La competitividad de las comunidades autónomas creció un 4,4% en 2021, con lo que se recupera el impulso perdido durante la pandemia. Al menos es lo que revela el Índice de Competitividad Regional (Icreg) elaborado por el Consejo General de Economistas de España basándose en 54 indicadores que incluyen desde las tasas de ahorro, empleo temporal y paro hasta el déficit de las administraciones, el esfuerzo fiscal, la esperanza de vida y la densidad de viviendas y autopistas. Ese aumento, aun inferior al 5,5% en que mejoró el PIB español según la Contabilidad Nacional, es el mayor desde 2008.
El Icreg permite hacer comparaciones entre comunidades autónomas, pero además el Consejo General de Economistas ha cotejado también el desempeño regional con la Unión Europea. Y la conclusión no es positiva: las carencias de España son significativas y se mantienen, mientras las brechas no sólo persisten en tamaño, sino que, además, no aparecen “claros indicios de convergencia”, asegura el informe elaborado por el centro de estudios del consejo.
Para empezar, seis comunidades autónomas no han recuperado la competitividad previa a la crisis del covid: Aragón, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja. Año tras año, las más competitivas son Madrid, Navarra y País Vasco, un liderazgo que no cambia. Pero Extremadura fue la que más ganó en competitividad en 2021.
En efecto, el trío formado por Madrid, País Vasco y Navarra es el único que supera la media de la Unión Europea tanto en PIB per cápita como en productividad. La renta media comunitaria asciende a 32.483 euros por habitante, mientras que la media española se queda en 27.221 euros. La de Madrid excede en un 14% el promedio europeo, País Vasco en un 6% y Navarra en un 2%. Por el contrario, Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha y Murcia no alcanzan el 70% de la media de la UE. La más rica, Madrid –con 36.907 euros– casi duplica en renta la más pobre, Andalucía –20.427 euros–.
Según los registros de la Contabilidad Regional que publicó este lunes el INE, Baleares y Canarias fue donde más creció el PIB en 2021, con avances del 10,7% y el 7%, respectivamente –por encima de sus avances en competitividad, por tanto–. Hay que recordar que también fueron los territorios donde más se desplomó la economía en 2020 por las restricciones impuestas por la pandemia. En comparación, Navarra y Cataluña crecieron sólo un 5,9% y un 5,8%, mientras que Madrid mejoró su PIB un 5,4% y los más retrasados fueron Castilla y León, con un 4,3%, y Aragón, con un 4,4%. En conjunto, el PIB de 10 de las 17 comunidades autónomas creció más que la media europea, un 5,4%.
También son vascos, madrileños y navarros los más productivos, mientras que los catalanes han perdido un puesto en 2021 en la clasificación autonómica. Las menos productivas coinciden también con las menos ricas: Castilla-La Mancha, Murcia, Canarias y Andalucía no llegan al 75% de la media europea. Otra brecha considerable: la productividad del País Vasco multiplica por 1,5 la de Castilla-La Mancha.
Investigación y población con estudios superiores
Para explicar ambos indicadores se puede acudir a otros dos datos en los que el trío de ganadores se sitúa también a la cabeza: la inversión en I+D y la población con estudios superiores. País Vasco es la que tiene mayor número de licenciados, doctores y trabajadores con FP superior, seguido de Madrid y Navarra. Todas ellas superan en un 45% la media de la UE. En realidad, sólo dos comunidades autónomas se quedan por debajo: Extremadura y Castilla-La Mancha. Hasta el punto de que el número de quienes tienen estudios superiores en el País Vasco duplica al de Extremadura.
Si la mano de obra española está sobrecualificada –y por tanto no se ajusta a los perfiles profesionales demandados por las empresas–, la investigación y desarrollo sufre un grave problema de falta de gasto. El objetivo de la Estrategia Europa 2030 es llegar al 3% del PIB ese año. El promedio comunitario se encuentra ahora en el 2,3%. Pero España no pasa del 1,43%. Es decir, el español apenas representa el 62% del gasto conjunto de los 27. De hecho, el País Vasco es la única comunidad autónoma que iguala la media europea. Madrid, Navarra y Cataluña son las que más dinero invierten en I+D, pero aun así están entre un 16% y un 23% por debajo del gasto medio de la UE. Claro que Baleares está tan lejos que apenas invierte un 20,7% de la media de los Veintisiete y Canarias sólo un 24,1%. En definitiva, la inversión en I+D del País Vasco multiplica nada menos que por cinco veces la de Baleares.
Líderes en paro y desigualdad
En el indicador donde todas las comunidades autónomas encabezan las estadísticas comunitarias es en la tasa de desempleo. En conjunto, España dobla la media de la UE: un 14,8% frente al 7% europeo. Pese a haber caído más de dos puntos desde la pandemia, sigue en niveles estratosféricos comparados con el resto de Europa. Ahora ha bajado hasta el 12,5%, pero aun así la tasa española sigue siendo la más elevada del continente.
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Las comunidades autónomas con menos paro en 2021 fueron el País Vasco, Navarra y Aragón. Madrid, con un 11,6% –la misma tasa que Cataluña– se desmarca aquí del trío de líderes autonómicos y supera a Castilla y León y La Rioja. País Vasco ni siquiera llega al 10% –tenía un 9,8% en 2021–, por lo que Canarias, con un 23,2%, la cifra más alta, multiplica por 2,4 la tasa de paro vasca. Andalucía también supera el 20% –21,7%– y Extremadura la bordea –19,5%–.
Las comunidades autónomas también son líderes en Europa en otro indicador negativo: la desigualdad. El Consejo General de Economistas la mide como la relación entre la renta media del 20% de la población con mayores ingresos y la del 20% de quienes tienen menos. Aquí tampoco destaca el trío de los más ricos y productivos. Sólo Cantabria y Aragón sufren menos desigualdad que la media de la UE. Por el contrario, los territorios más desiguales son Canarias y Andalucía, seguidos por Madrid, Comunidad Valenciana y Asturias. Todos ellos superan en más de un 20% el promedio europeo. Canarias incluso un 65%, por lo que multiplica por 1,7 veces la desigualdad de Cantabria.
Según destaca el informe, cuanto mayores son los déficit estructurales en competitividad, más intensos son los efectos negativos en la desigualdad. Así, Canarias, Andalucía y Comunidad Valenciana son algunas de las comunidades con menor competitividad, y también figuran entre las más desiguales. Pero con Madrid y Asturias, que son de las que más desigualdad de rentas soportan, la regla no se cumple: aparecen como la más competitiva la primera y con una competitividad media-alta la segunda.
La competitividad de las comunidades autónomas creció un 4,4% en 2021, con lo que se recupera el impulso perdido durante la pandemia. Al menos es lo que revela el Índice de Competitividad Regional (Icreg) elaborado por el Consejo General de Economistas de España basándose en 54 indicadores que incluyen desde las tasas de ahorro, empleo temporal y paro hasta el déficit de las administraciones, el esfuerzo fiscal, la esperanza de vida y la densidad de viviendas y autopistas. Ese aumento, aun inferior al 5,5% en que mejoró el PIB español según la Contabilidad Nacional, es el mayor desde 2008.