Los sindicatos descartan que peligren las inversiones de Volkswagen en España porque son “esenciales para la marca”

Incertidumbre, preocupación y nerviosismo. Ése es el ambiente que se respira esta semana en el plenario del comité mundial de Volkswagen en Wolfsburgo. El secretario general de CCOO en Seat, Rafael Guerrero, describe así el estado de ánimo de los miles de representantes sindicales venidos de todo el mundo que se reúnen hasta el viernes en la sede central del fabricante alemán. El nuevo presidente del grupo, Matthias Müller, ha anunciado que revisará todas las inversiones previstas de Volkswagen y que desechará o retrasará aquéllas que no sean “urgentes”. Guerrero considera que las inversiones comprometidas para las factorías de Seat en Martorell (Barcelona) y de Volkswagen en Landaben (Navarra) son “esenciales” porque de ellas depende la viabilidad tanto de las propias fábricas como de la marca. “Estamos casi convencidos de que las inversiones en España no están en cuestión”, asegura.

Pero no las tiene todas consigo. “Vamos a vivir en una situación de incertidumbre durante las próximas cuatro semanas”, explica el responsable sindical de CCOO. Es el plazo que Müller ha dado para revisar todas las inversiones de Volkswagen. Hasta mediados de noviembre, por tanto, la plantilla no sabrá qué deciden los nuevos responsables de la marca. En cualquier caso, el próximo viernes, el comité de Seat se reunirá con Matthias Müller. “Le pediremos que nos aclare el mensaje, aunque será difícil que nos dé más detalles: ya ha dicho que no dará información alguna hasta el final para no alimentar rumores”, lamenta el representante sindical.

Hay otros factores que tranquilizan a Rafael Guerrero. “En el comunicado oficial no lo han dicho, pero la dirección de Volkswagen ha puesto como ejemplo de proyectos prescindibles las inversiones en los modelos de lujo no rentables”, lo que excluye a Seat, dedicado a vehículos de gama media. También a la fábrica de Landaben: sólo produce el Volkswagen Polo.

Además, asegura el portavoz de CCOO, los 3.300 millones comprometidos en Martorell hasta 2019  –4.500 millones si se les suman las partidas destinadas a Landaben–  no son más que “migajas” dentro del enorme volumen de inversiones del consorcio. Suprimir esa cantidad, subraya Rafael Guerrero, “no soluciona ni una pequeña parte de la crisis que sufre el grupo”. Es más, si la empresa busca rentabilidad, tanto Landaben como Martorell se encuentran entre las factorías “más rentables, las que tienen los índices de productividad y calidad más elevados”, apunta.

Temor por los puestos de trabajo

Sin embargo, el dirigente de CCOO no oculta que su “principal miedo” es que, pese a todas sus cautelas, la crisis desencadenada por la manipulación de sus motores diésel se traduzca en recortes de plantilla en España. Si se reducen las inversiones, el empleo se verá afectado a medio plazo, indica. Pero la crisis inmediata de imagen, y su repercusión en la confianza del cliente, perjudicará al empleo “a corto plazo”. Las más afectadas, añade, serán las factorías de Estados Unidos y América Latina. “Ya arrastraban problemas de antes, pero ahora, además, están en el núcleo de la crisis, con todas sus ventas paralizadas… las caras de sus representantes sindicales aquí [en Wolfsburgo] son un poema”, revela Rafael Guerrero.

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Aunque no son las únicas. “Todos estamos muy serios, muy preocupados, muy conscientes de que nos va a tocar una época dura en que a los trabajadores tendremos que apretarnos el cinturón”, resume el responsable de CCOO.

“Nos sentimos víctimas de las malas prácticas de unos cuantos ejecutivos del grupo”, han protestado UGT y CCOO, los dos sindicatos mayoritarios en Seat, en un comunicado tras conocerse las declaraciones de Matthias Müller. “No podemos pagar con recortes y reducción de inversiones el coste global de la crisis”, advierten a la dirección del grupo. En parecidos términos se ha expresado también el comité de empresa de Volkswagen en Landaben. “Los trabajadores no deben pagar el pato” de la crisis que han causado unos directivos que “se han pasado de listos”, acusa Eugenio Duque, representante de CCOO en el comité navarro. En cualquier caso, cree que las inversiones previstas en la factoría no peligran “salvo catástrofe o debacle”, informa Europa Press.

Parte de los 3.300 millones comprometidos para Seat en Barcelona deberían destinarse al desarrollo de cuatro nuevos modelos de vehículos en los dos próximos años.

Incertidumbre, preocupación y nerviosismo. Ése es el ambiente que se respira esta semana en el plenario del comité mundial de Volkswagen en Wolfsburgo. El secretario general de CCOO en Seat, Rafael Guerrero, describe así el estado de ánimo de los miles de representantes sindicales venidos de todo el mundo que se reúnen hasta el viernes en la sede central del fabricante alemán. El nuevo presidente del grupo, Matthias Müller, ha anunciado que revisará todas las inversiones previstas de Volkswagen y que desechará o retrasará aquéllas que no sean “urgentes”. Guerrero considera que las inversiones comprometidas para las factorías de Seat en Martorell (Barcelona) y de Volkswagen en Landaben (Navarra) son “esenciales” porque de ellas depende la viabilidad tanto de las propias fábricas como de la marca. “Estamos casi convencidos de que las inversiones en España no están en cuestión”, asegura.

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