El caso 'Lux-Leaks'
El apoyo de Los Verdes decidirá si se debate la moción de censura contra Juncker en la Eurocámara
El grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo tiene la llave para que se vote la continuidad de Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea. Y es que el colectivo dirigido por la alemana Ska Keller, con sus 50 escaños, podría completar el número de firmas necesario para que la moción de censura que ha promovido el grupo de la Izquierda europea (GUE/NGL, en sus siglas en inglés) sea debatida en el próximo Pleno de la Eurocámara, que se celebrará el 24 de noviembre.
La semana pasada, el grupo GUE/NGL –en el que se incluyen IU, Podemos y Bildu– planteó la destitución de Juncker tras conocerse a través de los medios que, mientras el ahora presidente de la Comisión era primer ministro de Luxemburgo, el pequeño país centroeuropeo firmó acuerdos de carácter secreto con más de 300 multinacionales para que éstas pudieran acogerse a un régimen fiscal mucho más favorable que el que en teoría rige en el Gran Ducado –donde el impuesto de sociedades se sitúa en el 30%–, llegando en algunos casos a fijarse tasas impositivas menores al 1%.
Tras la indignación que despertaron estas revelaciones y la presión de los grupos del Parlamento Europeo, Juncker compareció este miércoles tras una semana de silencio y, con un tono desafiante –"no se atrevan a describirme como el amigo del capital”, llegó a decir– aseguró que no iba a pedir "disculpas" por su actuación y, además, planteó una serie de medidas para luchar contra la elusión fiscal en Europa, unas iniciativas entre las que se cuentan algunas tan importantes como la de armonizar las bases fiscales del impuesto de sociedades de los diferentes estados de la UE.
Aún son necesarios 24 apoyos
Sin embargo, a pesar de esta batería de medidas propuestas por el presidente de la Comisión, el grupo de la Izquierda considera –tal y como recoge en la propia moción de censura– que "una persona que es responsable de defender las agresivas políticas de evasión fiscal" no puede seguir dirigiendo el Ejecutivo comunitario, por lo que desde el martes iniciaron una ronda de contactos con otros grupos del Parlamento para conseguir un número suficiente de apoyos para que la destitución sea debatida.
Según explica el reglamento del Parlamento, para presentar una moción es necesario que ésta cuente al menos con la firma de una décima parte de los eurodiputados, por lo que como mínimo serían necesarios 76 apoyos para que el documento siguiera su tramitación. Tan sólo el grupo de la Izquierda –que cuenta con 52 parlamentarios– ha mostrado su apoyo explícito; el resto aún no han confirmado aún si impulsarán la moción, aunque algunos eurodiputados sí que han mostrado ya su apoyo a título individual.
En este sentido, ni el grupo de los Socialdemócratas –con 191 europarlamentarios, entre los que se cuentan los del PSOE español– ni el grupo Liberal –con 67 eurodiputados, entre ellos los de UPyD, Ciudadanos, PNV y CDC– aún no han anunciado cuál será su postura con respecto a la reprobación de Juncker, si bien ambos apoyaron con sus votos la elección del presidente de la Comisión el pasado mes de julio, una votación en la que los socialistas españoles se posicionaron en contra de Juncker y UPyD se abstuvo.
La eurodiputada socialista Iratxe García asegura que el PSOE ahora mismo está centrado en que "lo que se propuso en el Parlamento se ponga en marcha", en referencia a las medidas planteadas por el ex primer ministro luxemburgués, y se muestra reacia a definir su posición a la hora de firmar la moción de censura a pesar de que la secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, anunció el martes que la decisión sobre este tema se tomaría "después de escuchar a Juncker".
No obstante, en este sentido García deja entrever que es significativo que el grupo Socialdemócrata no haya suscrito aún el documento. Y es que el portavoz del grupo en el Parlamento Europeo, Gianni Pittella, afirmó durante la comparecencia de Juncker que su grupo no iba a aceptar medidas que debilitasen "a la Comisión o al recién elegido presidente Juncker". "Sería un regalo a los euroescépticos y a los eurófobos", señaló. ¿Y si finalmente la moción tuviera que votarse? García se muestra ambigua y señala que es prematuro hablar de "suposiciones".
Los liberales esperan
Un parecer similar mantienen los eurodiputados españoles encuadrados en el grupo Liberal, ya que todos plantean esperar a que la Comisión Europea finalice su investigación sobre el escándalo y publique sus conclusiones antes de tomar alguna determinación. No obstante, portavoces de PNV, Ciudadanos y UPyD explican a infoLibre que, a su juicio, la Comisión debería ofrecer estos datos antes de diciembre. "En el caso de que las sospechas resultaran ciertas y se demostrara que ha existido un abuso de competencias, se estudiarían" las medidas a tomar, explica una portavoz de Ciudadanos.
Los eurófobos se adelantan a la izquierda con su moción de censura contra Juncker
Ver más
En esta tesitura, la posición de Los Verdes es clave para determinar si la moción de censura es finalmente debatida o queda aparcada. El grupo aún no ha emitido una postura oficial, si bien el eurodiputado Ernest Urtasun (elegido por ICV) asegura que él, a título personal, tiene decidido que apoyará la repobación con su firma y, si finalmente se debate en el Pleno, también con su voto. "Los Verdes discutimos en nuestro grupo y llegamos a la conclusión de que Juncker debía actuar o largarse", explica Urtasun, que no obstante admite que, pese a que el colectivo considera "insuficientes" las explicaciones que dio Juncker el miércoles, aún no hay una decisión conjunta. "Desde luego, no voy a ser el único verde que firme", remacha tajantemente el eurodiputado.
Y es que, aunque Urtasun insiste en recordar que también está pendiente que se posicionen otros grupos –como los 17 eurodiputados del Movimiento Cinco Estrellas italiano, integrados en el grupo euroescéptico–, desde el grupo de la Izquierda reconocen que los más "proclives" a apoyar la moción de censura son precisamente Los Verdes. En este sentido, la eurodiputada de Podemos Tania González critica la ambiguedad de los socialdemócratas y sostiene que "el PSOE y el grupo socialista europeo, que se supone que están comprometidos con otra forma de hacer política, deberían apoyar esta moción sin dudarlo ni un instante".
La misma postura mantiene Marina Albiol, europarlamentaria de IU, que se muestra taxativa al reclamar a los socialistas que definan "en qué bando están". "Lo que no se puede hacer es tener un discurso y luego no llevarlo a la práctica", reclama Albiol. Y contra la investigación de la Comisión Europea, también críticas, ya que González sostiene que la imparcialidad de las pesquisas queda en "entredicho" ya que el "máximo responsable" de la institución también era "el máximo responsable cuando se firmaron estos acuerdos", lo que supone, a su juicio, "poner al zorro vigilando el gallinero".