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Sin público en los estadios, en plena caída de ingresos por la pandemia, con los derechos audiovisuales apuntando a la baja y despojada de sus estrellas como Sergio Ramos o Lionel Messi: el futuro económico de LaLiga de fútbol española deja entrever nubarrones muy cargados, cuando no un pinchazo de una burbuja increíble en torno a un deporte que arrancó hacia la temporada 1996/1997, con la denominada La Liga de las Estrellas. La renuncia del Fútbol Club Barcelona a mantener a Messi en plantilla es el último capítulo de un culebrón que aún tiene páginas por escribir.
La marcha del astro argentino dieciocho años después de su debut en 2003 puede tener muchas lecturas deportivas, pero lo cierto es que la salida de todo un club como el Barça tras supuestamente haber llegado a un acuerdo de rebaja salarial de un 50% por la imposibilidad de la entidad de asumir el costemarca un antes y un después. Los estallidos no son exclusivos del club azulgrana. El Real Madrid, aparentemente libre de la lacra de la deuda, se ha visto golpeado por la caída de ingresos; por este mismo concepto, la Bundesliga alemana ha vuelto a adelantar a LaLiga como segunda del mundo, tras la Premier inglesa. Y tanto Real Madrid como Barcelona recelan del último acuerdo entre el fondo de capital riesgo CVC y el organismo que preside Javier Tebas, siguiendo adelante con su idea de la Superliga a pesar de su impopularidad.
Para coronar los malos pronósticos, la compra de Amazon de los derechos de la competición francesa (League 1) "a precio de saldo" (en palabras del propio Tebas) abre otro escenario en España hacia un declive general de ingresos. Sobre todo para los grandes.
Deuda y masa salarial desorbitadas
Según el informe Económico-Financiero presentado antes del verano por LaLiga, "el endeudamiento neto" de los clubes de la Liga BBVA (primera división) hasta 2020 "alcanza los 1.704,8 millones de euros, con un aumento de 746,2 millones de euros respecto al ejercicio previo". Un aumento, pues, de 746 millones en el año de la pandemia. 673millones de euros de los casi 1.705 millones de euros corresponden al Barça, que ha acusado la gestión de la última década, especialmente a partir de 2013 con el fichaje del brasileño Neymar. La deuda bruta del Barça supera los 1.100 millones de euros y la mitad del incremento durante la crisis del covid-19 se debe, según Tebas, al equipo barcelonés. Según dijo en diciembre el economista José María Gay de Liébana -fallecido el pasado 16 de julio- a El Confidencial, la deuda neta del Barcelona superará los 1.000 millones al ritmo actual.
En 2012 la deuda azulgrana ascendía a 335 millones de euros, una cuantía asumible para un equipo futbolísticamente en racha. La llegada de Neymar fue un proceso completamente opaco, con partidas ocultas, fraude a Hacienda y cláusulas poco claras que terminó con la dimisión del entonces presidente, Sandro Rosell. Y con la deuda doblándose.
El del FC Barcelona no es el camino que ha seguido el Real Madrid, de acuerdo con sus últimas cuentas presentadas el 30 de junio: un pasivo neto que ascendía a 46,4 millones de euros, frente a 240 millones el ejercicio anterior. A partir de 2023 la entidad presidida por Florentino Pérez, presidente de ACS, tendrá que pagar la reforma del estadio Santiago Bernabéu, valorada en 575 millones de euros. Algo que se palpará en las cuentas. Por su parte, la deuda financiera neta del Atlético de Madrid es de 590 millones de euros y la del Valencia CF 458 millones de euros, un pasivo muy elevado.
La masa salarial de los futbolistas en España está en el centro del debate financiero: la salida de Messi viene precedida de una revelación de El Mundo en enero de este año según la cual el argentino cobra 138 millones de euros por temporada. El actual presidente Joan Laporta ha destacado estos días que la masa salarial sobre los ingresos con Messi era del 110%, y que sin él sigue siendo del 95% (la media en Primera División es el 67%, aunque en otras ligas como la francesa, donde proliferan los jeques de las petromonarquías a golpe de chequera, está en el 89%). Desde julio del año pasado, LaLiga tiene un límite salarial en función de los ingresos que generan los clubes debido a la pandemia. La recomendación general es que no se rebase la barrera del 60%, algo que incumplen todas las grandes ligas internacionales europeas.
Derechos audiovisuales a la baja
Uno de los pasajes más confusos que ha rodeado la inesperada salida de Messi la semana pasada ha sido la entrada del fondo de capital riesgo CVC en LaLiga por 2.700 millones: además de adquirir un porcentaje del 11% de los derechos durante los próximos 50 años, CVC se aseguraba un porcentaja similar de retorno en cuanto a ingresos por derechos audiovisuales. Los 2.700 millones se repartirían entre los clubes, y un 15% podría ir destinado a costear fichajes o a aumentar la masa salarial. Puesto que la firma se rubricó durante las negociaciones entre el club blaugrana y Messi, la prensa dio por hecho la continuidad hasta que Laporta hizo el sorpresivo anuncio.
