La inflación terminó 2021 en España en el 6,5%, un registro desconocido desde mayo de 1992, y ya ha alcanzado el 7,4% sólo en los dos primeros meses de este año. Ese nivel supone un desafío para los salarios de los trabajadores, que van a sufrir una dolorosa pérdida de poder de compra si no aumentan en la misma proporción. Estos días sindicatos y patronal están embarcados en una dura negociación para dibujar el marco en que deberían moverse las subidas salariales de los próximos tres años. Las empresas esgrimen la débil recuperación de muchos negocios tras el covid y las incertidumbres de la guerra en Ucrania para no conceder más que un aumento moderado de los sueldos. Los sindicatos, por su parte, conscientes de que alzas del 7% son impensables, ofrecen cláusulas de revisión salarial al final de los tres años para modular las subidas iniciales que quieren pedir. Aunque UGT ya ha mencionado el 5% como primera puja, lo cierto es que el dígito final quedará lejos de esa cifra.
Sin embargo, mejoras salariales en esas alturas no son imposibles. De hecho, hasta febrero de este año, la estadística del Ministerio de Trabajo muestra 92 convenios colectivos que este año concederán subidas salariales por encima del 4%. Es más, la media que proporcionarán a los trabajadores a los que se aplican llega al 6,6%. Hay 27 que otorgan el 7%, siete el 8%... En total, 54 de ellos, el 58,7%, igualan o superan la inflación de 2021.
Pero sólo seis han sido firmados este año o su entrada en vigor es este año. El resto son convenios de ejercicios anteriores que en 2022 deben aplicar la subida del IPC para subir los salarios. De los primeros, en cualquier caso, tres registrados por empresas guipuzcoanas reconocen alzas por encima del 6% y uno de una firma de Valladolid llega hasta el 8%. El convenio de los VTC de Madrid acordó un 9% de mejora salarial, pero ha sido anulado por la Dirección General de Trabajo de la Comunidad porque la mesa negociadora excluyó a CCOO Y UGT y fue firmado en solitario por el Sindicato Libre de Transporte. Según la Comunidad de Madrid, este sindicato “carece de legitimación negociadora o decisoria”.
La estadística sólo recoge los convenios registrados, pero los hay recién firmados que no aparecen en esos datos e incluyen subidas considerables de salarios. Es el caso de Supercor, los supermercados de El Corte Inglés, cuyo convenio establece un alza del 4,7% para este año y del 5,9% para el próximo. Talgo ha firmado un 5% con efectos retroactivos para 2021 y un 4% para 2022. El sector de los mataderos de aves y conejos, tras un largo conflicto laboral, ha concedido un 8,1% de aumento para 2021 y un 4,25% para este año. Si los sindicatos consiguen que se aplique la cláusula de revisión que piden, la subida llegará al 8,6%.
Con los convenios que deben este año subir los sueldos al mismo nivel que lo ha hecho la inflación sí que se está produciendo cierta resistencia en algunos sectores, explica Raúl Olmos, adjunto a la Secretaría de Acción Sindical de CCOO. En el sector de la dependencia la patronal no quiere superar el 3,1%. El mismo atasco está sufriendo el convenio de los centros de atención a personas con discapacidad. Pero, al menos de momento, no han aumentado los descuelgues, el mecanismo que el Estatuto de los Trabajadores proporciona a las empresas para que dejen de aplicar algunas de las condiciones de los convenios por causas económicas, organizativas o de producción. En enero y febrero sólo se han producido 129, el mismo número que en 2021.
Empresas de servicios atadas al IPC
De los 92 convenios con subidas por encima del 4%, la mayoría, 62, son convenios de empresa. Pero entre los sectoriales están los de la siderurgia de Guipúzcoa –6,5%– y de Sevilla –7%–, las ambulancias de Asturias, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, la atención domiciliaria de Cataluña –8%–, la limpieza viaria de Murcia y Guipúzcoa y los odontólogos de Asturias y Murcia –un 7%–. Entre las empresas, Fomento de Construcciones y Contratas Medioambiente (FCC) subirá los sueldos de sus plantillas un 7% en Aragón, un 5,52% en Ponteareas (Pontevedra) y un 4% en Navarra y Baleares. Los trabajadores de Ferrovial Servicios en Álava y Cespa, perteneciente al mismo grupo y dedicado a la recogida de residuos, en Baleares y Almería también cobrarán un 6,3%, un 4% y un 7% más, respectivamente.
