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Un débil efecto Semana Santa permite en marzo un aumento de 71.000 empleos y la primera bajada del paro desde septiembre

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Una Semana Santa a medio gas ha hecho posible en marzo un tímido aumento del empleo en 70.790 personas y el primer descenso en el paro registrado desde septiembre, que a su vez ha permitido bajar de nuevo de la cifra maldita de los cuatro millones de desempleados –hasta los 3,95 millones–. Aun así, la cifra de afiliados a la Seguridad Social continúa por debajo de los 19 millones –18,92 millones– y se mantienen en ERTE 743.628 trabajadores, un dato que el propio Ministerio de Inclusión califica de “estable” desde el fin del pasado verano. Respecto a febrero, en cualquier caso, los asalariados en esta situación se han reducido en 115.913. Y desde el pico del confinamiento, el pasado mes de mayo, han salido de estos esquemas de protección 2,9 millones de personas. Un año después de que estallara la pandemia continúan en ERTE el 5,19% de los cotizantes, hay 85.858 afiliados menos a la Seguridad Social y 401.328 parados más. Hay que tener en cuenta que en marzo de 2020 se perdieron 243.469 empleos en sólo 15 días, una vez decretado el estado de alarma. De la debilidad del aumento de cotizantes este último marzo da cuenta la comparación con los años anteriores: es el menor desde 2013, cuando sólo hubo 30.258 nuevas altas. En los marzo prepandemia, el alza de la afiliación podía superar las 150.000 personas, el doble de lo que ha crecido este año.

Con la expectativa del puente de San José y la Semana Santa al comienzo de abril, la hostelería se dio un respiro y aumentó el empleo en un 3,29% en marzo; es el sector que más creció. El número de cotizantes subió en 31.421 personas, pero es poco menos de la mitad de lo que se expandió en 2019 –con la Semana Santa casi a finales de abril–, cuando el empleo en el sector medró en 57.401 personas, un 4,8%, o en 2018 –la Semana Santa cayó en marzo–, cuando el alza fue de 58.612 trabajadores, un 5,09%. De manera que, pese al tímido repunte, la hostelería sigue aún batiendo récords de pérdida de empleo, con unos datos de afiliación que aún permanecen un 16,7% por debajo de las de hace un año.

Ese ligero empuje lo han notado también en Baleares, la comunidad autónoma donde más creció el empleo este último mes, un 1,59%, y donde más ha encogido el paro registrado, un 7,13%. En Canarias, el aumento de la afiliación se ha sentido mucho menos, un 0,45%, con un descenso del desempleo del 3,3%. En Madrid, pese a que las restricciones son mucho más laxas, sólo ha aumentado un 0,4%, menos que en Cataluña –0,5%–, Murcia o Cantabria –0,89% las dos–.

Faltan aún 300.000 contratos

En todo caso, los ERTE siguen mostrando donde está la herida de la pandemia. De los 743.628 trabajadores con el contrato suspendido o la jornada reducida, 243.595 corresponden a bares y restaurantes, y otros 111.721 a hoteles, mientras que las agencias de viajes suman 22.723, las casas de apuestas 12.134 más y las actividades recreativas, 32.274. En total, 422.447 personas, el 56,8% de los asalariados en ERTE trabajan en la hostelería y el turismo. O visto desde otro ángulo: los bares y restaurantes tienen a la tercera parte de sus plantillas en esta situación. El comercio, el segundo sector más afectado, aporta 32.024 trabajadores protegidos a esta estadística.

Por el contrario, crecen en empleo, además de la construcción –15.767 trabajadores más–, animada por la mejoría estacional, la educación –8.622– y la Administración pública –5.790–. Pero lo reduce la sanidad, con 3.257 asalariados menos, y los bancos y aseguradoras –una caída de 2.067–. Según denuncia el sindicato CSI-F, la sanidad pública ha destruido sólo durante el primer trimestre del año, en plena pandemia, un total de 14.582 empleos.

También ha aumentado el número de autónomos. Hay 24.984 más que hace un año, mientras que 470.000 están cobrando la prestación por cese de actividad.

El Ministerio de Trabajo destaca el fuerte crecimiento en el número de contratos indefinidos, que ha experimentado un alza del 42,5% respecto a febrero y llegan a representar el 14,76% de los 1,4 millones firmados en marzo. El departamento de Yolanda Díaz atribuye el crecimiento a la “labor de la Inspección de Trabajo” en la lucha contra el abuso de la contratación temporal que, ha subido un 7,7%. Según ha explicado el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, se han convertido casi 112.000 contratos temporales en indefinidos. No obstante, los contratos siguen al ralentí. Un mes de marzo normal, de los de antes de la pandemia, la contratación total habría alcanzado la cifra de 1,7 millones.

Sorpresa y alerta

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UGT alerta de que el aumento del desempleo y el mayor riesgo de paro de larga duración, ante la prolongación de la pandemia, hacen necesario acelerar la reforma de las políticas activas de empleo –formación y recualificación de los trabajadores–, teniendo en cuenta que el 57,7% de los parados son mujeres y un 9% jóvenes.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha mostrado su sorpresa por los datos de paro de marzo, pues tal y como se inició el mes parecía que iban a ser peores, según ha explicado en una entrevista en Radio Nacional de España (RNE). A su juicio, y siempre que funcione la campaña de vacunación, la economía puede experimentar un fuerte impulso en el segundo semestre del año que, no obstante, no debe ir acompañada de una bajada de los salarios.

Para la CEOE , es preocupante “el repunte en la destrucción de empresas”, del 6,89% en enero y del 7,47%, en febrero de 2021. La patronal cree que ese aumento refleja que los ERTE y otras ayudas resultan “insuficientes para paliar los efectos de la prolongación de la crisis sanitaria sobre la actividad económica”.

Una Semana Santa a medio gas ha hecho posible en marzo un tímido aumento del empleo en 70.790 personas y el primer descenso en el paro registrado desde septiembre, que a su vez ha permitido bajar de nuevo de la cifra maldita de los cuatro millones de desempleados –hasta los 3,95 millones–. Aun así, la cifra de afiliados a la Seguridad Social continúa por debajo de los 19 millones –18,92 millones– y se mantienen en ERTE 743.628 trabajadores, un dato que el propio Ministerio de Inclusión califica de “estable” desde el fin del pasado verano. Respecto a febrero, en cualquier caso, los asalariados en esta situación se han reducido en 115.913. Y desde el pico del confinamiento, el pasado mes de mayo, han salido de estos esquemas de protección 2,9 millones de personas. Un año después de que estallara la pandemia continúan en ERTE el 5,19% de los cotizantes, hay 85.858 afiliados menos a la Seguridad Social y 401.328 parados más. Hay que tener en cuenta que en marzo de 2020 se perdieron 243.469 empleos en sólo 15 días, una vez decretado el estado de alarma. De la debilidad del aumento de cotizantes este último marzo da cuenta la comparación con los años anteriores: es el menor desde 2013, cuando sólo hubo 30.258 nuevas altas. En los marzo prepandemia, el alza de la afiliación podía superar las 150.000 personas, el doble de lo que ha crecido este año.

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