Los cultivos de hoja de coca en Colombia suponían a finales de 2017 unas 180.000 hectáreas, según las cifras desveladas por el Gobierno de Juan Manuel Santos y recogidas por Europa Press. De esta forma, el presidente reconoce un nivel de cultivos sin precedentes en casi dos décadas.
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La extensión cultivada con la materia prima de la cocaína subió drásticamete entre 2013 y 2016, en parte por el interés de los campesinos en beneficiarse de las ayudas económicas contempladas en el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El pacto planteaba pagos a cambio de la erradicación de cultivos ilegales y del desarrollo de otros proyectos.
"Partimos de la base de que tenemos 180.000 hectáreas y la meta para el año 2023 son 90.000 hectáreas", explicó ante los periodistas el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas. La cifra representa un incremento de más del 23% respecto a las 146.000 hectáreas de 2016, según un informe de la ONU aceptado por las autoridades colombianas.
Villegas aclaró que, para reducir el área cultivada de coca a la mitad en los próximos cinco años, se contempla erradicar anualmente 70.000 hectáreas con la ayuda de vehículos tácticos y drones que fumigarán las plantaciones. El plan cuenta con la ayuda de Estados Unidos, cuya agencia antidrogas (DEA) ya establecía en 188.000 las hectáreas cultivadas a cierre de 2016.
Los cultivos de hoja de coca en Colombia suponían a finales de 2017 unas 180.000 hectáreas, según las cifras desveladas por el Gobierno de Juan Manuel Santos y recogidas por Europa Press. De esta forma, el presidente reconoce un nivel de cultivos sin precedentes en casi dos décadas.