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Empleo inseguro y de muy corta duración en las rebajas de verano

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Los escaparates de las tiendas comienzan a engalanarse para anunciar los descuentos que ofrecerán durante la temporada de rebajas de verano. Las ofertas se multiplican de forma paralela a los compradores, que hacen que los comercios necesiten más manos para poder dar abasto al aumento de la demanda. Por eso, la principal consecuencia de este periodo de descuentos parece evidente: aumentan las ofertas de empleo. Pasa cada año y volverá a pasar este. Al menos, así lo prevén las empresas de trabajo temporal Randstad y Adecco, que celebran que todo indica que a partir del mes de julio la contratación se disparará. Pero, ¿de qué manera? Tradicionalmente, los sindicatos han criticado la mala calidad del empleo que se crea en determinados periodos —como las rebajas, el verano o la navidad— que hacen de la contratación temporal y de corta duración su salvavidas. Se trata, por tanto, de puestos de trabajo creados ad hoc para cubrir el aumento de la actividad productiva. Algo que, según denuncian los sindicatos, volverá a ocurrir este año. "Las empresas de trabajo temporal siempre son muy optimistas, pero lo que hay que ver es lo que hay detrás de estos informes y contrataciones", avisa Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO. 

Las compañías de recursos humanos Randstad y Adecco lanzaron los datos el pasado lunes. Según sus previsiones, el empleo se disparará con las rebajas de verano y buena parte de esos contratos se extenderán a todo el periodo estival. Concretamente, Randstad estima que las ofertas que comienzan este 1 de julio —aunque ya han empezado en algunos comercios— generarán 204.510 puestos de trabajo durante los meses de julio y agosto, principalmente en los sectores de comercio y transporte y logística. Se trata de la cifra más elevada de la última década y supone además un incremento de la contratación del 7,6% respecto a la campaña de 2018, cuando se firmaron 190.067 contratos. "Los periodos de rebajas han sido tradicionalmente positivos para el empleo, pero en los últimos años aún más, ya que el incremento del comercio electrónico está generando crecimientos muy notables", explicó el director de relaciones institucionales de la compañía, Luis Pérez, según recogió Europa Press.

Adecco, por su parte, prevé que las rebajas permitirán 190.000 nuevas firmas, un 6,8% más que el año anterior. Pero además, la compañía estima que gran parte de estos contratos se extenderán durante todo el verano, cuando se llegarán a generar más de 1,4 millones de contratos. Esto ocurrirá, según asegura la empresa, por el aumento del turismo, que hará crecer el empleo en sectores como el de la hostelería, el aeroportuario, el de servicios, el de logística y el de transporte. 

Pero este es el periodo de vida máximo que tendrán la mayoría de estos contratos. Según los sindicatos, muchos de los empleos creados para el periodo de rebajas desaparecerán cuando estas acaben, y de los que se amplíen hasta los meses de verano pocos llegarán a septiembre. Y es que la temporalidad es la seña de identidad de los puestos de trabajo que se crean en este periodo. La primera prueba, según Santillana, es que las previsiones las hacen, precisamente, dos empresas de trabajo temporal. "Pueden hacer estas previsiones porque las empresas recurren a ellas para hacer las contrataciones. Ese es el primer matiz que indica qué tipo de contratación van a realizar. Si se dirigen a las ETT es porque es un contrato puntual que además no supone ninguna vinculación directa con la empresa", critica. Son compañías, además, que cada vez tienen una mayor presencia y protagonismo en el mercado. Según las estadísticas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), en 2017 las ETT firmaron 3,85 millones de contratos, un 90,45% más que cinco años antes. 

El empleo que crean, según un informe elaborado por CCOO con motivo de la campaña navideña del pasado año, está basado en la temporalidad de la contratación. Tal y como reflejan los datos recogidos por el sindicato, el contrato de obra y servicio y el eventual por circunstancias de la producción supusieron el 98% de la contratación realizada por las ETT en el año 2017. Los de interinidad, por su parte, supusieron el 1,8% mientras que los indefinidos tan sólo el 0,1%. Estos últimos, además, se concentraron en la plantilla de las propias ETT. Por otro lado, la duración del 57% de los contratos fue de menos de un mes y, de estos, el 65% fue para un periodo inferior a siete días. "Sólo el 8,6% dura entre 16 días y un mes", añade CCOO. 

El 31 de agosto, el día negro

La otra prueba de que la mayoría de los puestos de trabajo que maquillan las cifras de empleo durante los meses de verano se caracterizan por la temporalidad la encontramos en las cifras. La tradición marca que el 31 de agosto sea el día negro del empleo, pues es cuando más contratos se destruyen. De hecho, el 31 de agosto del año pasado batió el récord desde al menos 2008, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo. Ese día se dieron de baja en la Seguridad Social 363.017 personas, 49.876 más que un año antes y 29.900 más que en 2015, las fechas en las que más empleo se eliminó durante la última década. 

