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Las botellas ya no irán a la basura, volverán al súper: España se prepara para reciclar el 90% de envases

Envases de plástico.

El Ministerio de Transición Ecológica apura las últimas horas del plazo para publicar el porcentaje de botellas de plástico que se reciclaron en España de 2023: debe hacerlo antes del 1 de noviembre. Lo que debería ser un informe rutinario sobre residuos se ha convertido en un documento decisivo que podría cambiar el sistema de tratamiento de envases en el país. Si la cifra de recogida separada de plásticos es inferior al 70%, el Gobierno tendrá que implantar en 2025 un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), en el que cada botella vendida cuesta unos céntimos de más que se recuperan al devolver el envase. Aunque Ecoembes —el sector plástico— afirma que España tiene una tasa de recuperación del 71%, organizaciones civiles y expertos rebajan la cifra al 38% y dan por hecho que habrá que implementar el nuevo sistema.

El SDDR es un modelo de gestión de residuos en el que el consumidor paga un pequeño sobrecoste al comprar una botella de plástico o una lata de bebida (el depósito), que se le reembolsa cuando el envase es devuelto (la devolución) de tal forma que se asegure su recuperación y reintroducción en la cadena de producción (el retorno). El importe del depósito suele variar entre 10 y 25 céntimos, dependiendo de cada país. El Ministerio de Transición Ecológica publicó en 2021 un estudio preliminar sobre cómo funcionaría un hipotético SDDR en España, y valoró cobrar un extra de 10 céntimos por envase.

La principal aportación de este sistema es que consigue disparar las tasas de recogida de botellas de plástico, mientras que ahora alrededor del 60% de ellas acaban en un contendor gris junto a residuos de todo tipo y no se reciclan. En su estudio de 2021, el Gobierno calculó que el 86% de los consumidores estarían dispuestos a devolver los envases para recuperar esos céntimos, de manera que será muy fácil clasificarlos y reciclarlos. Además, según estas estimaciones, se evitaría lanzar al medioambiente 6.752 toneladas de plásticos y vidrio.

Cifras amañadas durante años

La Ley de Residuos de 2022 incluyó un objetivo de alcanzar un 70% de recogida de botellas de plástico por separado en 2023, y cada dos años aumenta, hasta alcanzar el 90% en 2029. El problema, según los expertos, es que las cifras de reciclaje de envases en España las ha proporcionado siempre Ecoembes, la empresa que tiene el monopolio de la gestión del plástico y que aglutina a gigantes como Coca Cola, Nestlé o Danone. Incluso los datos oficiales de reciclaje que el Gobierno traslada a la Comisión Europea provienen de este lobby, que defiende que el 71,1% de las botellas PET utilizadas en España en 2021 se recuperaron.

Sin embargo, diferentes ONG han recabado por su cuenta datos muy diferentes. Dos investigaciones publicadas por Greenpeace y Zero Waste Europe calculan que, en realidad, ese año solo se recuperaron entre el 36% y el 37% de las botellas de plástico, una cifra en las antípodas del objetivo del 70% para 2023. El Gobierno tiene la obligación de publicar antes del 1 de noviembre "el estado de cumplimiento de los objetivos fijados para 2023", y en lugar de replicar los datos que traslada Ecoembes, el Ejecutivo lleva meses reuniéndose con todos los actores para que la cifra sea la real, por lo que se espera un número cercano al 40%.

Francisco Peula, consultor de residuos y director de la ONG Rethinking, insiste en que ya es hora de dejar de lado las cifras erróneas con las que España ha estado "engañándose" durante años. "Ecoembes ha vendido un bulo que las administraciones se han querido creer, pero que ya es insostenible. El Estado prefería usar esas cifras para evitar una multa de Bruselas, y las Comunidades Autónomas para vender unos resultados fantásticos. El problema lo han tenido los ayuntamientos, que han asumido el coste real de los plásticos que no ha gestionado Ecoembes durante años", afirma.

