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La sospecha de manipulación salpica a los índices de los que dependen hipotecas y carburantes

Lo de manipular los pesos y medidas ha existido siempre. Lo de manipular índices que sirven de referencia para millones de contratos financieros, incluidas las hipotecas, la compraventa de petróleo y los carburantes es más reciente. Y más peligroso. La última investigación abierta por la Comisión Europea en el sector petrolero ha disparado las alarmas: el índice de precios de productos petrolíferos que elabora Platts (M-On-Close) está en cuestión. 

Es algo grave. Para el sector y para el consumidor. "El índice Platts" explica Álvaro Mazarrasa, de la AOP, la asociación de las petroleras en España, "es la base que se utiliza para los contratos de compraventa de crudo y de productos derivados". En suma, si las empresas logran manipularlo, logran alterar los precios finales. Eso es lo que trata de comprobar la Comisión Europea en una investigación que afecta, según han reconocido las propias empresas, a compañías como Shell, BP y Statoil.

El índice de Platts, propiedad de la editorial McGraw Hill, se elabora a diario con información que los redactores recaban de todos los agentes del mercado. Es el más utilizado, a mucha distancia del que elabora otra empresa: Argus. Argus. Las sospechas sobre Platts afectan, por lo tanto, a un elemento fundamental del mercado de compraventa de combustibles.

El índice de Platts se suma a otro escándalo:el registrado en el índice bancario Líbor (tipo de interés en el mercado entre bancos en Londres) y a los recelos de las autoridades europeas sobre euríbor (tipo de interés que se elabora diariamente, de referencia en la banca europea).

No se trata sólo de bancos.  En España, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) también ha abierto una investigación para determinar si las petroleras han actuado en el mercado para comunicar precios de los carburantes artificialmente bajos a la oficina estadística europea, Eurostat. Es el famoso "efecto lunes".

Cada uno de los índices bajo sospecha viene arropado por su poquito de complejidad y su poquito (o mucho) de escándalo.Sucedió con el Líbor (London Interbank Offered Rate), el índice que cocinan en Londres una docena de bancos y que sirve de referencia en numerosas transacciones y contratos. Hasta 550 billones de dólares en activos, según la prensa anglosajona, están vinculados al índice, referencia esencial para hipotecas en EE UU y también Reino Unido

En junio del pasado año, las autoridades de Reino Unido y de Estados Unidos multaron a Barclays Bank con 363 millones por supuesta manipulación de los datos. Dimitió su presidente, Marcus Agius y el consejero delegado Bob Diamond y se extendió el escándalo.

Otros cuatro bancos, Crédit Agricole, HSBC, Dutsche Bank y Société Générale fueron también investigados, además del Royal Bank of Scotland. El asunto todavía colea.

Con la lupa en la mano

A la vista de la maniobras registradas en torno al Líbor, a las autoridades europeas no les quedó más remedio que sacar la lupa y aplicarla en el índice de referencia en la UE, el Euríbor (Euro Interbank Offered Rate). El índice se calcula usando los datos de los 44 principales bancos que operan en Europa. Se publica diariamente y lo elabora la agencia Thomson Reuters. 

La lupa de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) y de la AEVM (Autoridad Europea de Valores y Mercados) no ha detectado nivel de escándalo, pero sí elementos par la inquietud. Los dos organismos publicaron en enero un informe sobre el proceso de elaboración del índice que fue calificado de demoledor.

En el informe, tanto la ABE como la AEVM, criticaban la falta de independencia y transparencia del comité que vela por el correcto funcionamiento del mecanismo que determina el índice con datos de los bancos. De acuerdo con el informe, la Federación Bancaria Europea, que debería estar pendiente del índice, se desentiende del proceso de cálculo que realiza Reuters sin apenas controles.

La patronal bancaria, destacaba el informe, ni siquiera contrasta periódicamente el tipo que facilita la agencia privada con los tipos que se aplican en las transacciones.

"En realidad", destacan fuentes bancarias en España, "la cuestión del euríbor es un problema de las autoridades (europeas), son ellas las que tienen que hacerse responsables de la elaboración del índice".

Los bancos se retiran

El informe de la ABE y el escandaloso precedente del Líbor y sus fuertes multas han hecho que más de una decena de entidades bancarias europeas se hayan retirado del comité que elabora el euríbor, según han confirmado fuentes de la Federación Bancaria Europea. 

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Si lo referido a la formación de los índices que maneja la banca es preocupante, otro tanto se puede decir del manejo de la información que realizan algunas compañías privadas, en sectores empresariales estratégicos como la energía.

En España, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) está investigando el llamado "efecto lunes". Ese efecto consiste en la bajada de precios de los carburantes los lunes, para subir después. ¿Por qué la bajada? Para trasladar a Eurostat unos precios más bajos que la media real. 

El asunto tiene su miga porque Eurostat es el organismo europeo encargado de proporcionar a las autoridades nacionales y de la UE los números y porcentajes que deben armar la toma de decisiones que afectan a los ciudadanos, Manipular los datos, al fin, supone alterar la realidad y favorecer intereses que no coinciden con el del conjunto de los ciudadanos. Algo grave.

Lo de manipular los pesos y medidas ha existido siempre. Lo de manipular índices que sirven de referencia para millones de contratos financieros, incluidas las hipotecas, la compraventa de petróleo y los carburantes es más reciente. Y más peligroso. La última investigación abierta por la Comisión Europea en el sector petrolero ha disparado las alarmas: el índice de precios de productos petrolíferos que elabora Platts (M-On-Close) está en cuestión. 

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