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El Gobierno responderá a la maniobra de Feijóo y Weber contra Ribera "con datos" y "sin caer en el barro"

La economía resiste los vaivenes políticos y crece el 0,3% en el tercer trimestre en un entorno desacelerado

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El año 2023 ha sido de vértigo político. Ha estado marcado por varias fechas clave. La primera: el 28 de mayo, domingo en el que el PP logró teñir de azul el mapa autonómico y municipal y los populares creyeron allanado el camino para que su líder, Alberto Núñez Feijóo, desembarcara en La Moncloa. Pero el triunfo el 28M tenía letra pequeña: la necesidad de pactar con Vox para conformar gobiernos en comunidades y ayuntamientos. Esto, unido a que el socialista Pedro Sánchez adelantó por sorpresa las elecciones generales al 23 de julio, justo cuando España arrancaba la Presidencia del Consejo de la UE, y el nuevo recuento de votos, hicieron que un candidato ganador en las urnas, Feijóo, se quedara sin escaños suficientes para conseguir ser presidente del Gobierno. Al final, el año acaba como empezó, con Sánchez a los mandos del país, tras meses de un Ejecutivo en funciones. La economía ha resistido a todas esas convulsiones.

Los datos parecen haberse conjurado para que la española mantenga el crecimiento diferencial respecto a los principales países de la zona euro y otros del entorno como el Reino Unido, que se asoma a la recesión tras revisar al -0,1% el Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre. La economía española, por el contrario, logra mantener cierto dinamismo, aunque la tendencia sea a la baja. Creció en el tercer trimestre un 0,3%, gracias, sobre todo, al tirón del consumo, según se desprende de la actualización de datos de Contabilidad Nacional difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman los avanzados a finales de octubre. El porcentaje supone una décima menos a la estimada para el segundo trimestre del año, pero sigue siendo positivo y es muy superior al 0,1% que la zona euro anotó entre julio y septiembre. En términos interanuales, la variación del PIB es del 1,8%, tasa dos décimas inferior a la de los tres meses previos.

El gasto en consumo final fue uno de los motores, ya que se incrementó un 1,9% respecto al mismo trimestre de 2022, ayudado por la contención de los precios y la buena tendencia del empleo. El de los hogares en concreto se agrandó un 1,4% entre julio y septiembre, seis décimas más que en el segundo trimestre, mientras que el gasto público conservó su crecimiento en el 1,3%. No se comportaron tan bien las exportaciones de bienes y servicios, que presentaron una variación interanual del −2,3%, lastradas por las dificultades que atraviesa la eurozona. Tampoco lo hizo la inversión en general, que retrocedió un 0,6% unida a la caída de la construcción, ni en vivienda en particular. Pero el valor añadido bruto de las ramas industriales aumentó un 0,4% interanual, siendo la industria manufacturera y los servicios, los sectores que más contribuyeron a que el global no perdiera fuelle.

El empleo de la economía medido en horas trabajadas se acrecentó un 0,1% respecto al trimestre anterior, un alza que subió hasta el 2,4%, si se mide en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. En términos interanuales, el empleo presentó una expansión del 3,5%, cuatro décimas por encima de la marca registrada en el trimestre precedente, lo que significó 678.000 puestos de trabajo más medidos a tiempo completo en un año, el 40% cubierto por la entrada de inmigrantes. Esto es un factor que ha nutrido el vigor de la economía.

Ha habido otro indicador en progreso: la remuneración de los asalariados. Experimentó una subida interanual del 8,9% en el tercer trimestre, tres décimas superior a la del anterior. Este resultado es consecuencia, a la luz de la información del INE, del aumento del 3,9% del número de asalariados, ocho décimas más que el trimestre precedente, y de que la remuneración media por persona varió un 4,8%, frente al 5,3% del segundo trimestre.

Para el ministerio que dirige Nada Calviño, el “crecimiento diferencial” de la economía española “es muy relevante en un contexto de elevada incertidumbre internacional, subida de los tipos de interés y estancamiento de la zona euro", según han aseverado vía nota.

