Precio del alquiler
El precio de una habitación en un piso compartido se sitúa en 287 euros
El precio de una habitación en un piso compartido en España se sitúa en los 287 euros al mes, casi un 1,7% menos que en 2018, según un estudio realizado por pisos.com.
En la actualidad, Madrid y Barcelona concentran el 22,8% de la oferta, pero más del 35% de la demanda. Además, teniendo en cuenta la edad, el estudio realizado por el portal inmobiliario pone de relieve que el grupo de inquilinos más numeroso es el que va de los 18 a los 25 años (51,3%).
Por detrás, le siguen los inquilinos que tienen entre 26 y 35 años (29,2%), mientras que los que tienen entre 36 y 35 representan el 10,9% de la demanda y los que tienen entre 46 y 60 años el 6,5%. Por su parte, los mayores de 60 años representan un 2%.
Según el informe, el 38,7% de los pisos compartidos se reparte entre Barcelona (16,5%), Madrid (15,7%) y Valencia (6,4%). Barcelona (11,9%), Madrid (10,8%), Sevilla (4,7%), Valencia (4,4%) y Granada (4,3%) aglutinan el 36,3% de la oferta de pisos con habitaciones al alquiler.
La demanda, por su parte, se concentra en las provincias de Madrid (22,1%), Barcelona (21,9%), Sevilla (7%), Valencia (5,1%) y Málaga (3,5%).
Respecto al precio, Barcelona es la capital más cara para compartir, con un precio medio que ronda los 455,8 euros por habitación. Por detrás, le siguen Madrid (425,01 euros), Palma de Mallorca (403,87 euros), San Sebastián (402,57 euros) y Bilbao (360,6 euros).
Por el contrario, las habitaciones más baratas se encuentran en Zamora (152,43 euros), Badajoz (165,15 euros), Ciudad Real (168,51 euros), Lugo (170,97 euros) y Palencia (180,22 euros).
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El director de pisos.com, Ferran Font, cree que la emancipación y el alquiler compartido mantienen una relación causa-efecto muy fuerte.
"El deseo de tener una vida propia y actuar con independencia encuentra respuesta en esta fórmula, adecuada para inquilinos que aún están estudiando, se acaban de incorporar al mercado laboral o compatibilizan ambas actividades", ha añadido Font.
No obstante, Font ha señalado que los ingresos deben acompañar y que el problema es que hay "un amplio desfase entre solvencia y régimen de acceso".