Si hoy desapareciera la brecha entre hombres y mujeres, España sería un país más rico. Literalmente. De ahí que se pueda hacer una lectura positiva de los últimos datos de empleo de 2023 en clave femenina. Según el Índice ClosinGap, desarrollado junto a PwC, si se alcanzase la paridad en la tasa de actividad y de empleo, en las horas trabajadas y en la distribución del empleo sectorial, el Producto Interior Bruto (PIB) español podría incrementarse en 230.847 millones de euros, lo que se traduciría en un alza del 18,5% en el PIB de 2019. Las mujeres, a pesar de representar el 51,4% de la población en edad de trabajar, sólo contribuyen a un 41,5% del PIB, de acuerdo a la última actualización del mencionado indicador de marzo de 2021. En ese sentido, el informe apunta a que, si se equiparase la participación laboral femenina a la de los hombres, el PIB estatal podría aumentar un 10,1%. Del mismo modo, si las horas trabajadas de las mujeres fuesen las mismas que las de sus homólogos masculinos, el PIB nacional crecería hasta un 7,5%. Y, por último, si se igualase la distribución sectorial del empleo femenino a la de los hombres, el PIB se incrementaría hasta un 1%. El empleo femenino recargaría al país.
En general, el número de personas desempleadas registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) al finalizar diciembre de 2023 ha descendido en 27.375 (-1%) respecto al mes anterior y en términos interanuales, el paro ha bajado en 130.197 personas (-4,59%). Pese a la compleja coyuntura internacional y a la inflación, el desempleo registrado se ha situado en 2.707.456 personas, la cifra más baja para ese mes desde 2007, fecha previa a la crisis financiera mundial de 2008.
En ese contexto, el desplome del paro en diciembre ha beneficiado en especial a las mujeres, ya que se ha rebajado en 28.120 personas (-1,71%), hasta colocar el total en 1.616.973, la cuantía menor desde 2008 en un mes de diciembre, según ha destacado el Ministerio de Trabajo y Economía Social, para el que las mujeres y los más jóvenes han sido “los grandes beneficiados de la estabilidad en el empleo”. Mientras, el paro masculino ha ascendido ligeramente en 745 hombres (0,07%) hasta un global de 1.090.483. Y, si se compara la información con la obtenida en diciembre de 2022, el paro femenino ha bajado en 73.175 y el masculino en 57.022.
Además, en un marco ya definido por la reforma laboral del Gobierno de coalición, el número medio de afiliados a la Seguridad Social ha cerrado 2023 en un nuevo máximo anual de 20.836.010 cotizantes, tras ganar 539.740 ocupados en doce meses (+2,7%), su segunda mayor dilatación anual desde 2018, cuando el sistema asumió 564.000 trabajadores, a la luz de los datos que maneja y ha hecho públicos el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
El repunte de la ocupación anotado en 2023 ha sido superior al de 2022, año en el que la afiliación media se aupó en 471.360 personas, pero inferior al de 2021, ejercicio récord en 16 años con la suma de 776.478 ocupados tras las restricciones que la covid provocó en pandemia. También aquí, de los casi 540.000 afiliados medios que ha atesorado la Seguridad Social el pasado ejercicio, algo más de la mitad, el 55%, han sido mujeres. La ocupación media femenina se ha expandido en concreto en 297.079 afiliadas (+3,1%) en 2023 y ha finalizado el año en un nuevo récord histórico de 9.856.258 mujeres cotizantes. La afiliación masculina, de su lado, se ha elevado en promedio en 242.661 ocupados (+2,2%), hasta los 10.979.753 trabajadores.
Según el Ministerio de Inclusión, las estadísticas de diciembre de 2023 esconden los efectos positivos de la reforma laboral sobre la estabilidad del empleo y la mejora de su calidad desde que esta norma entró en vigor hace dos años. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha aseverado a través de la red social X que "los datos de creación de empleo demuestran el compromiso del Gobierno con las mujeres". "El empleo femenino bate récords y se acerca a los 10 millones de afiliadas. Es la cifra más alta desde que existen registros, nunca ha habido tantas mujeres cotizando a la Seguridad Social", ha enfatizado.
Carlos Gutiérrez, responsable de Estudios y Formación Sindical de CCOO, subraya que, "tanto en diciembre como en 2023, el empleo femenino ha mostrado un mayor crecimiento que el de los hombres en promedio, las mujeres suponen el 55% del empleo creado y se sitúan en el 47,3% de la población afiliada lo que supone, en términos históricos, unos datos muy buenos en relación al empleo femenino". Pero, ¿son una veta luminosa, a qué se deben? “Es resultado del mayor dinamismo de sectores donde hay una mayor presencia de mujeres trabajadoras. Se ve en datos tanto de diciembre como interanuales en la educación, por ejemplo, y sabemos que en educación hay una mayor presencia de mujeres –en cómputo anual el sector educativo fue el que más empleo captó con 148.744 ocupados más en 2023–, e igual pasa en el sector de servicios sociales y en el sanitario –el avance más elevado en diciembre fue para actividades sanitarias y servicios sociales con 20.432 afiliados más–", explica. Y añade rápido: "A medida que estos sectores cobran más importancia, crecen, se dinamizan, el empleo de las mujeres mejora claramente por ese resultado lógico y por esa división sexual del trabajo dentro del ámbito productivo".
