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Legislación laboral

Los sindicatos temen que el Gobierno apruebe una contrarreforma laboral descafeinada

La ministra Valerio, con Álvarez, Sordo y Garamendi, el pasado 10 de diciembre.

El Ministerio de Trabajo ha desconvocado la reunión prevista este martes con la patronal y los sindicatos en la que, sin un orden del día, tenía previsto anunciar “novedades”. Presumiblemente, era el borrador del real decreto-ley que está previsto que apruebe el Consejo de Ministros para revertir parte de la reforma laboral de 2012revertir parte de la reforma laboral de 2012. Sin embargo, fuentes del departamento que dirige Magdalena Valerio aseguraron este lunes que aún no existe siquiera “un texto sobre el que negociar”. En cualquier caso, fuentes del Gobierno han descartado que ese decreto-ley se lleve al consejo este próximo viernes.

Fuentes sindicales interpretan la suspensión de la reunión en clave positiva, ya que la decisión coincide con la apertura de una ronda de contactos con el Ejecutivo.

Mientras, Unidos Podemos lamenta que el Ejecutivo no les ha haya llamado todavía en busca de su apoyo para cuando tenga que llevar ese real decreto-ley al Congreso. Las Cortes se disuelven el 5 de marzo, dentro de una semana, y después tendrá que ser la Diputación Permanente la que convierta en ley, o no, la norma que salga del Consejo de Ministros. La diputada del partido morado Yolanda Díaz explica a infoLibre que el pasado viernes envió una carta a la ministra Valerio donde le resume todo lo que ambas partes han negociado desde agosto, pero aún no le ha contestado. “Se hablará con quien toque cuando haya un texto que negociar”, apuntan por su parte fuentes del ministerio.

Ante este panorama, CCOO y UGT temen que la derogación parcial por decreto de la reforma laboral no llegue a hacerse realidad o, si lo hace, quede descafeinada. Porque, al mismo tiempo, el Gobierno necesita también los apoyos de PDeCat y PNV para conseguir su ratificación en el Congreso. Y ambos partidos no comulgan al 100% con los planteamientos preacordados por el Ejecutivo con los sindicatos. Tampoco al 100% con los de la CEOE, que rechaza cualquier cambio en la reforma elaborada por el PP al comienzo de la crisis. Puede que para vestir a un santo –catalanes y vascos–, el Gobierno vaya a desvestir a otro –Unidos Podemos–.

“Vamos a pedirle al Gobierno que respete el acuerdo al que llegamos en diciembre en el Diálogo Social”el acuerdo al que llegamos en diciembre en el Diálogo Social, avanza la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Cruz Vicente, quien asegura que únicamente aceptarán “retoques mínimos para desbloquear” la negociación. Según explica, desde diciembre sólo ha habido “contactos” y una reunión formal el 25 de enero. Unidos Podemos aseguró el pasado viernes que su única cita con el Ministerio de Trabajo fue el pasado día 7.

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha reclamado a los partidos políticos que dieron soporte al Gobierno del PSOE “que cumplan con los compromisos mínimos que adquirieron con los ciudadanos durante la moción de censura y desmonten las reformas más lesivas para las personas”. “Si no nos satisface lo que mañana [por hoy] nos pone sobre la mesa el Gobierno en la mesa del Diálogo Social, debatiremos con CCOO la respuesta que vamos a dar”, advirtió , en una entrevista en RNE. Tanto UGT como CCOO han anunciado movilizaciones si el Ejecutivo finalmente no deroga los aspectos de la reforma laboral acordados. “A CCOO nadie le tiene que convencer de que es mejor que las modificaciones en materia laboral se hagan con acuerdo de los agentes sociales”, ha declarado en TVE el secretario general de este sindicato, Unai Sordo, quien ha advertido de que “la CEOE no tiene derecho de veto”, pero lleva seis meses impidiendo el pacto.

Precisamente, el presidente de los empresarios, Antonio Garamendi, se ha manifestado repetidamente estos últimos días en contra de que el Gobierno recurra al decreto-ley cuando ya está en tiempo de descuento para las elecciones. Y menos para asuntos que, dijo, “no son urgentes”, en referencia a la reforma laboral. “Con un proyecto de ley existe capacidad de audiencia, pero un decreto-ley es un contrato de adhesión: o me compras el papel o no hay nada”, ha subrayado en Sevilla en un desayuno convocado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

Las medidas en juego

Es seguro que el Consejo de Ministros aprobará dos medidas laborales, la recuperación del subsidio para mayores de 52 años –que el Gobierno del PP limitó a los mayores de 55– y de las cotizaciones para los cuidadores no profesionales de dependientes, sobre las que no debería haber problemas para su convalidación. Pero la incógnita se mantiene sobre el núcleo duro de lo que se ha dado en llamar la “contrarreforma laboral”, aunque sólo atañirá a una parte de los cambios introducidos en el Estatuto de los Trabajadores a partir de 2012.

Que las empresas sean obligadas a registrar la jornada de sus plantillas es rechazado por la CEOE, pero aceptado por PDECaT ni PNV que, no obstante, condicionan su respaldo definitivo a los “detalles” de un texto que aún no se les ha hecho llegar. Los catalanes también apoyan devolver la prioridad aplicativa al convenio sectorial, pero de forma limitada, y equiparar las condiciones laborales de los trabajadores de las subcontratas, no con las establecidas para la plantilla de la empresa principal como reclaman los sindicatos y Unidos Podemos, sino sólo con algunas de las fijadas en el convenio sectorial. Para recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos –su prórroga automática una vez caducan y mientras se negocia su renovación– también hay acuerdo con los nacionalistas vascos y catalanes, pero no con la patronal.

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Ciudadanos y Calviño

Yolanda Díaz adelanta que su grupo apoyará los cambios en la reforma laboral “salvo que en el texto final salga algo muy duro”. Y pese a las premuras de tiempo, cree que es posible un acuerdo porque “ya está todo escrito” desde que Unidos Podemos y el PSOE alcanzaron en octubre un pacto para apoyar los Presupuestos del Estado. “Hemos intercambiado miles de documentos”, resalta además la diputada, quien no obstante teme las presiones que el Ministerio de Economía ejerza en contra de las intenciones de Trabajo. “La Agenda del Cambio que presentó Nadia Calviño el día 8 es una recuperación del acuerdo que firmó el PSOE con Ciudadanos en 2016el PSOE con Ciudadanos en 2016, y es antitético con nuestro acuerdo de octubre”, resalta. Aun así, considera “asumibles y factibles” las propuestas que su formación quiere incluir en la contrarreforma laboral. Por ejemplo, Unidos Podemos está dispuesto a aceptar que las condiciones de los trabajadores subcontratados se igualen no a las de la empresa principal sino a las del convenio de su sector.

Lo que está descartado, pese a que los sindicatos insisten en reclamarla, es la derogación de la reforma de las pensiones de 2013 por decreto. El fracaso del Pacto de Toledo la semana pasada impide cualquier medida al respecto, que queda aplazada a la nueva legislatura.

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