Tres millones de personas quieren trabajar más horas de las que les proporcionan sus empleos, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de una forma de subempleo que se ha disparado un 36,7% desde 2007, cuando estalló la crisis.
Las cifras confirman el éxito del contrato a tiempo parcial: desde la aprobación de la reforma laboral en febrero de 2012, el número de personas que desean trabajar más horas ha crecido un 16%. Según los datos del Ministerio de Empleo correspondientes al mes de abril, los contratos por horas suponen ya el 38% de los que se registran en las oficinas del antiguo Inem. El Gobierno ha flexibilizado e incentivado este tipo de jornada, permitiendo que se le añadan horas complementarias, ampliándola al contrato de apoyo a emprendedores –que en principio sólo se podía firmar a jornada completa– y subvencionándolo para los menores de 30 años.
Otra muestra más de la precariedad laboral española son los 2,91 millones de trabajadores que tienen un contrato temporal porque no han podido conseguir uno indefinido. Son nada menos que el 88% de los que trabajan de forma eventual.
Las Variables de Submuestra de la EPA correspondientes a 2013 proporcionan datos detallados sobre el número de trabajadores despedidos. Desde 2010 la cifra no ha bajado del millón anual. Un 20% de quienes se quedan sin trabajo en España cada año han sido despedidos. Son menos de los 2,71 millones que han perdido el empleo porque su contrato temporal llegó a su fin. Pero, desde 2007 hasta ahora, el número de despidos se ha multiplicado por cinco, mientras que el de los finiquitos temporales sólo lo ha hecho por tres. Eso da una idea de la magnitud y el reparto de la destrucción de empleo durante la crisis.
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Se dispara el paro crónico
También se ha disparado el número de parados de muy larga duración. Si los de larga duración –llevan sólo un año o más sin trabajar– suman 3,65 millones, el 61,64%, quienes han superado los tres años en el desempleo son ya 1,27 millones. En el último ejercicio han aumentado un 22,5%, pero desde la aprobación de la reforma laboral casi se han duplicado. Y lo más escalofriante: el número de parados crónicos se ha multiplicado por cinco desde el comienzo de la crisis: en 2007 no superaban las 250.000 personas. También ha crecido su proporción en la cifra global de desempleados. En 2009 eran sólo el 9% de los parados, en 2011 ya representaban el 15,3% y en 2013 equivalen al 23,1%. Entre los hombres, el paro de muy larga duración se ha multiplicado por cinco desde 2009, cuando eran el 4,3% de los desempleados. Entre las mujeres, que sumaban el 15% de los parados en 2009, el desempleo crónico casi se ha duplicado en cuatro años.
Lo que la EPA no dice es que sólo 2,67 millones de parados cobran una prestación por desempleo, según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Empleo. Es el resultado de una caída continuada, mes a mes, de la cobertura del sistema público de protección. Entre quienes aún perciben ayudas muy pocos serán de los que llevan más de tres años sin trabajar.
Tres millones de personas quieren trabajar más horas de las que les proporcionan sus empleos, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de una forma de subempleo que se ha disparado un 36,7% desde 2007, cuando estalló la crisis.