Mercado laboral
1,3 millones de personas hacen horas extras ilegales mientras tres millones quieren trabajar más
Otra de las desigualdades que la crisis ha agravado. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) descubrían que en España hay tres millones de personas que quieren trabajar más horas de las que les proporcionan sus empleos, una forma de subempleo que se ha disparado un 36,7% desde 2007. Pues resulta que, al mismo tiempo, 1,32 millones de asalariados trabajan más de 42 horas a la semana; es decir, realizan horas extra ilegales.
Son un 12,2%, revela un informe elaborado por CCOO, que trabajaron un total de 67,27 millones de horas ilegales en 2013. La jornada legal máxima en España es de 40 horas, y el máximo de horas extraordinarias permitidas es de 80 al año. Para su estudio, el sindicato ha utilizado un límite de dos horas extra semanales, aunque esa cifra supondría superar ese tope de 80 marcado por el Estatuto de los Trabajadores. Según los cálculos de CCOO, esas horas ilegales equivalen a 326.838 puestos de trabajo que han dejado de crearse. Una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que suponen el 93% de los empleos que se destruyeron en 2013.
Pero el informe descubre también que en un año se han perdido 5,5 millones de horas de trabajo legales en contratos a tiempo completo, al tiempo que no sólo han aumentado en 443.763 horas las ilegales y nada menos que en 3,95 millones las horas trabajadas en jornadas a tiempo parcial. Esa dinámica confirma, una vez más, el trasvase que se está produciendo durante la crisis entre el trabajo a tiempo completo y el trabajo a tiempo parcial.
El problema, como también refleja la EPA, es que el 60% de esas jornadas a tiempo parcial son indeseadas: el trabajador las acepta porque no encuentra un empleo de ocho horas diarias. De ahí esos tres millones de subempleados que querrían trabajar más horas.
Según los datos del Ministerio de Empleo correspondientes al mes de abril, los contratos por horas suponen ya el 38% de los que se registran en las oficinas del antiguo Inem. Es el resultado de las medidas de estímulo del Gobierno, que ha flexibilizado este tipo de jornada, permitiendo que se le añadan horas complementarias, ampliándola al contrato de apoyo a emprendedores –que en principio sólo se podía firmar a jornada completa– y subvencionándolo para los menores de 30 años.
Hombres jóvenes, en el sector servicios
Quienes más horas ilegales realizan son los hombres de entre 30 y 44 años. Las mujeres, sólo el 28,5% de este tiempo de trabajo extraordinario. Por sectores, los servicios están abonados a esta práctica abusiva: ocho millones de horas ilegales a la semana, por 1,68 millones la industria y 672.473 horas la agricultura y pesca. Bajando al detalle, el comercio es el líder, con más de dos millones de horas por encima del límite legal, seguido de la hostelería –1,64 millones– y la industria –1,48 millones–. Pero donde más asalariados trabajan horas ilegales es en el sector financiero y de seguros –el 28,51%–. En el transporte son el 22,48% y en la hostelería el 22,16%.
Mención aparte merece para CCOO el coste de estas horas extraordinarias. El informe lo mide según las cotizaciones que la Seguridad Social jamás ingresará por esos 326.838 puestos de trabajo que no se han creado: 2.842 millones de euros. A esa cantidad añade otros 1.627 millones por las prestaciones de desempleo que el SEPE –el antiguo Inem– ha pagado a esos 326.838 trabajadores que no fueron contratados. Un total de 4.469 millones de euros. Finalmente, el estudio suma los 1.242 millones que Hacienda ha dejado de ingresar por el IRPF de los salarios –7.000 millones de euros– de esos contratos que no se hicieron.
Fraude a la Seguridad Social
Donde no entra CCOO en si esas horas ilegales fueron pagadas al trabajador, y declaradas por éste y por el empresario. Según la EPA del primer trimestre de este año, los trabajadores han hecho 5,59 millones de horas extra semanales, un 2,3% más que hace un año. De ellas, se pagaron sólo 2,20 millones, el 39,3%, un 1% menos que en el primer trimestre de 2013. Las horas extra no pagadas son ya 3,39 millones, 1,19 millones más que las abonadas por el empresario. Han crecido un 5% en un año.
Tres millones de personas trabajan menos horas de las que necesitan
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Además, que el trabajador las cobre no quiere decir que él y el empresario las declare. De hecho, la cotización a la Seguridad Social por horas extraordinarias se ha desplomado un 41,3% desde 2008. Según el informe económico-financiero a los presupuestos de la Seguridad Social, este año empresas y trabajadores pagarán sólo 256 millones de euros por este concepto, cuando en 2008, cuando empezó la crisis, abonaron un total de 436,26 millones. Esta caída tiene su origen no sólo en el aumento del paro, sino también en el del número de horas extraordinarias no pagadas antes reseñado.
Calculando la cotización del 28,3% aplicado a cada hora extra con el salario medio bruto de la Encuesta Anual de Coste Laboral –30.667,43 euros– y las extraordinarias no pagadas, el fraude a la Seguridad Social supera los 500 millones de euros anuales.
CCOO lamenta que, pese a estas cifras y a la necesidad de ingresos del sistema, la Inspección de Trabajo carezca de campañas específicas para perseguir el fraude en las horas extra. Una queja compartida por los propios inspectores, que llevan años protestando porque no poseen instrumentos para controlarlas. Las sanciones que la ley impone a los empresarios por carecer de libro de registro, resumen mensual de horas de la plantilla y cuadrante de horarios es de sólo 626 euros.