El turismo y la hostelería dejan atrás la covid

No se ha creado desde cero y el país se ha beneficiado de la recuperación progresiva del turismo y de la hostelería tras la sacudida de la covid. El pasado noviembre, las pernoctaciones en establecimientos hoteleros sobrepasaron los 19 millones, lo que se tradujo en una mejora del 7,9% respecto al mismo mes de 2022, cuando hubo 17,7 millones. Son, además, mayores que las del mismo mes de 2019, de acuerdo a los últimos datos difundidos también por el INE. Si se atiende a la procedencia de los viajeros, destaca que las pernoctaciones de los residentes en España se colocaron por encima de los 6,9 millones, lo que representó un 36,3% del total, en una evidencia de movimiento económico. Andalucía, Comunidad de Madrid y Cataluña fueron sus destinos favoritos, con el 18,5%, 14,7% y 11,5%, respectivamente. Los extranjeros que eligieron España fueron 12,1 millones y la estancia media se situó en 2,8 pernoctaciones por persona, algo menos que en noviembre de 2022. Los viajeros procedentes de Reino Unido y Alemania concentraron el 22,7% y el 16,8%, respectivamente. En conjunto, durante los 11 primeros meses de 2023 las pernoctaciones se dilataron un 8,4%, en relación al mismo periodo del año anterior, y superaron las de los 11 primeros meses de 2019.

Sin abandonar el ámbito turístico cabe reseñarse que el pasado mes, se cubrieron el 52,5% de las plazas hoteleras ofertadas, con una elevación anual del 5,1%. Canarias atesoró el mayor grado de ocupación (75,2%), por delante de la Comunidad de Madrid (59,2%). La facturación media diaria de los hoteles por cada habitación ocupada fue de 104,9 euros en noviembre, un 9,9% más, al compararlo con el mismo mes de 2022.

El INE ha hecho públicos también datos de 2022, según los cuales la actividad turística alcanzó los 155.946 millones de euros, un 11,6% del PIB y 3,9 puntos más que en 2021. Las ramas características del turismo generaron más de 1,9 millones de puestos de trabajo, el 9,3% del empleo total y cinco décimas por encima de lo anotado en 2021.

La deuda de las administraciones y el déficit se moderan

Al dibujo de situación trazado, hay que sumar que este viernes, 22 de diciembre, se ha reducido la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a diez años en relación a la referencia del bund a poco más de los 90 puntos básicos, esto es la menor diferencia desfavorable desde el pasado mes de junio. Así, el diferencial entre la rentabilidad del bono español a una década y la ofrecida por la deuda alemana equivalente se estrechaba hasta los 93 puntos básicos.

De otro lado, el peso de la deuda de las empresas públicas sobre el PIB se moderaba también entre julio y septiembre de este año al 2,7%, una décima menos respecto al porcentaje de finales de 2022, que el Banco de España ha fijado en 2,8% en su informe La evolución de la deuda pública en España en 2022.  Y el déficit de la miscelánea de administraciones cayó del 1,40% entre enero y octubre de 2022, al 1,29% del PIB en idéntica etapa de este año, con 18.849 millones, según ha informado el Ministerio de Hacienda que capitanea María Jesús Montero.

Para finalizar, un último aporte: la Seguridad Social terminó con saldo positivo los once primeros meses de 2023. Fue de 5.282 millones, cifra equivalente al 0,4% del PIB, tras ingresar en ese periodo 186.881, un 10% más, frente a unos gastos por valor de 181.600 millones. En este caso, los números proceden del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que encabeza Elma Saiz. Hay retos pendientes como la tasa de paro o la productividad, pero la economía española ha dado muestras estos meses de parecerse a un junco, se dobla, pero no se rompe.

El año 2023 ha sido de vértigo político. Ha estado marcado por varias fechas clave. La primera: el 28 de mayo, domingo en el que el PP logró teñir de azul el mapa autonómico y municipal y los populares creyeron allanado el camino para que su líder, Alberto Núñez Feijóo, desembarcara en La Moncloa. Pero el triunfo el 28M tenía letra pequeña: la necesidad de pactar con Vox para conformar gobiernos en comunidades y ayuntamientos. Esto, unido a que el socialista Pedro Sánchez adelantó por sorpresa las elecciones generales al 23 de julio, justo cuando España arrancaba la Presidencia del Consejo de la UE, y el nuevo recuento de votos, hicieron que un candidato ganador en las urnas, Feijóo, se quedara sin escaños suficientes para conseguir ser presidente del Gobierno. Al final, el año acaba como empezó, con Sánchez a los mandos del país, tras meses de un Ejecutivo en funciones. La economía ha resistido a todas esas convulsiones.

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