Para espiarte, China no necesita un enorme globo flotando sobre tu vivienda. Probablemente lo esté haciendo a través del dispositivo que está usando, como sugiere una reciente investigación. Por ejemplo, si tu teléfono es un Xiaomi o un Oppo que está usando un sistema operativo Android, que es lo más probable. Las dos primeras marcas acaparan casi la mitad del mercado de teléfonos en España y el sistema operativo, tres de cada cuatro.
No obstante, el Mobile World Congress vuelve a evidenciar que las empresas chinas baten al mercado en innovación y lo hacen tras un 2022 de caídas de ventas. Este año las presentaciones incluyen teléfonos que se desdoblan para duplicar o dividir su tamaño, otros que traen cámaras innovadoras o diseños de ciencia ficción, como carcasas transparentes para ver microcircuitos por el que fluyen líquidos refrigerantes. Todo, sin que eso suponga los precios más altos del mercado, lo que explica que los consumidores los elijan masivamente, pese a las dudas sobre la privacidad.
Una de las presentaciones más esperadas ha sido la de Xiaomi, con la serie 13, que se celebra apenas un año después de la generación anterior. La empresa china la califica de su “obra maestra” y lo ha volcado todo en su cámara. Cuenta con tres lentes Leica que imitan la estética clásica de la empresa alemana. La cámara principal, que cuenta con 50 megapíxeles y una apertura de f/1,8, va acompañada de una cámara teleobjetivo y otra gran angular, con distancia focal respectivamente de 75mm y 15mm. El equipo está preparado para tener una mayor sensibilidad a la luz, una velocidad más rápida y una estabilización que ofrece imágenes más claras.
El teléfono se venderá por 1.000 euros, frente a los 1.400 de la versión Pro y a los 500 de la versión Lite, que se diferencian fundamentalmente en mayor o menor velocidad de procesamiento, la calidad de la pantalla, la resolución de las cámaras y la duración de la batería.
Otra muy esperada es la presentación del nuevo Honor Magic V. El nuevo buque insignia del fabricante chino Honor es un teléfono ultrafino plegable que al abrirse muestra una pantalla de 7,9 pulgadas que parece más una tablet que un teléfono móvil. La bisagra que permite su cierre permite mantener una pantalla “sin fisuras cuando se pliega” y “plano cuando se despliega”, según indica la propia compañía. Indica que está fabricado con material de calidad aeroespacial y que las 213 piezas que permiten su apertura pueden abrirse 200.000 veces de manera “impecable”.
Otra compañía china que se ha apuntado a la tendencia de hacer pantallas plegables es OPPO, en este caso, para reducir el tamaño del móvil a la mitad, no para ampliar su espacio de navegación. La empresa también presume de materiales propios de la aeronáutica para fabricar una bisagra fuerte y de tamaño ínfimo que soporta más de 400.000 plegados. OPPO sugiere que esta nueva forma de utilizar un teléfono facilitaría hacer dos cosas al mismo tiempo o ubicar la cámara fácilmente para hacer autorretratos.
La china OnePlus también ha ofrecido un teléfono móvil con un rasgo único en la industria: unas vetas que recorren su transparente carcasa trasera y que transportan un líquido refrigerante para evitar su sobrecalentamiento. La compañía aduce que este sistema, llamado CryoFlux, permite reducir la temperatura del teléfono hasta 2,1 grados mientras se utilizan juegos y hasta 1,6 cuando se está cargando.
Una investigación publicada recientemente por tres investigadores de origen británico e irlandés ha concluido que tres de estas marcas chinas (OnePlus, Xiaomi y Oppo) transfieren datos sensibles de sus usuarios sin que lo sepan. El agujero de privacidad está en las aplicaciones de terceros, que vienen preinstaladas en el teléfono. Entre esta información estarían identificadores de los usuarios, geolocalización, datos personales del usuario (como su número de teléfono o el uso que hace de las aplicaciones) y sus relaciones sociales (por ejemplo, a través de su historial de llamadas).
La filtración de estos datos se produce de manera mucho más masiva en las versiones china de los teléfonos. Según la investigación, la presencia de estas aplicaciones preinstaladas es entre 3 y 4 veces mayor en la versión china que en la global, que es mayoritariamente la que traen los teléfonos que aterrizan en España. Los permisos que traen aceptados por defecto estas aplicaciones son entre 8 y 10 veces más amplios en las versiones chinas que en las globales. Sobre esta versión global, los investigadores concluyen que las “aplicaciones espía” se limitan a extraer datos del dispositivo, más que del usuario.
Esta estrategia de diseños rompedores con materiales más propios de naves espaciales es una respuesta ante la caída global de ventas de la telefonía móvil en 2022. Según la empresa analista de tecnología Canalys, las ventas chinas de teléfonos móviles cayeron un 14%, mientras que en el caso de los fabricantes globales fue del 18%.
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Según la información de Catalys, en 2022 los dos grandes campeones globales del mercado son la surcoreana Samsung, con un 22% de la cuota de mercado y la estadounidense Apple, con un 19%. Le siguen las chinas Xiaomi, OPPO y vivo, con un 13%, 10% y 9%.
Pero este panorama es diferente en España. Según la información que esta empresa analista ha facilitado a Business Insider, aquí los teléfonos chinos tienen mayor presencia. En el cuarto trimestre de 2022 se vendieron 3,4 millones de teléfonos móviles. Uno de cada tres, fue de la china Xiaomi (33%). Le sigue Samsung (30%), Apple (12%), OPPO (11%) y la china TCL (4%). Así, el 90% de los teléfonos que se vendieron entre octubre y diciembre fueron de cinco marcas. Casi la mitad, eran teléfonos chinos.
Independientemente del fabricante, el sistema operativo del teléfono por excelencia es Android, de Google, que según la investigación, utilizan los fabricantes chinos para añadir las aplicaciones espía. Según los datos de la estadística Statcounter, el 71% de los teléfonos globales están gobernados por Android, frente un 27% que llevan iOS, el sistema operativo de Apple. Este porcentaje se eleva en España hasta el 77%, por encima incluso del dato registrado en la propia China (75%). La consultora IDC aporta datos similares de esta supremacía y estima que de 1.270 millones de teléfonos que se venderán en el mundo en 2023, 1.037 millones llevarán Android y 233 millones, iOS.
Para espiarte, China no necesita un enorme globo flotando sobre tu vivienda. Probablemente lo esté haciendo a través del dispositivo que está usando, como sugiere una reciente investigación. Por ejemplo, si tu teléfono es un Xiaomi o un Oppo que está usando un sistema operativo Android, que es lo más probable. Las dos primeras marcas acaparan casi la mitad del mercado de teléfonos en España y el sistema operativo, tres de cada cuatro.
En una versión previa de este texto se afirmaba que Android es un sistema operativo chino, pero es de origen estadounidense, ya que pertenece a Google. La citada investigación señala que los fabricantes chinos usan este sistema operativo para añadir las aplicaciones de terceros que espían al usuario.