La reforma permite despedir, a cambio de 20 días de indemnización, con sólo sumar ocho bajas médicas, aun justificadas, en un periodo de dos meses. Según los sindicatos del sector del telemárketing, ése fue el instrumento utilizado por Atento, filial de Telefónica, para despedir a parte de los 65 trabajadores que echó el año pasado tras incorporar a 200 de Sertel, una empresa de la Fundación Once con discapacitados integrados en su plantilla.
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También acudió al despido disciplinario por bajo rendimiento, que no da derecho a ningún tipo de indemnización. Fue igualmente el caso de Sitel Ibérica, que rescindió 25 contratos con ese argumento en 2012.
Otra empresa del sector, Konecta BTO despidió a 11 personas en el País Vasco alegando las bajas por enfermedad, y a siete más les ofreció un traslado forzoso a Barcelona. “Son despidos encubiertos”, asegura la responsable del sector en CCOO, Sofía Castillo. “Nadie se muda a otra ciudad por un sueldo de 800 euros al mes”, argumenta.
La patronal del sector, ACE, por su parte, dice desconocer este tipo de prácticas. “No estamos para despedir, sino para hacer negocio”, asegura su presidente, Fernando Romero de Claver. Aduce, además, que el absentismo, “uno de los grandes problemas del sector”, se ha reducido en los últimos años del 15% hasta el 3% o 4% actual”.
La reforma permite despedir, a cambio de 20 días de indemnización, con sólo sumar ocho bajas médicas, aun justificadas, en un periodo de dos meses. Según los sindicatos del sector del telemárketing, ése fue el instrumento utilizado por Atento, filial de Telefónica, para despedir a parte de los 65 trabajadores que echó el año pasado tras incorporar a 200 de Sertel, una empresa de la Fundación Once con discapacitados integrados en su plantilla.