América Latina es la región más mortal para los activistas de Derechos Humanos ya que decenas murieron defendiendo los derechos por la tierra, el medioambiente y la comunidad homosexual e indígena, según el último informe de la organización Front Line Defenders.
En los primeros once meses de 2015, 156 defensores de los Derechos Humanos en 25 países de todo el mundo fueron asesinados o murieron mientras estaban detenidos, un aumento de casi un 15% con respecto a 2014. Más de la mitad de las muertes (87) ocurrieron en América Latina y solo en Colombia se produjeron 54 asesinatos, según el informe presentado esta semana.
"Defender los Derechos Humanos en América Latina siguió siendo extremadamente peligroso y la criminalización de los movimientos de Derechos Humanos y protesta pacífica persistió. El tema más preocupante continúa siendo la violencia extrema", sostiene Front Line Defenders, una organización con sede en Dublín.
Fuera de América, Filipinas fue el país con peor registro, con 31 asesinatos de activistas de Derechos Humanos, según el informe. El 45% de los asesinatos estuvieron relacionados con la defensa del medioambiente, las tierras y los derechos de los pueblos indígenas.
Persecución y acoso
La persecución y acoso de los activistas en todo el mundo incluyó amenazas de muerte, detenciones arbitrarias, agresiones físicas, brutalidad policial y violación de domicilio y oficinas, según el informe.
"Se está usando cada vez más frecuentemente la violencia extrema (contra los activistas) en más países, mientras que las denuncias fabricadas y los juicios injustos se han convertido en una norma en muchas partes del mundo", lamentó la directora de la ONG, Mary Lawlor, durante el lanzamiento del mismo en Dublín.
Además de los agentes estatales, las empresas y grupos paramilitares fueron los responsables de muchos casos de agresiones e intimidación contra activistas.
América Latina
En América Latina, quienes corrieron mayor riesgo son los activistas que defienden los derechos por la tierra ante grandes proyectos mineros y de tala de árboles, con frecuencia en zonas pertenecientes a grupos indígenas, especialmente en partes de América Central, Colombia, México, Perú y Ecuador.
En Brasil, el informe señala que los activistas de Derechos Humanos y líderes indígenas de las comunidades Ka'apor y guaraníes-kaiowas fueron el blanco de compañías de tala que operan ilegalmente en la selva amazónica y de agricultores locales que reclaman derechos sobre áreas reconocidas como tierra ancestral indígena.
Por otra parte, el informe señala que activistas por los derechos de las personas lesbianas, gay, bisexual, transgénero e intersex (LGBTI) representan el 15% de los 87 asesinatos contra activistas en América Latina, en particular en Honduras, siendo el segundo grupo más afectado en la región después de los defensores de los derechos por la tierra y el medioambiente.
Impunidad "descontrolada"
El documento denuncia que la impunidad de los responsables de los ataques contra activistas de Derechos Humanos globalmente sigue siendo "descontrolada" y las autoridades "no muestran ningún interés o disposición de buscar justicia".
América Latina es la región más mortal para los activistas de Derechos Humanos ya que decenas murieron defendiendo los derechos por la tierra, el medioambiente y la comunidad homosexual e indígena, según el último informe de la organización Front Line Defenders.