La trama de corrupción destapada la última semana ha extendido la sombra de la sospecha sobre los concursos públicos. Pero no hace falta llegar a las redes organizadas para encontrar adjudicaciones que empujan a la duda. Así ha ocurrido con un contrato relativamente modesto para suministrar lectores de libros electrónicos, eBooks o eReaders, a las bibliotecas y centros culturales de Extremadura. Un total de 519.521 euros que estaba dispuesta a pagar la empresa pública Red.es, dependiente del Ministerio de Industria.
Según han descubierto la web de tecnología xataca.com y un bloguero especializado en edición digital, Bernat Ruiz Doménech, las condiciones de la licitación y cómo discurrió luego el procedimiento eran más que peculiares. Como ya ha ocurrido en otros concursos para suministrar a las administraciones equipos informáticos, las especificaciones son tan precisas que, en realidad, se ajustan a un modelo o sistema únicos. En el caso de los eReaders para Extremadura, entre otros requisitos técnicos, la pantalla debía tener un tamaño de entre nueve y 10 pulgadas, cuando la mayoría de los modelos en el mercado son más pequeños. Xataca.com examinó todas las posibilidades del mercado y llegó a la conclusión de que sólo el BOOX M92 de la empresa china Onyx se ajustaba a las exigencias técnicas del concurso de Red.es. Ése es el modelo que Espasa Calpe ha clonado para su Tagus Magno, el eReader que ofrece en su cadena de librerías, la Casa del Libro.
¿Otros casos en que el traje estaba hecho a medida de un único candidato? El más sonado, quizá, el concurso que en 2011 proveyó de móviles a los diputados del Congreso. El único modelo que cumplía las condiciones técnicas era el iPhone, en aquel momento aún en sus versiones 4 y 4S. El contrato sumaba un importe de 1,07 millones de euros para suministrar un total de 600 teléfonos móviles, de los cuales 400 debían ser “Smartphone de la tecnología más moderna”, con una resolución de pantalla, 960x640 píxeles, que entonces sólo ofrecían los citados modelos de Apple.
Y el más reciente, las 817 tabletas con que la Seguridad Social quiere equipar a sus directivos, letrados e inspectores. Un contrato de 1,2 millones de euros. El único equipo del mercado que se ajusta a los requisitos incluidos en el pliego de condiciones técnicas es el Microsoft Surface Pro 3, que acaba de ponerse a la venta y es de los más caros: casi 1.400 euros la unidad con todos sus complementos.
Evitar manipulaciones de la competencia
Pero la precisión de la oferta no es el elemento más inquietante del concurso. A la licitación sólo acudieron dos empresas: AMS (Empresas de Automatismos Montajes y Servicios SL) y Acisa (Aeronaval de Construcciones e Instalaciones). Lo curioso es que ambas firmas pertenecen al mismo grupo: Aldesa, una constructora no cotizada propiedad de la familia Fernández Ruiz.
En los concursos de obras públicas, si se presentan varias empresas pertenecientes a un mismo grupo, la ley impone su exclusión. No así en el resto, como es el caso de la licitación de Red.es. Pese a ello, las candidatas deben presentar una declaración responsable sobre su pertenencia a un grupo empresarial. Y, después, la mesa de contratación debe controlar si la oferta que ha presentado alguna de esas empresas es “anormalmente baja”. Se trata así de evitar manipulaciones contra la libre competencia. El problema es que en este caso no había ninguna otra empresa con la que concurrir.
El único pero que encontró Red.es en las empresas candidatas, y que les instó a subsanar, fue que no habían aportado la documentación que debía acreditar que poseen experiencia en la distribución y entrega de eReaders en los últimos tres años: un mínimo de 700 unidades.
Las empresas cumplieron ese requisito y el pasado 22 de octubre Red.es adjudicó el contrato a Acisa, que había ofrecido el precio más bajo: 234,88 euros por eReader. AMS, 242,31 euros. Onyx vende el modelo a 244 euros; Casa del Libro, su clon Tagus, a 299,90 euros.
Según un portavoz de Red.es, la ley sólo obliga a las empresas a informar de que pertenecen a un mismo grupo, lo que Acisa y AMS hicieron. También asegura que ambas empresas “se pusieron de acuerdo y presentaron al final una sola oferta”. Aunque nada de eso ha quedado reflejado en el historial de la licitación que aparece colgado en el perfil del contratante de la web de Red.es. El precio final del suministro de los lectores elecrónicos ha sido de 492.073,60 euros. Serán 2.095 eReaders, el número máximo de la horquilla establecida en el contrato, que fijaba el mínimo en 700.
Dos clones y un modelo obsoleto
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Red.es también explica que se optó por el modelo de mayor pantalla “para facilitar la lectura de todo tipo de libros, incluso aquellos con ilustraciones o gráficos”. Además, su objetivo es que utilicen estos eReaders “personas mayores o colectivos con necesidades especiales en cuanto a accesibilidad, y el uso de pantallas grandes lo facilita”.
La empresa pública niega que sólo el Onyx Booxm92 se adaptara a los requisitos técnicos del concurso. Y cita cuatro modelos: el Tagus Magno –el elegido por Casa del Libro–, el PocketBook 902 y el Icarus eXcel9.7. Lo que no dice es que tanto el Tagus como el Icarus son clones del Booxm92 de Onyx y que el PocketBook 902 es un modelo de diciembre de 2010 que xataca.como no duda en descalificar como “obsoleto”.
InfoLibre ha intentado en reiteradas ocasiones recabar la versión de Acisa, sin éxito.
La trama de corrupción destapada la última semana ha extendido la sombra de la sospecha sobre los concursos públicos. Pero no hace falta llegar a las redes organizadas para encontrar adjudicaciones que empujan a la duda. Así ha ocurrido con un contrato relativamente modesto para suministrar lectores de libros electrónicos, eBooks o eReaders, a las bibliotecas y centros culturales de Extremadura. Un total de 519.521 euros que estaba dispuesta a pagar la empresa pública Red.es, dependiente del Ministerio de Industria.