Urbaser en Santa Pola, Barcelona y Zaragoza tienen subidas de entre el 5,9% y el 7%. Y Valoriza, perteneciente a la constructora Sacyr, concederá un alza de casi el 5% en Barcelona.
Todas ellas son empresas dedicadas a la limpieza viaria o la gestión de residuos y viven de conseguir contratos con las administraciones públicas. “Es más habitual que por ese motivo tengan los salarios indexados al IPC pasado, porque les permite una cierta estabilidad y prescindir de las cláusulas de revisión”, explica Raúl Olmos. Desde hace años, CEOE y Cepyme piden que se permita a las empresas repercutir el aumento de los salarios en el precio de los contratos que les adjudican las administraciones públicas. Por eso reclaman que se derogue o se modifique la Ley de Desindexación de la Economía que desde 2015 lo prohíbe. Hace sólo unos días firmaron un manifiesto junto con CCOO y UGT, donde destacan los obstáculos a la negociación colectiva y los costes que imponen a las empresas de servicios las “obligaciones laborales” derivadas de estas subidas o del alza del salario mínimo.
País Vasco y Navarra, las mayores subidas
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También es reseñable la abundante presencia de convenios vascos y navarros entre ese casi centenar que otorga subidas salariales por encima del 4%. Son 19 y 18, respectivamente, el 40% de los convenios ricos. Un número significativo si se compara con los seis de Cataluña y siete de Madrid. En Andalucía hay 14, pero la región posee 8,5 millones de habitantes y el País Vasco, sólo 2,17 millones. Los salarios vascos y navarros ya son de por sí los más elevados de España, pero también son sus convenios, destaca Raúl Olmos, los que más cláusulas de revisión tienen y donde más se acude a la actualización según el IPC del año anterior. También hay que tener en cuenta que en el País Vasco se han registrado 205 convenios de los 1.694 que tienen efectos este año, según la estadística de Trabajo. Sólo le supera Andalucía, con 278, pero como se ha dicho, con cuatro veces más población. En comparación, los convenios vivos en Madrid este año son únicamente 82.
Además, son los vascos los que mayores subidas salariales establecen para 2022: un 5,16% de media, seguidos por el 4,93% de Cantabria. En Madrid, la media es del 2,7%. La comunidad autónoma más tímida con los sueldos es Castilla y León, cuyos convenios sólo reconocen un 1,96% de mejora para este ejercicio.
Las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, sumadas a los paros de los transportistas, pueden terminar con las subidas salariales de los dos primeros meses del año y atascar la aplicación de las que están vinculadas directamente al IPC. En enero y febrero se han firmado y registrado 22 convenios. Los seis con alzas superiores al 4% equivalen a casi un tercio. Pero la realidad de los 1.694 convenios en vigor este año es mucho menos espléndida. De los 4,38 millones de trabajadores amparados por esos convenios, 1,6 millones tienen subidas de entre el 1,5% y el 2%, y 1,48 millones más entre el 1% y el 1,5%. Sólo 473 convenios incluyen subidas por encima del 3% y de ellos el 85,6% son convenios de empresa. Además, aún queda mucho trecho para llegar al acuerdo de negociación colectiva que debe servir de marco general para empresas y trabajadores. “Los enormes beneficios de las empresas en 2021 deberían ser la realidad negociadora de este año”, protesta el secretario de Política Sindical de UGT, Mariano Hoya.
La inflación terminó 2021 en España en el 6,5%, un registro desconocido desde mayo de 1992, y ya ha alcanzado el 7,4% sólo en los dos primeros meses de este año. Ese nivel supone un desafío para los salarios de los trabajadores, que van a sufrir una dolorosa pérdida de poder de compra si no aumentan en la misma proporción. Estos días sindicatos y patronal están embarcados en una dura negociación para dibujar el marco en que deberían moverse las subidas salariales de los próximos tres años. Las empresas esgrimen la débil recuperación de muchos negocios tras el covid y las incertidumbres de la guerra en Ucrania para no conceder más que un aumento moderado de los sueldos. Los sindicatos, por su parte, conscientes de que alzas del 7% son impensables, ofrecen cláusulas de revisión salarial al final de los tres años para modular las subidas iniciales que quieren pedir. Aunque UGT ya ha mencionado el 5% como primera puja, lo cierto es que el dígito final quedará lejos de esa cifra.