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El Tribunal de Cuentas atribuye a Hacienda “un grave problema” a la hora de cobrar lo que le deben

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Hacienda tiene un problema grave. No se trata únicamente de los agujeros por los que se escurren impuestos. El Tribunal de Cuentas ha fiscalizado el trabajo que hizo la Agencia Tributaria en los ejercicios 2012 y 2013 para cobrar de forma efectiva –y no sobre el papel– las deudas tributarias y ha concluido (página 89 del informe) que "las cifras ponen de manifesto un grave problema de gestión de la deuda tributaria". Según los datos del documento, la deuda pendiente de cobro pasó de 45.736 millones a principios de 2012 a 50.174 millones a finales de 2013, un aumento del 9,7%.

Lo que el órgano fiscalizador denomina "grave problema de gestión" no es el único borrón del informe, en el que se admite que el trabajo de la Agencia, en general, ha mejorado en resultados y procedimientos. Lo que no impide que se mantengan algunos agujeros como los que se refieren a la gestión de la deuda pendiente de cobro, o datos alarmantes en el sistema de adjudicaciones y subastas de bienes embargados por Hacienda. Ese sistema permitió (página 87 del informe) que un único adjudicatario se beneficiara entre 2012 y 2013 de 46 lotes de la Agencia Tributaria. Pagó por ellos el 14% del valor de tasación inicial: 210.000 euros en lugar de 1,5 millones.

Sin criterios objetivos

"Otro adjudicatario", detalla el documento, "adquirió 26 lotes al 8% de su tasación". Pagó 23.226 euros por bienes tasados en 299.102 euros. El Tribunal de Cuentas no identifica a los beneficiarios. Pero deja muy clara su posición respecto al sistema de adjudicaciones y subastas con el que la Administración Tributaria trata de recuperar deudas.

"Este Tribunal considera que no se aplicaron en los ejercicios 2012 y 2013 unos criteros objetivos y específicos" para filtrar las ofertas en procedimientos de adjudicación directa (a sobre cerrado). Pone ejemplos. Un lote de 2013 "no se adjudicó por insuficiencia de ofertas pese a existir 26 licitadores" y otros cuatro no se adjudicaron pese a existir 17 licitadores.

Para Hacienda, lo más doloroso es que el Tribunal de Cuentas defina como "grave problema de gestión" el trabajo de la Agencia Tributaria con las deudas pendientes. No se trata sólo de contabilizar, viene a decir el Tribunal, sino también de cobrar. "Las actuaciones fiscalizadas no pudieron evitar este incremento continuado de la deuda pendiente, que partía ya de cuantías muy elevadas" señala el informe.

Deuda pendiente

Los datos en los que el Tribunal basa su crítica son contundentes: en diciembre de 2011, la deuda pendiente era de 45.736 millones, al año siguiente 48.764 millones y en 2013 eran ya 50.174 millones. En menos de una década, las deudas pendientes de cobro pasaron de 22.253 millones (año 2005) a los 50.174 de 2013. Con evidente preocupación, el Tribunal detalla que el incremento de las cantidades pendientes de cobro se ha producido a pesar de que en 2013, las nuevas deudas pendientes crecieron en 29.089 millones, menos que en 2012. La conclusión es que lo cobrado –donde se mide la eficacia de la gestión tributaria– no compensó ni de lejos la nueva deuda acumulada.

La Agencia Tributaria no lleva bien la crítica. "Defiende [la Agencia] que la situación que se describe no es [al menos únicamente] un grave problema de gestión tributaria", explica el  informe. La Agencia alega que la acumulación de deuda es el fruto de "multiples actuaciones"; se ajusta a los plazos de cobro establecidos en el ordenamiento jurídíco y está relacionada con la situación de crisis iniciada en 2007 y  con el mayor esfuerzo en la lucha contra el fraude.

Ninguna de las justificaciones suaviza la calificación de "grave situación" que lanza el Tribunal. Más aún. El órgano fiscalizador insiste en que "los resultados obtenidos ponen de manifiesto el problema que supone la deuda pendiente y su incremento anual y la necesidad de intensificar las actuaciones de gestión recaudatoria dirigidas a lograr el cobro efectivo de la deuda".

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Pólvora en salvas

Se trata de no gastar la pólvora en salvas. Como sucede con las actuaciones judiciales contra los morosos. En 2012 y 2013 aumentaron las acciones judiciales ejercitadas en un 43%, pero se redujo la deuda reclamada.

Sucedió lo mismo con alguna de las medidas publicitadas por Hacienda como avances en la lucha contra el fraude. En 2013, la Agencia Tributaria puso en marcha un plan para embargar las cajas de seguridad de deudores a la Hacienda Pública. Pretendía recaudar 319 millones, pero sólo consiguió "arañar" 1,9 millones. Como justificación, Hacienda sostiene que el plan de cajas de seguridad no puede entenderse como un plan cerrado. 

Hacienda tiene un problema grave. No se trata únicamente de los agujeros por los que se escurren impuestos. El Tribunal de Cuentas ha fiscalizado el trabajo que hizo la Agencia Tributaria en los ejercicios 2012 y 2013 para cobrar de forma efectiva –y no sobre el papel– las deudas tributarias y ha concluido (página 89 del informe) que "las cifras ponen de manifesto un grave problema de gestión de la deuda tributaria". Según los datos del documento, la deuda pendiente de cobro pasó de 45.736 millones a principios de 2012 a 50.174 millones a finales de 2013, un aumento del 9,7%.

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