La recuperación del empleo de la que presume el Gobierno no ha conseguido aún que el paro mejore las cifras con las que se encontró Mariano Rajoy cuando ganó las elecciones hace ahora tres años. El antiguo Inem registró el pasado noviembre 4,51 millones de desempleados, 91.654 más de los que había en el mismo mes de 2011. Tampoco los datos de afiliación a la Seguridad Social han remontado sustancialmente: 16,69 millones de trabajadores figuraban de alta el pasado mes, 552.778 menos que hace tres años. Hay que retrotraerse a 2003 para encontrarse con cifras de cotización similares.
Así pues, la crisis ha sido devastadora sobre las cuentas de la Seguridad Social. El número de empresas contabilizadas el último mes también está por debajo del existente en 2011: 14.238 menos. El pasado octubre, el último que incluyen las estadísticas recién publicadas por el Ministerio de Empleo, se registraban 1,42 millones de empresas dadas de alta. Lo que sí ha aumentado es el número de autónomos: 41.684 más que hace tres años, hasta alcanzar los 3,12 millones.
También se contaban entonces menos pensionistas. En tres años su número ha crecido en 354.413, de ahí que la ratio entre afiliados y perceptores de pensiones haya caído hasta niveles mínimos: de 2,47 en diciembre de 2011 hasta el escaso 2,26 actual. La consecuencia se refleja en el gasto en pensiones, que se ha disparado hasta alcanzar los 8.104 millones de euros el pasado mes. Y la necesidad de recurrir al Fondo de Reserva, la famosa hucha, para pagar la extra de diciembre: no hay afiliados de alta suficientes para abonar una nómina cada vez mayor de pensionistas.
En todo caso, en comparación con el ligero aumento de la afiliación en noviembre respecto al mes anterior, tres centésimas –5.232 cotizantes más–, la cifra de 2011 experimentó un desplome considerable: 111.782 personas perdieron su empleo entonces. El año siguiente fueron incluso más: 205.678.
Lo que sí ha aumentado es el número de contratos registrados: 167.521 más en comparación con noviembre de 2011. También se firmaron el último mes más contratos a tiempo parcial, 74.581 por encima de la cifra de hace tres años, una tendencia que no ha dejado de consolidarse desde la reforma laboral. Y se registraron más indefinidos: 33.649 más. Detrás de esa subida se encuentra la batería de subvenciones que el Gobierno ha puesto a disposición de las empresas para que apuesten por este tipo de contratos: la tarifa plana de cotizaciones.
El declive de las prestaciones
La cronificación de la crisis también ha tenido su reflejo en el gasto en prestaciones y en el número de personas que las perciben. Además, las sucesivas medidas de recorte que ha puesto en marcha el PP han redundado en una caída del gasto público en desempleo. En octubre –los datos de prestaciones se publican con un mes de retraso respecto de los del paro registrado– el Estado pagó 1,91 millones de euros en prestaciones de desempleo. Tres años antes, la factura se elevaba a 2,46 millones de euros, un 28,5% más. Si en octubre de 2011 cobraban una prestación 2,79 millones de parados, este año son 2,44 millones, lo que implica un descenso de 344.378, un 12,38%. Entonces la cobertura de las prestaciones era del 67,7%; hoy ha caído hasta el 57,31%, una diferencia de 10 puntos porcentuales. En 2011, 1,56 millones de parados no percibían ningún tipo de ayuda. Tres años después, superan los dos millones.
En este tiempo también ha sido constante la pérdida de calidad de la prestación; es decir, el descenso del número de perceptores de la contributiva y el aumento de quienes reciben ayudas y subsidios asistenciales. Desde octubre de 2011 hay 329.731 parados menos que cobran la prestación contributiva.
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Con la prolongación de la crisis y el enquistamiento del paro de larga duración –quienes llevan más de un año sin trabajar–, la cifra de parados que sólo perciben subsidios –426 euros– ha aumentado hasta superar a la de aquéllos que reciben la prestación contributiva. Son ya 1,34 millones de personas con subsidios, un 37,8% más que los perceptores de la contributiva. También ha crecido un 30% el número de quienes cobran la Renta Activa de Inserción –426 euros para parados de larga duración mayores de 45 años–: 267.189 personas el pasado octubre.
Además, la cuantía de la prestación contributiva ha experimentado un recorte sustancial. Por una parte, los salarios han bajado y, por otra, a partir del séptimo mes de paro, también se ha reducido la cuantía que cobra el desempleado. Así, en 2011 el Estado se gastaba una media de 906,9 euros por cada parado. Tres años más tarde, esa cantidad ha caído más de 100 euros mensuales, hasta los 801,9 euros.
----------------------------------Esta noticia ha sido editada para corregir la diferencia entre la cifra de desempleados actual y la que existía cuando el PP ganó las elecciones de noviembre de 2011, que es de “casi 100.000 parados” y no de “casi 300.000” como por error se decía en la información original.