscofan destaca que la pandemia no la ha obligado a cambiar su orientación estratégica ni a revisar sus “objetivos, operaciones, resultados financieros, situación económica y flujos de caja”. De hecho, el fabricante de envolturas para productos cárnicos ganó 57,3 millones hasta junio, un 25,5% más, tras aumentar su cifra de negocio un 9,1%. Enagas no aprecia impacto alguno en sus estados financieros por culpa del coronavirus, tampoco ha necesitado hacer ningún gasto extraordinario, ni provisiones. La inmobiliaria Colonial sólo avanza que es aún “prematuro” calcular el efecto de la pandemia en los resultados futuros del grupo, puesto que la diversificación de su cartera de clientes y su posición financiera la sitúan en una “posición sólida”. Y Ferrovial no se atreve a predecir cómo influirá la crisis sanitaria en el deterioro de sus activos, el valor de sus actividades o la provisiones. Pese a que este primer semestre ha tenido que reconocer un impacto del covid de 44 millones de euros en el resultado de explotación de su negocio de construcción en España y Sudamérica, de 72 millones más en su división de servicios y de 94,3 millones de euros en el aeropuerto londinense de Heathrow, que explota la firma de Rafael del Pino.