A Walmart, la mayor cadena minorista del mundo, conocida por los bajos salarios de sus trabajadores, le gusta tan poco derrochar en sus nóminas –abona 7,9 euros la hora, después de la última subida— como pagar impuestos. Según un informe de Americans for Tax Fairness, una organización que aboga por una reforma fiscal progresiva en Estados Unidos, Walmart posee 76.000 millones de dólares (68.560 millones de euros) en 78 filiales que ha creado en 15 paraísos fiscales de todo el mundo. Uno de ellos, España.
Sí, junto a las islas Camián, Curaçao o Luxemburgo, España es uno de los países utilizados por el gigante comercial, que ganó 14.388 millones de euros en 2014, para eludir el pago de impuestos. La cadena de distribución no posee ni una sola tienda en el país, pero recurre a una polémica y opaca figura fiscal española, las Empresas de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE) para no tributar en Argentina, aprovechando al tiempo el convenio español para evitar la doble imposición con el país austral.
Según Americans for Tax Fairness, Walmart creó en noviembre de 2002 la ETVE Assedox SL. Primero domiciliada en la calle Claudio Coello de Madrid, hoy está inscrita en el Registro Mercantil de Valencia. Revela un capital suscrito de 287,37 millones de euros, pero no tiene ni un solo empleado. El informe de la organización estadounidense le adjudica un total de 5.000 millones de dólares (4.510 millones) en activos. Assedox posee el 91,34% de Walmart Argentina SRL y el 95% de Inversiones Walmart Argentina SRL. En el país de Cristina Kirchner cuenta con un total de 105 tiendas.
Una ETVE es el equivalente español a los hóldings creados en Holanda o Luxemburgo con un único propósito: reducir al mínimo legal el pago de impuestos. En su informe sobre inversiones exteriores de 2014, el Ministerio de Economía define las ETVE como “sociedades instrumentales” destinadas a la “optimización fiscal dentro de un mismo grupo empresarial”. Creadas en 1992, debían tener un mínimo de inversión de seis millones de euros –tras la reforma fiscal del año pasado ese límite ha subido a 20 millones– o poseer el 5% del accionariado de otra empresa. No pagan impuestos ni por el capital que entra o sale de España a través de ellas, ni por los dividendos, beneficios y plusvalías generados por las empresas extranjeras en las que participan. Tampoco por el reparto de beneficios entre sus socios. Sólo tendrían que tributar si realizaran alguna inversión por su actividad en España pero, en ese caso, si declaran pérdidas, pueden deducir los gastos. Además, pueden consolidar sus resultados con el resto del grupo al que pertenecen, compensando esas pérdidas con los beneficios de otras filiales y generando créditos fiscales, hasta un máximo de 18 años. Finalmente, las empresas tienen la obligación de comunicar al Ministerio de Hacienda su constitución, pero no existe ningún registro público de ETVE.
Argentina mandó parar
Walmart no es, desde luego, la única multinacional que utiliza España como paraíso fiscal para sus inversiones en Argentina. En julio de 2012 el Gobierno de Cristina Kirchner denunció el convenio de doble imposición que su país había firmado con España en 1992. La AFIP, la Agencia Tributaria argentina, había descubierto que 51 multinacionales, desde Petrobras y Kimberly Clark hasta Monsanto o Danone, habían dejado de pagar 470 millones de pesos (46,67 millones de euros) entre 2006 y 2010 tras abrir sus propias ETVE en España. Es decir, no pagaban impuestos aquí y, aprovechando el convenio sobre doble imposición, tampoco en Argentina. Según cita Intermon Oxfam en su informe La ilusión fiscal, sólo en 2011 la inversión española desde Argentina creció un 1.444%. En marzo de 2013, ambos gobiernos firmaron un nuevo convenio, que obliga a las multinacionales a pagar impuestos en el país austral al tiempo que suprime las ventajas fiscales de que disfrutaban allí grandes compañías españolas como Telefónica, Repsol, Santander o BBVA.
También la petrolera estatal mexicana Pemex ha encontrado en las ETVE un buen vehículo para lo que los expertos denominan “elusión fiscal” o planificación fiscal agresiva. Según publicó la periodista mexicana Nancy Flores en la revista Contralínea, Pemex posee 21 empresas radicadas en paraísos fiscales, sin oficinas ni empleados, con las que elude el pago de 10.300 millones de pesos al año (589 millones de euros) en impuestos a la Hacienda local. En España cuenta con ocho compañías. Cuatro de ellas las trasladó Pemex en mayo de 2014 desde las islas Caimán hasta la Torre Picasso de Madrid. PMI Holdings Petróleos España es la ETVE del grupo mexicano. Ésta, a su vez, posee filiales en Holanda, Irlanda, Estados Unidos, Reino Unido y México, y gracias a los convenios para evitar la doble imposición en esos países, Pemex no paga en ellos el impuesto de sociedades.
Según Contralínea, las filiales españolas de la petrolera estatal no han contratado personal alguno, son manejadas por empleados públicos desde la sede de Pemex en el Distrito Federal. Aunque, a diferencia de Walmart, por ejemplo, el grupo mexicano ha hecho inversiones productivas en España: compró el 51% del astillero vigués Hijos de J. Barreras por cinco millones de euros y contrató la construcción de cincos buques por importe de 300 millones de euros.
