Al Ministerio del Interior le preocupan los agresores machistas reincidentes. Tras dos días de análisis a consecuencia del repunte de asesinatos detectado en diciembre y enero, el departamento de Fernando Grande-Marlaska ha llegado a la conclusión de que uno de los aspectos donde el sistema debe poner el acento es en los hombres con antecedentes en materia de violencia de género. Es lo que han dado en llamar "agresores persistentes" y en 2022 constituyeron el 20% de los delincuentes machistas.
Se trata, según han precisado este miércoles fuentes del Ministerio, de sujetos con un "patrón de comportamiento machista" que ofrecen una "respuesta violenta persistente en el tiempo". Una de las medidas sobre la mesa, a falta de concretar su encaje jurídico, es la de alertar a las mujeres que presenten una denuncia contra sus parejas en caso de que el varón cuente con antecedentes en violencia de género. Esta información, señalan las mismas fuentes, serviría para que la víctima pueda contar con un "plan de autoprotección" más riguroso. En cualquier caso, las voces consultadas enfatizan en que los agresores que entran en el sistema tienen una probabilidad de reincidir hasta 25 puntos menor que aquellos que se quedan fuera y no son denunciados.
Además de los agresores persistentes, el departamento de Grande-Marlaska también pone la lupa sobre las "víctimas resistentes", es decir, aquellas en situaciones de vulnerabilidad, ya sea por razones económicas, por dificultades comunicativas o por encontrarse en una situación de drogodependencia. Elementos que constituyen un contexto más complejo en cuanto a la ruptura con la violencia. Para ellas, el Ministerio quiere trazar planes personalizados que sirvan para blindar su protección.
Estas medidas forman parte de las conclusiones alcanzadas por los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad y las policías territoriales. El análisis de los 49 feminicidios que dejó 2022 y los tres confirmados en enero, ha puesto sobre la mesa un mandato: es necesario mejorar el funcionamiento del sistema. Y para ello, han abundado las mismas fuentes, no se precisan más medios materiales ni humanos, sino reforzar los mecanismos ya existentes para "mejorar su excelencia".
Una mesa de evaluación de los asesinatos
Entre las conclusiones confeccionadas por los agentes convocados por el ministro, está también la creación de una mesa de evaluación y seguimiento de los feminicidios, un grupo de trabajo que funcionará a partir de reuniones ordinarias mensuales y otras extraordinarias siempre que así se decida. A la mesa se sentarán las fuerzas de seguridad y todos los agentes que componen el sistema VioGén.
Los expertos creen importante también garantizar el cumplimiento del protocolo de valoración policial de riesgo, a través de mejoras encaminadas a hacerlo más fácil e intuitivo para los agentes y mediante la revisión de los criterios que conducen a la inactivación de los casos.
Por otro lado, el Ministerio de Grande-Marlaska cree fundamental incidir en el entorno, a través de actuaciones y comunicaciones con las personas allegadas que, en ocasiones, tienden a enmascarar situaciones de riesgo. También con la intención de mejorar la detección temprana, los expertos reunidos estos dos días creen fundamental mejorar la formación de los policías en el llamado protocolo cero, una guía de actuación que sirve a los agentes para establecer un primer contacto con la víctima, especialmente cuando esta decide no interponer denuncia. En ese sentido, las fuerzas de seguridad se han propuesto ser más estrictos y solicitar siempre a las autoridades judiciales el control telemático en los casos "potencialmente letales", incluso con la oposición de la víctima.
Al Ministerio del Interior le preocupan los agresores machistas reincidentes. Tras dos días de análisis a consecuencia del repunte de asesinatos detectado en diciembre y enero, el departamento de Fernando Grande-Marlaska ha llegado a la conclusión de que uno de los aspectos donde el sistema debe poner el acento es en los hombres con antecedentes en materia de violencia de género. Es lo que han dado en llamar "agresores persistentes" y en 2022 constituyeron el 20% de los delincuentes machistas.