LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
La pandemia hunde a mínimos históricos la duración media de los contratos: sólo 45 días
El parón productivo no sólo desplomó la contratación en abril, sino que además hundió la duración media de los contratos en ese mes a un mínimo histórico, sólo 45,21 días, apenas mes y medio. Una duración que sólo se acerca a las alcanzadas en los agostos –cuando se disparan los contratos de temporada– de la recesión, entre 2012 y 2014. Pero nunca en abril, un mes de los buenos para el empleo. En el de 2019, por ejemplo, la duración media rozó los 51 días. En marzo de este año, pese al batacazo de las últimas dos semanas, ya con el estado de alarma en vigor, subían hasta 51,24 días. Aun así, a distancia sideral de los 81,58 días de abril de 2006, en plena bonanza económica.
Según la estadística de contratación que publica cada mes el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), en abril apenas se registraron 673.149 contratos, menos de la mitad que en el mismo mes de 2019, un 62% menos. Y un 46,2% menos que el pasado marzo. Un descalabro que se dejó sentir más, en términos porcentuales, en los contratos indefinidos. Sólo se firmaron 33.365, un 69,7% menos que en abril de 2019. Los temporales cayeron un 38,6% respecto al año anterior.
El acortamiento de los contratos temporales este mes no se ha debido al aumento de los más breves, los de menos de una semana o de un mes, pese a que su número lleva disparado desde la anterior crisis. Por el contrario, la causa hay que buscarla en el brusco descenso de los temporales de mayor duración, de entre tres meses y un año, que han sufrido caídas superiores al 83%.
Además, cuando han contratado, los empresarios han preferido abreviar la duración, en vista de la incertidumbre: cuando antes la contratación temporal se concentraba en empleos de entre uno a seis meses, ahora el grueso se da entre los que se prolongan sólo de 15 días a tres meses.
Lo que no cambia es el dominio de los contratos ultrabreves de menos de una semana. Pese a que han experimento igualmente un recorte extraordinario del 78,5% respecto a abril de 2019, siguen siendo los más abundantes: 108.751, el 16%. Su número equivale a la suma de todos los contratos de entre 15 días y tres meses. Cierto es también que se sitúan lejos del 27,3% que alcanzaron en abril del año pasado. Entonces se suscribieron más de medio millón.
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Por el contrario, en el reparto de los contratos, han ganado terreno, y mucho, los de duración indeterminada, que suelen coincidir con los de obra y servicio –más los escasos que se firman de interinidad y jubilación parcial–. En pleno parón productivo, representan la mitad de los contratos firmados, 330.811. En abril de 2019 equivalían al 39,6% de los contratos y el pasado mes de marzo al 35,7%. De hecho, se registraron más contratos de obra y servicio el pasado mes que contratos eventuales por circunstancias de la producción, el temporal por antonomasia,: sólo 241.679. Aun así, su número ha descendido un 40,3% respecto a abril del año pasado. Una cifra significativa pero la mitad de lo que han caído los de tres meses a un año.
La abreviación de los contratos en este mes de confinamiento y parálisis se ha producido sobre todo en la industria. Pese a que el contrato temporal es el rey en el sector servicios, en la industria la duración media de estos empleos ha pasado de 48 días en abril de 2019 a sólo 36 el pasado mes. Mientras, en los servicios la duración media apenas se ha movido: de 52,14 días hace un año a 52,03 días en 2020. En cambio, la construcción incluso ha prolongado los suyos, de 81,17 días en abril de 2019 a 88,5 días en abril de este ejercicio. La agricultura también ha recortado sus contratos con el parón, aunque la mitad que la industria: de 32,8 días a 28,8.
Otro dato que ha trastocado este atípico mes para el empleo es la duración de los contratos de hombres y mujeres. Lo usual es que los primeros tengan contratos más largos que las segundas. Pero el pasado mes de abril la duración de los contratos suscritos por mujeres rozó los 49 días, mientras que los hombres se quedaron en 42,6. Hace un año, sin embargo, los hombres firmaban de media por 52 días y las mujeres por 49,8.