¿La mejor dieta para adelgazar? No comer nada de lo que a uno le gusta. Parece un chiste, pero se puede aplicar a lo que sucede en la economía de la UE, que languidece camino de la anorexia. En Europa se aplica una dieta de austeridad y ajuste que parece consistir, ante todo, en no hacer nada de lo que podría animar la demanda, el crédito y la inversión. Resultado: la economía de la zona euro cayó un 0,2% en el primer trimestre y Francia ha entrado en recesión.
La política de austeridad impuesta en la UE por los países del centro y del norte de Europa, con la Alemania de la canciller Angela Merkel a la cabeza, está agostando la economía. Mientras EE UU y Japón actúan de forma contundente, a través de sus bancos centrales, para animar sus economías, Europa languidece.
“En la práctica” explica el economista José Moisés Martín Carretero (Economistas Frente a la Crisis), “la Reserva Federal de EE UU (Fed) y el Banco de Japón han abandonado implícitamente el objetivo de control de precios, tradicional de los bancos centrales desde los años 90, para favorecer el crecimiento”. La razón: la política monetaria tradicional no daba resultados en un contexto de crisis.
Tipos de interés
“Con tipos de interés reales negativos” asegura Martín Carretero “ni aumentaban los préstamos, ni aumentaba el consumo, ni aumentaba la inversión”. De ahí que tanto EE UU com o Japón hayan decidido actuar inyectando dinero a espuertas al sistema (64.000 millones de euros al mes en EE UU, 55.000 en el caso de Japón).
¿Por qué no lo hace el Banco Central Europeo (BCE) en igual medida? Porque su mandato es otro. Frente a la primera obligación de la Fed, que es“fomentar, de forma eficaz un nivel máximo de empleo”, el BCE, controlado por Alemania, centra su acción en el control de la inflación.
La ausencia de medidas explica que la zona euro (17 países) haya caído en marzo un 0,2% respecto al trimestre anterior y acumule ya un año y medio de recesión. En el conjunto de la UE, la caída trimestral fue del 0,1%. En términos interanuales (primer trimestre de 2013 frente a primer trimestre de 2012), las caídas han sido del 1% en la eurozona y del 0,7% en toda la Unión. ¿Preocupante? Sí. Pero aún lo es más que la segunda economía del continente, Francia, haya entrado oficialmente en recesión Francia, (0,2% de caída en el primer trimestre) y que Alemania, la locomotora de la UE, sólo haya crecido un 0,1%. Esto no marcha.
Ni siquiera Finlandia, el país del comisario Olli Rhen, siempre al lado de las políticas de ajuste puede presumir de resultados. Finlandia comparte con Francia el preocupante hecho de haber entrado también en recesión en marzo al acumular dos trimestres seguidos de caída en su economía.
Pesadilla circular
Para España, la pesadilla es circular. Lo relata así el economista Jorge Blázquez Lidoy en un artículo reciente: “La austeridad pública a ultranza conlleva una menor demanda interna y, por tanto, un menor crecimiento. Sin crecimiento, las cuentas del sector público -y del sector privado, no nos olvidemos de él- se deterioran. Los mercados internacionales penalizan dicho deterioro y ello dificulta el acceso a la financiación exterior. Y, entonces, como es más complicado acceder a financiación exterior, el Gobierno debe reducir aún más la demanda interna para ir cerrando la brecha”. La dieta perfecta.
Mientras en Europa se discute sobre el ajuste y sus plazos, con leves, levísimos gestos que apuntan a una mayor flexibilidad en las exigencias de ajuste del décit, en EE UU, en Japón y también en el Reino Unido, los bancos centrales experimentan nuevas fórmulas para evitar caer en la trampa. Y sus economías crecen, aunque no faltan quienes enarcan las cejas por el atrevimiento que conllevan políticas monetarias tan expansivas.
¿Cómo están animando los bancos centrales de EE UU y de Japón sus respectivas economías? Inundando de dinero el país. Hay liquidez, el dinero fluye, los tipos de interés bajan, la moneda se deprecia, aumentan las exportaciones, crece el consumo y la economía (también los precios) se anima.
La economía de EEUU creció en el primer trimestre de 2013 un 2,5%. Son 15 trimestres de crecimiento. La base: la contundente política de la Fed, que inyecta 64.000 millones de euros mensuales en su economía (compra títulos de deuda, bonos y títulos hipotecarios) para cumplir con su primer mandato: “fomentar, de forma eficaz un nivel máximo de empleo”. Con ese fin mantiene los tipos entorno al 0%. Más aún, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, ha advertido de que mantendrá esa política monetaria expansiva mientras el desempleo no baje del 6,5% (está en el 7,6%).
15 años de deflación
Ver másJapón emerge de la recesión en el último trimestre de 2014 con un crecimiento anualizado del PIB del 2,2%
En Japón, el nuevo primer ministro Shinzo Abe, que llegó al poder en diciembre, decidió acabar con 15 años de deflación (precios negativos) y atonía económica. El arma: el Banco Central y su nuevo gobernador Aruhiko Kuroda y la munición, similar a la aplicada por la Reserva Federal de EE UU desde 2008: compra masiva de activos de renta fija, tanto pública como privada, para inyectar liquidez a la economía y mantener anclados los tipos de interés de referencia con los que se fijan los costes de financiación de hogares y empresas.
El resultado ha sido espectacular. En el primer trimestre, el país registró su mayor crecimiento en un año, el 3,5%. Los consumidores gastaron más (el consumo interno supone el 60% del PIB de Japón) y los expertos se quedaron cortos en sus previsiones (2,85). La locomotora japonesa se ha puesto en marcha.
Manuel de la Rocha, coordinador de Economía de la Fundación Alternativas resume el dilema al que se enfrenta la UE. “En definitiva" explica, "los Gobiernos en una unión monetaria, que no disponen de un banco central con mandato de actuar como prestamista de última instancia, se encuentran en la misma situación de fragilidad que los bancos en épocas de crisis bancarias, si no existieran los fondos de garantías de depósitos”.
¿La mejor dieta para adelgazar? No comer nada de lo que a uno le gusta. Parece un chiste, pero se puede aplicar a lo que sucede en la economía de la UE, que languidece camino de la anorexia. En Europa se aplica una dieta de austeridad y ajuste que parece consistir, ante todo, en no hacer nada de lo que podría animar la demanda, el crédito y la inversión. Resultado: la economía de la zona euro cayó un 0,2% en el primer trimestre y Francia ha entrado en recesión.