El arcoíris ha vuelto a teñir el centro de Madrid, desde la glorieta de Carlos V hasta la plaza de Colón. Y lo ha hecho como en 2019. Como si la pandemia del covid fuera un mal recuerdo, la marcha del Orgullo LGTBI ha regresado a sus tradiciones: de forma multitudinaria —la Delegación del Gobierno ha cifrado entre 600.000 y 700.000 los asistentes—, sin aforos ni mascarillas, y con sus tradicionales y populares carrozas. Y lo ha hecho como siempre: con mucho que reclamar. Este año, más que nunca, el colectivo ha llamado a salir a la calle para frenar los intentos de retrocesos de sus derechos por parte de las derechas. Y lo han hecho para pedir la aprobación del actual proyecto de Ley Trans y LGTBI y el impulso del Pacto Social y de Estado contra los discursos de odio.
En el manifiesto los organizadores, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) y COGAM, colectivo LGTBI+ de Madrid, han denunciado en la Plaza de Colón los "terribles discursos de odio" que se producen desde algunas instituciones que van desde la estigmatización, al señalamiento como responsables de "problemas inventados o reales", hasta calificar al colectivo como "personas con privilegios" o "como amenazas a menores o a mujeres".
Dos horas antes, y bajo el lema "Frente al odio: Visibilidad, Orgullo y Resiliencia", la manifestación ha partido con un intenso calor a las 19 horas de la Plaza Carlos V, en Atocha, con la bandera trans gozando de especial protagonismo. Primero, la cabecera formada "íntegramente" con la participación de activistas LGTBI que trabajan en diversos ámbitos, como la discapacidad, la realidad gitana, la migrante y el feminismo, tal y como detallaron el viernes los organizadores.
Antes del inicio de la marcha, la presidenta de FELGTBI+, Uge Sangil, ha asegurado que el movimiento está "aquí de nuevo" tras dos años para "reivindicarnos, para mostrarnos, para disfrutarnos". "Estamos de frente contra aquellos que no nos quieren, que nos repudian, que quieren eliminar los derechos conseguidos", ha afirmado al tiempo que ha defendido que no darán "ni un paso atrás". Sangil también ha querido aprovechar este momento para dejar mensajes al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Hasta que Almeida no reciba a los colectivos y haga políticas públicas reales para el colectivo no es el Ayuntamiento de todos, todas y todes. Si quiere gobernar, que esté a disposición del pueblo", ha afirmado, al tiempo que ha reclamado que "a Ayuso también hay que nombrarla" porque comparte gobierno con la ultraderecha: "Nos quiere robar nuestros derechos".
Por su parte, la presidenta de COGAM, Carmen García de Merlo, ha afirmado que no van a permitir que "nadie pueda con nosotros" y que "nadie nos va a meter dentro de ningún armario". Asimismo, ha recordado que el colectivo necesita "ser visible": "Necesitamos el Orgullo, por que es la manera de expresarnos y necesitamos seguir luchando".
A ambas se ha sumado este año la comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli. "Estoy aquí para celebrar todos los éxitos de la comunidad LGTBI y para que todas las personas personas sean iguales frente a la ley de la UE. Pero también estamos aquí para protestar porque este es un largo viaje y aún quedan muchas cosas por hacer", ha asegurado la representante de la Comisión Europea.
Tras la cabecera, una segunda pancarta, bajo el lema "Pacto Social y de Estado contra los discursos de odio", han estado Unai Sordo (CCOO), Pepe Álvarez (UGT), Juan Antonio Segura (CEPAIM), María Navas (Plataforma del Voluntariado), Héctor Fernández (CESIDA), Carlos Susías (Plataforma Tercer Sector), Beth Gelb (Amnistía Internacional), José Santiago (Secretariado Gitano) o Alejandro Alder (FELGTBI+).
A continuación las 40 carrozas de diferentes colectivos, partidos políticos y empresas, en un tono más festivo. En total, han participado cerca de 100 entidades y más de 1.000 voluntarios.
Montero asegura que la Ley Trans y LGTBI será aprobada antes de final de año
Entre los políticos que han acudido a la marcha, se encuentran, por parte de Unidas Podemos, la ministra de Igualdad, Irene Montero, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam, y el diputado Juan Antonio Delgado. Montero ha asegurado que la Ley Trans y LGTBI será aprobada antes de que acabe el año: "Que toda la comunidad LGTBI sepa que nunca más van a tener un país sin ellos, sin ellas y sin elles"
El PSOE, por su parte, ha estado representado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra de Educación, Pilar Alegría. Markasla ha recordado que "los derechos consolidados hay que seguir ganándolos cada día" y ha asegurado que "a la derecha y a la extrema derecha les gustaría ir hacia atrás". No obstante, ha insistido que "tenemos un gobierno central fuerte y solido y con una voluntad manifiesta de seguir avanzando".
También han acudido representantes de Ciudadanos como el portavoz nacional y portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, o los diputados Miguel Gutiérrez y Mari Carmen Martínez. La número dos del Ayuntamiento ha asegurado que el Orgullo es "representativo de lo que es Madrid" porque, además de por no pagar impuestos, la capital es "libre" porque "aquí la gente se besa con quien quiere".
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De Más País, ha asistido su líder, Íñigo Errejón, que ha defendido seguir ampliando y defendiendo las libertades conquistadas para las personas LGTBI y ha cargado contra el PP por intentar "boicotear" este desfile. Asimismo, ha criticado a "los reaccionarios que le han declarado la guerra al Orgullo" y que se plantean "con cierto cinismo" el motivo por el que se celebra la manifestación "si ya está todo conseguido".
Broche a una semana de polémicas con Almeida
La manifestación pone el broche final a una semana que ha estado repleta de actos, actividades, reivindicaciones, celebraciones y conciertos. Si bien, tampoco ha estado exento de polémicas por la decisión del alcalde de Madrid de no colocar la bandera arcoíris en Cibeles y de no acudir al pregón, que corrió a cargo de la cantante Chanel. Asimismo, el regidor madrileño ha recibido críticas por la cancelación de conciertos en la plaza del Rey debido a unas obras, que finalmente han sido trasladados a la plaza Barceló.
Uge Sangil llegó a acusar a Almeida de "lgtbfobia" por no colgar la bandera arcoíris en Cibeles y dijo que no necesitaban que "este señor" les representara. Por su parte, Almeida se ha defendido asegurando que "no hay homofobia institucional" y que la bandera LGTBI va a estar "suficientemente representada con la iluminación".
El arcoíris ha vuelto a teñir el centro de Madrid, desde la glorieta de Carlos V hasta la plaza de Colón. Y lo ha hecho como en 2019. Como si la pandemia del covid fuera un mal recuerdo, la marcha del Orgullo LGTBI ha regresado a sus tradiciones: de forma multitudinaria —la Delegación del Gobierno ha cifrado entre 600.000 y 700.000 los asistentes—, sin aforos ni mascarillas, y con sus tradicionales y populares carrozas. Y lo ha hecho como siempre: con mucho que reclamar. Este año, más que nunca, el colectivo ha llamado a salir a la calle para frenar los intentos de retrocesos de sus derechos por parte de las derechas. Y lo han hecho para pedir la aprobación del actual proyecto de Ley Trans y LGTBI y el impulso del Pacto Social y de Estado contra los discursos de odio.