Alrededor de 795 millones de personas no cuentan con suficiente comida para alimentarse, en gran parte a causa de la gran cantidad de situaciones de conflicto en el mundo, según ha advertido este lunes el Índice Global contra el Hambre (GHI, según sus siglas en inglés).
"A pesar de los esfuerzos para reducir el hambre en el mundo, los niveles de hambre en 52 de los 117 países estudiados siguen siendo graves (44 países) o alarmantes (ocho países)", indica el informe, con República Centroafricana (RCA), Chad y Zambia en las peores posiciones.
"Los conflictos pueden ser asociados con la inanición. Los países con los peores índices tienden a ser los que están o han estado recientemente en guerra. Por contra, en Angola, Etiopía y Ruanda, los niveles de hambre han disminuido de forma sustancial desde el final de sus guerras civiles", agrega.
El informe recoge algunos avances, destacando que el hambre en los países en desarrollo ha disminuido en un 27 por ciento desde el año 2000, con 17 países reduciendo sus índices hasta la mitad desde entonces. Entre estos países figuran Azerbaiyán, Brasil, Croacia, Mongolia, Perú y Venezuela.
Sin embargo, alerta de que la situación "podría ser peor", ya que algunos de los países más pobres del mundo no han sido incluidos en el estudio debido a la falta de datos. Entre ellos figuran República Democrática del Congo (RDC), Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Siria.
"El hambre es un desafío constante y una de cada nueve personas sufre malnutrición, al tiempo que más del 25 por ciento de los niños son demasiado pequeños para su edad debido a deficiencias nutricionales", explica.
Respecto al impacto de los conflictos, cifra en trece millones el número de personas desplazadas por la violencia en 2014, principalmente a causa de los conflictos en Siria, Afganistán y Somalia.
Así, apunta que 59,5 millones de personas se han visto desplazadas por los conflictos a nivel mundial y advierte de que, "pese a que los refugiados son más visibles, el 87 por ciento de los afectados por los conflictos no abandona sus casas y suele estar en situación mucho peor que los desplazados".
"Pese a que las respuestas humanitarias son más rápidas y eficientes que en el pasado, seguimos necesitando prestar atención a los peligros del conflicto armado y las políticas inhumanas que generan hambre", ha dicho el director ejecutivo de la Fundación por la Paz Mundial, Alex de Waal.
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"El mundo tiene suficiente comida, suficiente logística, suficiente conocimiento, para poner fin a la inanición: lograrlo es únicamente un asunto de voluntad política", ha manifestado.
El director general del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), Shenggen Fan, ha recalcado que "se debe seguir presionando, seguir innovando hasta que los alimentos ricos en nutrientes sean accesibles de forma sostenible y usados por todo el mundo para lograr su máximo potencial".
Por último, el presidente de Welthungerhilfe, Barbel Dieckmann, ha apuntado que "se debe hacer más para apoyar a la gente (que sufre situaciones de conflicto)", explicando que "a menos que se haga frente a las causas de los mismos, los progresos hechos para reducir el hambre no perdurarán".
Alrededor de 795 millones de personas no cuentan con suficiente comida para alimentarse, en gran parte a causa de la gran cantidad de situaciones de conflicto en el mundo, según ha advertido este lunes el Índice Global contra el Hambre (GHI, según sus siglas en inglés).