Según El País (antes de publicarse la salida de Messi), el Barça será el más beneficiado ya que recibiría más de 250 millones de euros con una devolución a 40 años (es decir, muy ventajosa). El Real Madrid percibiría más de 240 millones, por 181 el Atlético de Madrid, 119 el Sevilla o 117 millones el Valencia y el Athletic de Bilbao. Pero no ha sido suficiente para retener a Messi debido al límite salarial y a la cantidad que percibía el jugador.
Laporta y Pérez se han mostrado contrarios desde el inicio a la entrada de CVC, con independencia del astro argentino. "Este acuerdo, usando una estructura engañosa, expropia a los clubes el 10,95 % de sus derechos audiovisuales durante 50 años y en contra de la ley", ha cargado el Real Madrid en un comunicado. Igualmente el Barça, que "considera inapropiado la firma de un contrato de medio siglo ante las incertidumbres que siempre rodean el mundo del fútbol". Con el lenguaje rayano con el insulto al que se recurre en el espectáculo balompédico, Tebas ha dejado un mensaje para el Real Madrid y otro para el Barcelona.
Para el club de Florentino Pérez, LaLiga en un comunicado dice no estar "preocupada por una posible acción legal del Real Madrid, ya que era una reacción previsible dada la trayectoria de dicho Club de oponerse de manera frontal y demandar cualquier proyecto estratégico que suponga un avance y un impulso de la competición y sus Clubes. Concretamente, LaLiga acumula 51 actuaciones jurídicas por parte del Real Madrid, de las cuales la mayoría han sido ganadas por LaLiga". Al presidente culé le respondía el de LaLiga con un tuit en su cuenta, dando a entender que habían tratado antes el asunto: "Hola @joanlaportaFCB, sabes que la operación de CVC no hipoteca los derechos del FCB 50 años, lo que hace es que los mismos tengan más valor para todos los clubes y así tú los puedas HIPOTECAR a tus BANCOS y resolver la gran deuda. Así lo entendías hace horas".
Tal es la distancia entre Real Madrid, Barcelona y el resto que los dos primeros nunca han renunciado a la Superliga, una competición para grandes clubes europeos en la que los grandes equipos gestionarían los ingresos sin el influjo de la UEFA u organismos nacionales como LaLiga. La paradoja es que numerosos clubes europeos sí han renunciado a este diseño, entendido como clasista y repudiado por el grueso de la opinión pública.
Caída de ingresos por el covid-19
Con la pandemia, todo el mundo resalta la caída de ingresos. Todos, excepto Javier Tebas: el último informe financiero habla de ingresos totales de 5.045 millones de euros en la temporada 2019/2020 (contando la primera y la segunda división), un récord que contrasta con el informe de Deloitte sobre esa misma temporada situando los ingresos en 3.117 millones y con un 8% de caída. Tan importante es ese descenso, que la Bundesliga alemana habría adelantado a LaLiga. El informe de Deloitte Annual Review of Football Finance es una referencia desde hace dos décadas.
Son los grandes equipos los que más han notado el descenso de ingresos, y aquí el organismo que preside Tebas no dice lo contrario. Otro informe de Deloitte de enero retrataba este cuadro: el Barça habría sido el equipo europeo con mayor merma de ingresos (125 millones menos), seguido del Real Madrid con 45 millones menos.
Menos fichajes y menos valor
El descenso de ingresos ha traído una consecuencia sencilla: menos fichajes. Así, según un informe de la consultora Driblab en octubre de 2020, LaLiga es la que más ha sufrido en términos de fichajes el impacto del coronavirus. No por nada, el gasto pasó de 1.300 millones en 2019 a 412 millones en 2020. Se trata del mayor desplome (69%) de las cinco grandes ligas (Alemania, Italia, Inglaterra, Francia y España). Para muestra, un botón: los dos fichajes del Real Madrid que de momento lleva este verano (Alaba y el entrenador Ancelotti) han tenido coste cero, al igual que cuatro de las cinco incorporaciones del Barça (Agüero, Wagué, Depay, García y Royal).
El informe económico y financiero de LaLiga habla además de un hundimiento del valor económico en la penúltima temporada (2019-2020). "Aunque el EVA (valor económico agregado) ha seguido siendo positivo, ha experimentado una importante corrección, situándose en 14,4 millones, una caída del -92,4. Se trata de la menor generación de valor económico excedentario de la competición en los últimos años, consecuencia de la disminución de la rentabilidad operativa (ROIC) en el último ejercicio".
Las cosas seguirán mal cuando se analice la temporada 2020-2021: "Finalmente", indica el informe de LaLiga, "cabe precisar que [el torneo] no será capaz de generar valor económico agregado 2020-2021 por primera vez en muchos años. Será el primer ejercicio con un déficit en este sentido, aunque el nivel acumulado de EVA ha sido el mayor entre las competiciones de fútbol profesional de referencia a lo largo de la serie histórica analizada, sin ser la de mayor tamaño en términos absolutos". Para la próxima temporada, la 2021-2022, el horizonte no parece muy halagüeño sin Messi, Ramos o Cristiano Ronaldo.
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