De Vodafone a Morgan Stanley
En 2011 El País desveló que otra petrolera, la estadounidense Exxon utilizaba una ETVE ExxonMobil Spain para no pagar impuestos. Con un solo empleado y ningún negocio en España, declaró unos beneficios netos de 9.907 millones de euros en dos años. Quedó extinguida en agosto de 2012. También Vodafone usó Vodafone Holdings Europe para deducirse 1.043 millones de euros en gastos financieros en 2003 y 2004. Un tribunal le obligó a pagar a Hacienda. Pepsico Holding de España es la ETVE de Pepsi. Está inscrita en el Registro Mercantil de Álava y declaraba un capital en 2014 de 70,37 millones de euros. Según Intermón Oxfam, desde esa empresa la multinacional controla filiales en Alemania, Portugal, Rusia, México y Luxemburgo. Como presentó pérdidas de nueve millones de euros en 2009, Hacienda le devolvió 20 millones de euros.
La cadena de tiendas de calzado Foot Locker posee Foot Locker Europe Holdings, que declaró un capital de 55 millones en 2012. La farmacéutica estadounidense Lilly tiene Eli Lilly Spain Holding ETVE SL, y la informática Hewlett Packard, Hewlett Packard Holding Iberia. El informe de Intermón Oxfam atribuye a la financiera Morgan Stanley cinco ETVE, repartidas entre Madrid y Las Palmas. Morgan Stanley Spanish Holdings SL, creada en 2007, declaraba en 2012 un capital de 247 millones de euros. Otra compañía mexicana, la cementera Cemex, tiene registrada Cemex Latam Holdings SA, con un capital suscrito de 578,2 millones de euros.
En España hay registradas 138 ETVE, de acuerdo con las cifras facilitadas por el sindicato de técnicos de Hacienda Gestha para el año 2012. El flujo de inversión bruta generado por estas empresas en 2014 alcanzó los 1.299 millones de euros, según el Ministerio de Economía, el 6,64% de la inversión extranjera. El dato es el menor desde 1998, tras sufrir una caída continuada que sólo en el último año ha sido del 67% respecto a 2013. Y que es aún más espectacular si se toman como referencia las cifras de 2001 y 2002, cuando el flujo de inversión a través de ETVE alcanzó los 20.044 millones y 21.180 millones de euros, respectivamente.
Es más, en ambos ejercicios, la inversión que fluía a través de estos instrumentos de ingeniería fiscal superaba a la que llegaba por cauces normales –15.500 millones en 2001 y 11.769 millones de euros en 2002–. El flujo decayó notablemente en los años siguientes, para repuntar en 2010 hasta los 11.916 millones de euros.
Sin efectos económicos pero dan imagen internacional
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Mayor o menor, el caso es que la inversión en ETVE “carece de efectos económicos directos” en España. Lo reconoce el propio Ministerio de Economía en el citado informe de inversiones exteriores. “Las operaciones de inversión llevadas a cabo por este tipo de sociedades generalmente consisten en la transmisión dentro de un mismo grupo empresarial de participaciones en sociedades radicadas fuera de España”, explica. “Pueden tener un valor efectivo muy elevado y un resultado económico muy limitado”, continúa Economía, “pueden valorarse en millones de euros y al mismo tiempo no generar inversión en activos fijos ni puestos de trabajo alguno en el país que figura como receptor”.
Entonces, ¿para qué se crea esta figura societaria y en qué beneficia a España? “Sólo sirven para atraer capital y situar a España como un centro internacional de inversiones”, responde Susana Ruiz, responsable de Fiscalidad Justa de Intermón Oxfam. De hecho, el propio Ministerio de Economía no ha tenido inconveniente todos estos años en promocionar las ETVE a través de su servicio Invest in Spain, recuerda el informe de la ONG. También las publicitan las cámaras de comercio españolas en el exterior, apunta por su parte el sindicato Gestha. Un despacho de abogados catalán, por ejemplo, las recomienda a empresas italianas por su opacidad. Pese a que el capital de la ETVE debe ser nominativo, esgrime, “eso no significa que que el nombre de los socios deba ser accesible al público”. Por tanto, añade, la ETVE puede utilizarse también “para gestionar participaciones en empresas con sede en Italia cuyos titulares desean mantener una cierta confidencialidad sobre su inversión”.
Además, los hóldings españoles tienen otra ventaja sobre sus equivalentes europeos: sólo en España pueden deducir sus gastos fiscales en ejercicios futuros. Quizá no puedan competir con otros esquemas elusivos como el sándwich holandés o el doble irlandés, pero en sus mejores momentos las ETVE atrajeron hasta el 64,3% de las inversiones extranjeras a España. Y ésos son muchos miles de millones que no tributaron.
A Walmart, la mayor cadena minorista del mundo, conocida por los bajos salarios de sus trabajadores, le gusta tan poco derrochar en sus nóminas –abona 7,9 euros la hora, después de la última subida— como pagar impuestos. Según un informe de Americans for Tax Fairness, una organización que aboga por una reforma fiscal progresiva en Estados Unidos, Walmart posee 76.000 millones de dólares (68.560 millones de euros) en 78 filiales que ha creado en 15 paraísos fiscales de todo el mundo. Uno de ellos, España.