Implantar el nuevo sistema en 2025

Si se incumple la meta del 70% para 2023, la ley obliga al Gobierno a implementar un sistema SDDR en un periodo de dos años. Desde el Ministerio de Transición Ecológica confirman que eso equivale a que entre en vigor el 1 de enero de 2025, cosa que no ocurrirá porque no se ha organizado nada. Los expertos dudan incluso que un sistema así a escala nacional pueda implementarse a lo largo del año que viene.

Por otra parte, si el SDDR es tan efectivo como estima el Gobierno —con una tasa de devolución de botellas del 86%— la meta que contempla la Ley de Residuos sdel 70% sería relativamente fácil de cumplir. La estimación está dentro de los parámetros habituales de este sistema, puesto que la tasa de retorno media de los envases es del 91% (en Alemania del 98%), según el Global Deposit Book 2022, un estudio global sobre el sistema SDDR. Este informe afirma que hay al menos 50 países que lo utilizan, como Países Bajos, Suecia, Canadá o Australia.

Hay diferentes métodos para intercambiar las botellas por dinero en un sistema SDDR. El más común es mediante máquinas distribuidas por la ciudad que funcionan de manera automática: se introduce una botella y esta devuelve los céntimos que en su día adelantó el consumidor.

También se puede aplicar sobre toda clase de botellas, aunque siempre menores de tres litros de capacidad. El estudio de viabilidad que elaboró hace dos años Transición Ecológica se realizó teniendo en cuenta envases tanto de plástico como de cristal y que contienen agua, cerveza, bebidas refrescantes y zumos en envases de un solo uso, pero excluyó lácteos, vinos y bebidas espirituosas. 

En España, la acogida sería bastante buena, según una encuesta publicada este año por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), en el que el 57% de los españoles declararon "muy probable" devolver sus envases al súper a cambio de recuperar el dinero. El 21% se mostró "bastante probable", el 15% "poco" y el 7% "nada".

Qué opinan las empresas

Ecoembes afirma a infoLibre que está "a la expectativa" de que Transición Ecológica publique las cifras oficiales de recuperación de botellas de plástico, y afirma que en los últimos meses se ha reunido con el Gobierno para trasladar que sus cálculos de reciclaje "están auditados y cumplen con los estándares de la Comisión Europea", por mucho que difieran de las cifras que dan las ONG.

Las empresas de plásticos tienen mucho que perder si el Gobierno termina por imponer un sistema de depósito, devolución y retorno, ya que en este momento los envases que no se depositan en el contenedor amarillo ya no son responsabilidad suya, sino de los ayuntamientos, que se gastan millones de euros en recogerlos del suelo, de las papeleras o de los cubos grises. "Mis cálculos son que si Ecoembes asumiese el coste real de su cometido, sus gastos subirían un 250%", afirma Peula.

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Ignasi Puig, coordinador de Residuos en la organización ENT, ha elaborado diversos informes sobre la introducción del SDDR en España, y afirma que sería un sistema mucho más caro para Ecoembes que el actual. La empresa tendría que hacerse cargo de tres veces más de plásticos que ahora, pero recuerda que su obligación es hacerse cargo de cada una de las toneladas de envases que pone en el mercado.

"El sistema SDDR se financiaría de tres formas: vendiendo los materiales que se logren reciclar, los céntimos que no sean reclamados por los ciudadanos, y las aportaciones que hagan las empresas de Ecoembes por haber productores de plásticos. La tercera pata servirá para compensar las otras dos, y en función del coste de las materias primas y del porcentaje de retorno, pagarán más o menos por tratar los residuos", aclara el experto.

Desde el sector de las ONG temen que Ecoembes proponga al Gobierno sustituir el sistema convencional de SDDR por uno que ya tiene implantado y que no tiene resultados demostrables, el sistema Reciclos, una aplicación digital que otorga premios por reciclar. infoLibre publicó en 2023 una investigación en la que demuestra que es un agujero que permite el fraude en el reciclaje y no incentiva su uso por parte de la sociedad. Sobre esta cuestión, un portavoz de Ecoembes garantiza que ellos aceptarán un sistema SDDR si lo impone el Gobierno porque no quieren que haya "un debate sobre sistemas". "No tenemos líneas rojas, solo queremos que España cumpla con los objetivos".

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