Si esto es posible es porque el empleo que se crea de cara a la temporada de verano es, según denuncian los sindicatos, temporal y de muy corta duración, unas características que avalan los datos recogidos por el SEPE [que se pueden consultar en este enlace]. Según sus estadísticas sobre contratos correspondientes al año 2018 —donde se recogen los datos mes a mes—, la duración media de los trabajos desciende sustancialmente, precisamente, en agosto. Los empleos firmados ese mes duraron una media de 43,54 días, un periodo muy inferior a los 59,92 días de media que se registraron en septiembre. En julio, por su parte, la contratación media fue de 49,8 días, aproximadamente dos días menos que en junio. 

Además, el SEPE también refleja en las mismas estadísticas que julio el mes durante el que más contratos temporales se firman. Según los datos correspondientes al año 2018, durante ese mes se firmaron 1.896.504 contratos temporales sobre un total de 2.086.904, lo que supone un porcentaje del 90,9%. Una cifra que desciende en agosto (cuando se firmaron 1.448.574 contratos temporales, un 90,4% del total de 1.602.583) y más aún en septiembre, cuando los contratos temporales supusieron un 88% del total (fueron 1.719.629 de un total de 1.952.467). 

Según Mari Carmen Barrera, secretaria de Empleo, Políticas Sociales y Seguridad Social de UGT, la responsable de esta estacionalidad es la reforma laboral aprobada en 2012 por el PP. Y es que la normativa ha afianzado una temporalidad que, aunque ya existía en España, ahora se ha cronificado. "Cada estación tiene unas características concretas para todos los sectores productivos y la reforma laboral permite que el mercado se ajuste perfectamente a las estaciones, dando pie a los contratos temporales, precarios y con duraciones muy ajustadas", critica. Y esto ocurre porque la legislación permite a los empresarios ofrecer contratos de muy corta duración sin tener que justificarlo y despedir trabajadores sin tener que desembolsar demasiado en indemnizaciones. "Es más barato infringir la norma que cumplirla", denuncia Barrera. Por tanto, continúa, "se fomenta el fraude en las contrataciones y no se fomenta que sea indefinida o de mayor duración". 

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Mayor inseguridad

Desde ambos sindicatos coinciden en que la consecuencia más peligrosa de este tipo de empleo es la falta de seguridad que pueden sufrir los trabajadores. "Lo que llamamos precariedad, ese conjunto de factores que definen la rotación y la alternancia de contratos que dificultan la cotización, deja al empleado en una posición de indefensión frente al empresario", explica Barrera. 

Pero también se refiere a la falta de seguridad física, es decir, a la mayor probabilidad de sufrir un accidente laboral. "La seguridad en el trabajo es una de las cuestiones ligadas a factores estables. La fugacidad del trabajador en los contratos hace que no tenga la formación necesaria para que el trabajador esté seguro y conozca sus derechos en materia de seguridad", afirma. Lo mismo que dice Santillana. "Siempre advertimos que  los contratos temporales son los que provocan más accidentes porque como les contratan por periodos cortos, no les dan la formación necesaria en esta materia. Cuanto más temporal es un trabajador, más riesgos tiene de sufrir un accidente", lamenta. 

Los escaparates de las tiendas comienzan a engalanarse para anunciar los descuentos que ofrecerán durante la temporada de rebajas de verano. Las ofertas se multiplican de forma paralela a los compradores, que hacen que los comercios necesiten más manos para poder dar abasto al aumento de la demanda. Por eso, la principal consecuencia de este periodo de descuentos parece evidente: aumentan las ofertas de empleo. Pasa cada año y volverá a pasar este. Al menos, así lo prevén las empresas de trabajo temporal Randstad y Adecco, que celebran que todo indica que a partir del mes de julio la contratación se disparará. Pero, ¿de qué manera? Tradicionalmente, los sindicatos han criticado la mala calidad del empleo que se crea en determinados periodos —como las rebajas, el verano o la navidad— que hacen de la contratación temporal y de corta duración su salvavidas. Se trata, por tanto, de puestos de trabajo creados ad hoc para cubrir el aumento de la actividad productiva. Algo que, según denuncian los sindicatos, volverá a ocurrir este año. "Las empresas de trabajo temporal siempre son muy optimistas, pero lo que hay que ver es lo que hay detrás de estos informes y contrataciones", avisa Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO. 

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