La economía española creció un 0,6% entre julio y septiembre, lo mismo que en los dos trimestres anteriores, gracias, principalmente, al empuje del consumo de los hogares y del sector público, que aumentaron a tasas superiores a las del segundo trimestre, con avances del 0,6% y del 0,8%, respectivamente. La inversión, por su lado, repuntó un 1%.
Por su parte, la tasa interanual se mantuvo en el tercer trimestre en el 2,5% debido exclusivamente a la demanda nacional, según el avance trimestral de la Contabilidad Nacional publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el repunte interanual del 2,5% registrado en el tercer trimestre del ejercicio, la economía española acumula 19 trimestres consecutivos de tasas interanuales positivas, mientras que con el avance trimestral del 0,6% se acumulan 20 trimestres consecutivos de alzas.
La demanda nacional aportó 3 puntos al crecimiento del PIB interanual en el tercer trimestre, tres décimas menos que en el trimestre anterior, en tanto que la demanda externa restó cinco décimas al crecimiento, frente a las ocho décimas negativas del trimestre anterior. El PIB a precios corrientes aumentó un 3,5% en tasa interanual, dos décimas más que en el segundo trimestre, manteniéndose por encima de los 300.000 millones de euros, barrera que se superó por primera vez en el segundo trimestre de este año. Con ello, el deflactor implícito de la economía aceleró dos décimas su crecimiento interanual, hasta el 1%.
450.000 empleos más en un año
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció entre julio y septiembre un 0,7% respecto al trimestre anterior, una décima menos que en el trimestre anterior. En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,5%, lo mismo que en el trimestre anterior, lo que supone la creación neta aproximada de 450.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año. En el tercer trimestre, la ocupación en la construcción y los servicios aceleró su ritmo de crecimiento interanual, desde el 8,6% al 8,7% en el primer caso y desde el 2,2% al 2,5% en el segundo. Por su parte, el empleo en la industria moderó su tasa interanual hasta el 0,6% y la agricultura volvió a destruir empleo y a mayor ritmo que en el trimestre anterior (-1,4% en el tercer trimestre frente al -1,1% del segundo trimestre).
Se acelera el avance de la remuneración de los asalariados
El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,3% interanual entre julio y septiembre, una décima más que en el trimestre anterior. La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo se mantuvo en el 0,0% y la productividad por hora efectivamente trabajada también se mantuvo en el -0,4%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó de crecer un 3,9% a aumentar un 4,4%, su mayor repunte desde el cuarto trimestre de 2015. Este crecimiento es consecuencia de la evolución del número de asalariados y del aumento en cuatro décimas de la remuneración media por asalariado (del 0,7% al 1,1%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 1,1%, una décima más que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (1%).
Se acelera el gasto público y el consumo de los hogares
Según los mismos datos, el consumo de los hogares aceleró cinco décimas su crecimiento trimestral entre julio y septiembre, desde el 0,1% al 0,6%. Al mismo tiempo, el gasto público amplió siete décimas su crecimiento trimestral, hasta el 0,8%, encadenando siete trimestres de alzas. Por su parte, el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro volvió a tasas positivas al avanzar un 0,1% entre julio y septiembre, en contraste con el retroceso del 0,3% que experimentó en el segundo trimestre.
Por el contrario, la inversión desaceleró su crecimiento trimestral desde el 3,5% al 1% por la evolución de todos sus componentes: la inversión en vivienda moderó su avance al 0,5% en los meses de verano, frente al aumento del 2,2% del segundo trimestre; la inversión en maquinaria y bienes de equipo desaceleró su crecimiento más de cuatro puntos, hasta el 2,2%, y la inversión en productos de propiedad intelectual registró una tasa negativa del 0,2%, en contraste con el crecimiento experimentado en trimestres anteriores. Entre julio y septiembre, tanto las exportaciones como las importaciones presentaron tasas negativas, del 1,8% en el primer caso y del 1,2% en el segundo. Esta evolución contrasta con las tasas positivas registradas en trimestres anteriores (en el segundo trimestre las exportaciones aumentaron un 0,2% y las importaciones, un 1%).
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Aquí el informe del INE sobre el PIB del tercer trimestre de 2018:
La economía española creció un 0,6% entre julio y septiembre, lo mismo que en los dos trimestres anteriores, gracias, principalmente, al empuje del consumo de los hogares y del sector público, que aumentaron a tasas superiores a las del segundo trimestre, con avances del 0,6% y del 0,8%, respectivamente. La inversión, por su lado, repuntó un 1%.