LAS DUDAS DE LA RECUPERACIÓN
Las empresas miman a sus inversores y olvidan los salarios: cuadriplicaron en 2022 la recompra de acciones
Las empresas españolas que cotizan en Bolsa ganaron 65.658 millones de euros en 2022, tras disparar sus ventas un 29%. Un buen año, pese a la guerra y la inflación, por tanto, en el que recuperaron lo perdido durante la pandemia y el titubeante 2021. Esos excelentes resultados y la liquidez acumulada durante la pandemia les han permitido, además, aumentar la retribución a sus accionistas. En 2022 repartieron 25.973,47 millones de euros en dividendos, un 26,86% más que el ejercicio anterior, según las cifras recogidas por Bolsas y Mercados Españoles (BME), el operador de los mercados de valores, en su último balance de actividad.
Pero el dividendo no es la única fórmula para remunerar a los accionistas. También lo hacen los programas de recompra y posterior amortización de acciones, un sistema en pleno auge en España. Hasta el punto de que en 2022 sumaron 14.437,7 millones de euros, lo que cuadriplica –303% de aumento– el importe de las operaciones cerradas en el ejercicio precedente. Así que, en total, las empresas cotizadas retribuyeron a sus accionistas con 40.411,17 millones de euros el año pasado, el segundo importe más alto de la historia de la Bolsa española. Sólo lo superan los 43.505 millones de 2014, cuando Endesa pagó 14.606 millones de dividendo extraordinario –el mayor de la historia bursátil nacional– tras vender su negocio americano a Enel, y distorsionó el cómputo global.
En 2021 fueron 17 los programas de recompra de acciones lanzados por las cotizadas españolas, que amortizaron títulos por valor de 3.581 millones de euros. El año pasado las operaciones se elevaron a 27.
La recompra es una forma de remunerar al accionista: la empresa compra sus propios títulos y luego los amortiza. De esta forma, reduce el número de acciones en circulación, que aumentan su precio y permiten, por tanto, cobrar un mayor dividendo. Estos programas no han hecho más que aumentar en los últimos tiempos, mientras ha disminuido la retribución en acciones –scrip dividend–, un 22,6% en 2022, según las estadísticas de BME.
La economista Mariana Mazzcucato, fundadora y directora del Instituto para la Innovación y el Propósito Público del University College de Londres, cifraba en un billón de dólares el importe de los programas de recompra de acciones ejecutados por las empresas estadounidenses en 2022, que se elevan a más de cinco billones en la última década. “Todo para impulsar el precio de las acciones, las opciones sobre acciones y la remuneración de los ejecutivos”, se quejaba en una entrevista publicada en la revista británica Prospect. “No es de extrañar que la participación del trabajo en la renta mundial se encuentre en uno de los niveles más bajos de su historia”, lamentaba, “habría que hablar más de esta forma disfuncional de gobierno corporativo que aumenta la desigualdad e impide la reinversión en la economía real”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue este miércoles mucho más allá. Acosado por la revuelta contra la reforma de las pensiones, recién aprobada por decreto, ha anunciado que su Gobierno estudia imponer una “contribución excepcional” a las empresas con grandes beneficios que lanzan programas de recompra de acciones. “Existe una especie de cinismo cuando tenemos grandes empresas que generan superbeneficios que utilizan para recomprar sus acciones”, aseguró en una entrevista con la cadena de televisión TF1. Aún no ha definido cómo será ese impuesto. “Tenemos que encontrar el sistema correcto, deben pagar más a sus empleados y debe haber una mayor contribución a este esfuerzo”, apuntó.
Márgenes y salarios
Ambas menciones a la retribución de los trabajadores son relevantes porque, mientras en España la retribución al accionista se sitúa en máximos, la patronal y los sindicatos han vuelto a sentarse a negociar el acuerdo marco de salarios para los próximos tres años, suspendido el pasado mayo por la resistencia de las empresas a subir los salarios tanto como escalaba la inflación. También porque analistas e instituciones dirimen quién tiene la culpa del descontrol de los precios: los márgenes empresariales o los salarios.
Según acaba de revelar la agencia Reuters, el consejo de gobierno del BCE admitió en una de sus últimas reuniones, celebrada en la ciudad finlandesa de Inari, que “los márgenes de beneficio de las empresas han aumentado, en lugar de reducirse como cabría esperar cuando los costes crecen tanto” como lo han hecho este año por culpa de la crisis energética.
En la misma dirección apunta también el análisis del Banco de España. “Los datos más recientes de contabilidad nacional sugieren que el dinamismo que los márgenes empresariales habían mostrado hasta el tercer trimestre de 2022 –fundamentalmente para recuperar los niveles prepandemia– se habría prolongado en el cuarto trimestre de 2022, lo que situaría estos márgenes por encima de los niveles observados a finales de 2019”, explica en un informe del pasado febrero.
El pago de dividendos a los accionistas ha crecido en España siete veces más que los salarios desde 2000
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En suma, una buena parte de esos beneficios están acabando en manos de los accionistas, antes que en las nóminas de los empleados. Los salarios pactados en convenio subieron en 2022 un 2,78%, cinco puntos y medio por debajo del IPC medio del año, que fue del 8,4%. Según la Agencia Tributaria, los salarios de las grandes empresas crecieron un poco más, el 4%, el año pasado. Mientras, los ingresos de las pequeñas aumentaron un 10,6% y los de las medianas un 11,7%, alcanzando su “máximo histórico” , aunque la patronal de ambas, Cepyme, matiza que esa mejora está “distorsionada” por la inflación. En su balance de actividad, BME explica que los dividendos de las empresas cotizadas españolas han tenido “históricamente una gran relevancia”. Y destaca que el mercado español lidera la rentabilidad por dividendo entre las principales bolsas. En 2022, se situaba en el 4%, por delante de Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos. Sólo Italia la supera, con un 5%. La empresa del Íbex 35 con mayor rentabilidad por dividendo es la inmobiliaria Merlín Properties, con un 11,08%, seguida de Enagás, con un 11% y Telefónica, con un 8,8%. Endesa renta un 8,1%, ACS un 7,3%, BBVA un 6,2%, Ferrovial un 2,8% y Repsol un 4,2%.
Los bancos, a la cabeza
El año pasado fueron los bancos los que lanzaron los mayores programas de recompra de acciones. Así, sólo la suma de las operaciones de Banco Santander y BBVA alcanzó los 4.419,6 millones de euros, lo que equivale al 30,6% de las recompras del ejercicio.
El banco de Ana Patricia Botín ejecutó recompras por importe de 1.900 millones de euros en 2022 –la mitad de los 3.482 millones con que retribuyó a sus accionistas–. Para este año ya ha anunciado un nuevo programa de 921 millones. El BBVA ha empezado este mismo marzo el suyo, por importe de 422 millones de euros. Caixabank cerró 1.800 millones en recompras en 2022. El programa de Telefónica el año pasado ascendió a 350 millones de euros. Y el de Ferrovial, a 446 millones. Repsol también tiene previsto recomprar acciones por valor de 910 millones este ejercicio.