Para Gutiérrez, una cuestión clave es que ese avance en los términos del trabajo femenino "no debe darse como resultado únicamente de cómo van creciendo los sectores, sino que las políticas públicas y las que se hacen a nivel de negociación colectiva deben buscar también ese objetivo de mejorar el empleo en el ámbito de la mujer y combatir las diferentes brechas que todavía sufren". Alude en especial a "la precariedad vinculada a la parcialidad involuntaria, la brecha salarial, muy relacionada también con la parcialidad; y la que existe en términos de división sectorial". El representante sindical de CCOO considera que hay áreas laborales, como pueden ser "los ámbitos más tecnológicos", donde "las mujeres pesan menos o muchos menos" que los hombres, por lo que aboga por "hacer un trabajo más consciente, pensado y estratégico para que se incorporen".
En resumen, Gutiérrez insiste en que, "por una parte, está la propia dinámica del mercado, al crecer más determinados sectores crecen las mujeres afiliadas a la Seguridad Social, el empleo entre las mujeres; y, luego, debe haber políticas que busquen una mejor inserción de las mujeres" y luchen contra "las brechas que aún las aquejan".
En la misma línea, Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, pone el acento en que donde más ha escalado el empleo en diciembre "ha sido en el sector servicios, sobre todo, en el comercio y, mayoritariamente, el trabajo que se crea ahí en estas fechas es para mujeres. Pero son temporales, bastante precarios y con salarios bajos", avisa. "Es cierto -pespuntea- que llevamos unos meses que se está creando más trabajo femenino, pero no en el sector industrial, en servicios. Habrá que analizar qué sucede en enero y febrero, si se mantienen estos datos, o estas mujeres contratadas son despedidas, más allá de la campaña de Navidad", señala.
Indica que en diciembre "no se ve tan claro", pero "otros meses subió el empleo en el sector sociosanitario", de nuevo feminizado. En cambio, en otro que lo está bastante, pero menos que el comercio, el de la hostelería, "se han destruido" puestos de trabajo. Con todo, deja claro que objetivamente "es un buen dato que a lo largo de todo 2023 el empleo femenino haya crecido, que las mujeres se estén incorporando al mercado laboral", aunque "seguimos teniendo esa brecha de desempleo entre hombres y mujeres". "Hay que rascar y analizar qué tipo de contratos y en qué sectores", abrocha, para "no perpetuar el contrato precario temporal que ocupamos mucho las mujeres", advierte.
Mejores salarios, un reto pendiente
El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, comparte su visión: "Diseñamos los mimbres suficientes para un aumento del empleo y una mejora de la calidad de éste y, que se note en aquellos colectivos que estaban especialmente golpeados como jóvenes y mujeres, es obvio. El hecho de que haya una mejora de la ocupación de las mujeres, es que partían de una situación peor, con lo que claro que se nota", recalca.
A Luján le llama la atención que, "ahora que estamos alcanzando el mayor número de personas ocupadas de la serie histórica, algunos agoreros empiecen con el 'se ralentiza la creación de empleo´". "Si llega el momento, ojalá, en que estemos en el 6 o el 7% de paro, ¿van a seguir con que se crean menos puestos de trabajo?", se pregunta con cargas de ironía, para rematar con un: "Si hay muchos más trabajando, será más difícil".
En opinión del vicesecretario general de Política Sindical de UGT, "la reforma laboral mejoró la estabilidad de los empleos" y el siguiente paso es "mejorar la calidad", lo que implica, a su entender, “tener unos mejores salarios", por supuesto la órbita femenina incluida. "Es importante que se incremente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el resto; que se reduzca la jornada y que se blinde la estabilidad del contrato de trabajo", escancia Luján para acabar.
Si hoy desapareciera la brecha entre hombres y mujeres, España sería un país más rico. Literalmente. De ahí que se pueda hacer una lectura positiva de los últimos datos de empleo de 2023 en clave femenina. Según el Índice ClosinGap, desarrollado junto a PwC, si se alcanzase la paridad en la tasa de actividad y de empleo, en las horas trabajadas y en la distribución del empleo sectorial, el Producto Interior Bruto (PIB) español podría incrementarse en 230.847 millones de euros, lo que se traduciría en un alza del 18,5% en el PIB de 2019. Las mujeres, a pesar de representar el 51,4% de la población en edad de trabajar, sólo contribuyen a un 41,5% del PIB, de acuerdo a la última actualización del mencionado indicador de marzo de 2021. En ese sentido, el informe apunta a que, si se equiparase la participación laboral femenina a la de los hombres, el PIB estatal podría aumentar un 10,1%. Del mismo modo, si las horas trabajadas de las mujeres fuesen las mismas que las de sus homólogos masculinos, el PIB nacional crecería hasta un 7,5%. Y, por último, si se igualase la distribución sectorial del empleo femenino a la de los hombres, el PIB se incrementaría hasta un 1%. El empleo femenino recargaría al país.