Solo el 35,3 % de las personas con discapacidad en edad de trabajar están activas dentro del mercado laboral, es decir tienen empleo o lo buscan, una tasa que apenas ha subido en los últimos años en un contexto de fuerte dinamismo del empleo, según informa EFE. Según los datos publicados en el último Informe del Mercado de Trabajo de las Personas con Discapacidad elaborado por el Ministerio de Trabajo, desde 2014, año en el que arranca la serie, esta tasa ha subido 1,7 puntos con una brecha de 40 puntos frente a la general que supera el 75 %.
"La principal característica de las personas con discapacidad en edad laboral es su baja participación en el mercado laboral", incide el estudio, que apuntan que solo el 27,8 % trabaja y que el paro del colectivo es del 21,4 %, cifras que mejoran las de años previos pero aún muy alejadas de las generales.
En cifras absolutas, y con datos de 2023, en España había 1.941.900 personas en edad laboral con discapacidad, de las que algo más de 325.000 estaban afiliadas a la Seguridad Social, lo que supone el 1,5 % del total de ocupados que ese año superó los 20,7 millones.
Así, aunque el crecimiento que experimentó la afiliación de personas con discapacidad en 2023 fue superior a la media nacional, con un 3,63 % frente al 2,85 % general, siguen siendo una minoría.
La participación se ha mantenido en los últimos diez años en torno a ese 35,5 %, "independientemente de la coyuntura", de forma que "no está tan determinada por los ciclos de prosperidad y crisis, sino por los estereotipos culturales y sociales", recoge un informe sobre la vulnerabilidad en el empleo elaborado por la Fundación Adecco.
Por grupos de edad, las tasas de actividad y empleo más elevadas corresponden a las de entre 25 y 44 años. Las mujeres con discapacidad presentan tasas de actividad, empleo y paro más elevadas que los hombres. Y en general, hay un elevado peso del empleo a tiempo parcial.
Más dificultades para las personas con discapacidad intelectual
Tras las cifras globales se esconden además diferencias según el tipo de discapacidad, según el citado informe de Adecco.
Así, la participación laboral es superior en aquellas discapacidades de tipo auditivo (61,2 %), seguidas de las personas con discapacidad de tipo orgánico, cuando esta afecta a los sistemas digestivo, metabólicos y endocrinos (45,7 %).
En el caso de la discapacidad física del sistema osteoarticular la tasa es del 44,7 % y en la visual, del 39,5 %.
La menor participación se observa en discapacidades de tipo mental o psicosocial (29,2 %), que además son el colectivo con menores niveles de formación.
"La discapacidad de tipo mental es la más estigmatizada, debido a un fuerte desconocimiento y a la ausencia de experiencias de recorrido en el marco empresarial", incide el informe de Adecco.
Derribar estereotipos culturales y sociales
"Las personas con discapacidad intelectual están, hoy por hoy, en situación de desigualdad de oportunidades para acceder a una formación laboral adecuada y, por tanto, al mercado de trabajo ordinario, teniendo que superar aun ciertas barreras psicosociales como estereotipos, desconocimiento de su realidad, sobreprotección, etc", señala a EFE la coordinadora de empleo de Fundación Síndrome de Down de Madrid, Ángela Caballero.
El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, explicaba también a EFE que esos prejuicios comienzan en el colegio, donde estas personas con discapacidad ya sufren fracaso escolar en la Educación Primaria, y continúan en su vida adulta y les desmotivan a la hora de buscar un puesto de trabajo.
Tampoco ayuda la "cultura de la protección social del Estado" ni la "sobreprotección de las familias", asegura Mesonero, quien reclama una mayor concienciación y educación comenzando en los colegios y unas políticas activas de empleo muy personalizadas, para conseguir que "haya integración y no solo inclusión" social del colectivo.
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Desde la Fundación Síndrome de Down de Madrid apuntan a EFE que para empezar a mejorar los niveles de empleabilidad es necesario acompañar a las personas con una orientación laboral adecuada.
Junto a cambiar determinadas actitudes en los contextos en los que este colectivo se desenvuelve, también insisten en la importancia de fortalecer alianzas con empresas y sensibilizar al tejido empresarial para identificar conjuntamente puestos y oportunidades en los que tengan cabida personas con distintos perfiles y competencias.
"La diversidad es un valor y una riqueza para todos los contextos, incluido el laboral", recuerda Caballero.
Solo el 35,3 % de las personas con discapacidad en edad de trabajar están activas dentro del mercado laboral, es decir tienen empleo o lo buscan, una tasa que apenas ha subido en los últimos años en un contexto de fuerte dinamismo del empleo, según informa EFE. Según los datos publicados en el último Informe del Mercado de Trabajo de las Personas con Discapacidad elaborado por el Ministerio de Trabajo, desde 2014, año en el que arranca la serie, esta tasa ha subido 1,7 puntos con una brecha de 40 puntos frente a la general que supera el 75 %.