El Ministerio de Economía difundió el pasado mes de julio entre inversores internacionales un documento en el que, además de vender la eficacia de las reformas que ha acometido el Gobierno, anuncia sus previsiones económicas hasta 2017. Todas ellas son positivas y reflejan una progresiva mejora de las ratios macroeconómicas del país. También ofrece a los inversores la promesa de un recorte del gasto público entre 2015 y 2017 de 3,9 puntos del Producto Interior Brutorecorte (PIB); es decir, anuncia una reducción de casi 40.000 millones de euros en tres años.
Si a esa cifra se le añade el recorte previsto para el año 2014, el tijeretazo asciende a casi 50.000 millones de euros, 4,8 puntos del PIB –un punto del PIB equivale a 10.000 millones de euros–. La mayor reducción del gasto público se producirá en 2017, un 1,6% del PIB, 16.000 millones de euros. El recorte aumentará a razón de tres décimas cada año a partir de 2015, cuando será del 1%. Este año se quedará en el 0,9%. El documento fue adelantado este lunes por La Razón.
Del hachazo total, el grueso de la reducción lo sufrirán los gastos de personal y los gastos corrientes de la Administración: 30.000 de esos 50.000 millones procederán del ahorro en salarios de funcionarios y empleados públicos, así como en las facturas de los servicios básicos del Estado. La segunda partida más afectada serán las “transferencias y subsidios”: otros 15.000 millones de euros que desaparecerán del capítulo destinado a pagar, entre otras cosas, las prestaciones por desempleo. Ese capítulo no deja de disminuir mes a mes: por las restricciones impuestas por el Gobierno y por la prolongación de la crisis. En 2013 el Estado gastó un 6,2% en estas prestaciones pese al aumento en el número de desempleados.
También quedarán reducidas a la mínima expresión las inversiones públicas. Este año suben poco más de una décima del PIB, en 2015 quedarán congeladas y los dos años siguientes incluso disminuirán.
Ingresos e impuestos
Según el documento, redactado en inglés bajo el título The Kingdom of Spain's economic policy strategy and funding programme, hasta 2017 los ingresos del Estado crecerán 1,2 puntos del PIB, 12.000 millones de euros. Y lo harán, prevé el Gobierno, básicamente gracias al aumento de la recaudación fiscal. Este año los ingresos públicos crecerán por la subida del IRPF, pero desde 2015 –sobre todo ese año, dice el Ejecutivo a los inversores internacionales– se sustentarán en el alza del IVA –en los impuestos a la producción y las importaciones–. El único capítulo que se va a recortar en este lado del balance serán las cotizaciones sociales, en un importe equivalente a entre dos y tres décimas del PIB cada año.
A los inversores internacionales el Ministerio de Economía también les promete que la deuda pública, tras superar en 2015 el 100% del PIB, volverá a bajar de ese límite en 2017, cuando regrese al 98,5% de la riqueza nacional. Incluso aventura que en 2016 las cuentas del Estado tendrán superávit primario –sin contar los intereses de la deuda– y en 2017 el superávit será estructural.
También prevé que en 2018 la ratio entre la deuda de los hogares y el PIB “estará en línea con las ratios actuales de Alemania y Francia”ratio. A cierre de 2013 la deuda privada española es el 77,1% del PIB. Finalmente, Economía va más lejos aún en el calendario y augura que, entre 2020 y 2023, el stock de hipotecas habrá quedado reducido a la mitad del actualstock .
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“Intensa agenda de reformas”
El resto del documento describe en términos elogiosos la “intensa agenda de reformas” acometida por el Gobierno para corregir los desequilibrios de la economía española. De la reforma laboral y de las pensiones a la fiscal, de las administraciones públicas o el saneamiento bancario. Así, Economía presume de los 386.100 empleados públicos que han perdido su trabajo desde 2011 o de la caída del 8,1% de los costes laborales unitarios desde 2009: “El proceso de devaluación interna ha sido más efectivo en la corrección de la balanza por cuenta corriente que las devaluaciones nominales [de la moneda]”.
Ante los inversores se felicita igualmente el Gobierno por el aumento del peso de las exportaciones españolas en el PIBexportaciones españolas, del 23,9% en 2009 al 34,6% en el primer trimestre de este año. O de la caída del 30% en los precios de la vivienda desde 2008precios de la vivienda y del desempeño de la Sareb (el llamado banco malo), que está vendiendo los pisos que intoxicaban los balances de las cajas de ahorro españolas.
El Ministerio de Economía difundió el pasado mes de julio entre inversores internacionales un documento en el que, además de vender la eficacia de las reformas que ha acometido el Gobierno, anuncia sus previsiones económicas hasta 2017. Todas ellas son positivas y reflejan una progresiva mejora de las ratios macroeconómicas del país. También ofrece a los inversores la promesa de un recorte del gasto público entre 2015 y 2017 de 3,9 puntos del Producto Interior Brutorecorte (PIB); es decir, anuncia una reducción de casi 40.000 millones de euros en tres años.