Octubre deja un nuevo récord en el empleo femenino: las mujeres trabajan más que nunca. Una afirmación, a priori, positiva. Aunque con letra pequeña: mientras el empleo crece, siguen siendo mayoría los contratos temporales y se mantiene una absoluta predominancia femenina en el trabajo a tiempo parcial. Las trabajadoras también asumen una brecha salarial que imposibilita la equidad real en el empleo y son ellas las que asumen extenuadas la carga de la doble jornada.
Pero la tendencia es positiva. Este viernes, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicó los datos de afiliación relativos a octubre. Y entre las grandes victorias celebradas por el equipo de José Luis Escrivá, el récord en afiliación femenina. "El empleo femenino muestra un especial dinamismo", señala el ministerio en una nota, pues crece "tres puntos más que el de los hombres" y en términos interanuales, la afiliación femenina crece 1,1 puntos más". Como resultado, subraya el departamento, hay "más mujeres trabajando que nunca". Son 9.836.295 mujeres afiliadas, el 47,2% del conjunto de trabajadores. Un récord histórico.
La educación ha protagonizado la mayor subida de la ocupación, al ganar 191.154 cotizantes respecto al mes anterior. Un incremento del 19,3%. Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, cree que el aumento en la enseñanza "ha influido" en el récord de ocupación femenina. "Es uno de los factores" que lo explican, expresa la sindicalista. Carolina Vidal, secretaria general de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de Comisiones Obreras, no lo tiene tan claro. "Obviamente hay un incremento, en parte debido al aumento en el sector educativo, muy feminizado", pero se trata de un efecto "coyuntural de algunos meses" que no sirve para explicar "el aumento de contratación" que de manera generalizada y estructural han ido experimentando las mujeres. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de ocupación en el sector de la educación es de un 4,4% en el caso de los hombres y de un 10,8% para las mujeres. Más del doble.
Líderes en contratos temporales y paro
Vidal comparte el optimismo institucional expresado este viernes por el ministerio. "Lo relevante es que la evolución interanual es buena y que la tendencia va cambiando", afirma a preguntas de este periódico. La militante sindical, eso sí, se esfuerza en no aplacar con el aplauso la necesaria reivindicación. Primero, recalcando la labor de las centrales sindicales: "Cuando se interviene con negociación colectiva, con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y con la reforma laboral", cita, hay lugar para la celebración. Pero sin olvidar la letra pequeña: todo esto, añade, no significa que las mujeres "estén al mismo nivel que los hombres: sigue habiendo más contratos temporales, más empleo a tiempo parcial y brecha salarial".
Por partes. Según los datos del Ministerio de Trabajo, también publicados este viernes, del total de 1,4 millones de contratos registrados, 663.639 llevan nombre de mujer y 732.875 de hombre. Por tipologías, las mujeres firman más contratos temporales que indefinidos: concretamente, el 60% de los contratos que van a parar a manos de las trabajadoras son de carácter temporal. Y aunque la temporalidad también predomina entre los varones, lo cierto es que las mujeres son líderes: ellas rubrican 397.931 contratos temporales; ellos, 389.814.
Antoñanzas se queda con "lo positivo" de los datos de empleo femenino, pero reconoce el sabor agridulce: "Nunca es suficiente", dice al otro lado del teléfono. Su mirada se desvía enseguida a los datos globales del paro: el desempleo sigue estando feminizado. "Las mujeres nos seguimos incorporando al mercado laboral, pero sigue habiendo más mujeres que hombres desempleadas". Concretamente, 1.661.055 mujeres y 1.098.349 hombres.
Jornada parcial y brecha salarial
Las dos líderes sindicales creen importante incorporar a la fotografía algunos datos que no figuran en los análisis publicados este viernes. El primero, la parcialidad, "un hándicap total y absoluto", señala Antoñanzas. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), más del 70% del empleo parcial recae sobre los hombros de las trabajadoras. Ellas son 1,9 de los 2,7 millones de ocupados a tiempo parcial. "Hay una cuenta pendiente para el Gobierno con el tiempo parcial", agrega Vidal.
Los retos a futuro pasan por un mayor control de este tipo de acuerdos contractuales y, sobre todo, vigilar que "no se utilice como herramienta de conciliación, porque tenemos otras fórmulas". Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la principal razón de los trabajos parciales en el caso de las mujeres es la dificultad a la hora de encontrar un empleo a jornada completa, pero el segundo motivo es el cuidado de niños o adultos dependientes. Los varones ocupados a tiempo parcial mencionan otras cinco causas por delante de los cuidados. En ese contexto, las mujeres dedican cada semana quince horas más que los hombres a las tareas del hogar y el cuidado de sus hijos e hijas, según un reciente estudio de la Fundación la Caixa. Es la conocida como doble jornada.
De esta situación se alimenta la brecha salarial que castiga a las mujeres. Los datos del Ministerio de Inclusión arrojan algo de luz, pero los sindicatos siguen advirtiendo grandes diferencias salariales entre ellas y ellos. "El crecimiento del empleo entre las mujeres se ha visto acompañado de una mejoría de sus salarios, lo que se refleja en el comportamiento de sus bases medias de cotización, que han crecido en un 16% desde 2019, tres puntos porcentuales más que lo registrado en las bases medias de los hombres", señala el departamento.
La explicación está en el SMI. Así lo analiza Antoñanzas: "Las bases de cotización han subido debido al incremento del salario mínimo. De los tres millones de trabajadores que cobran el SMI, casi dos millones son mujeres". Se trata de un indicador que, efectivamente, tiene efectos directos sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, pero que no la termina de enyesar del todo. Entre 2019 y 2020, recuerda la vicesecretaria de UGT, "la brecha descendió dos puntos" debido al aumento del SMI, pero la grieta todavía sigue abierta. Actualmente, según las estimaciones de los sindicatos, se instala en el 18,7%.
Octubre deja un nuevo récord en el empleo femenino: las mujeres trabajan más que nunca. Una afirmación, a priori, positiva. Aunque con letra pequeña: mientras el empleo crece, siguen siendo mayoría los contratos temporales y se mantiene una absoluta predominancia femenina en el trabajo a tiempo parcial. Las trabajadoras también asumen una brecha salarial que imposibilita la equidad real en el empleo y son ellas las que asumen extenuadas la carga de la doble jornada.