La compañía aérea rusa Kogalimavia responsable del vuelo accidentado en la península del Sinaí (Egipcio) que causó la muerte de las 224 personas que iban a bordo ha comunicado que, según sus investigaciones, un factor externo habría causado la desintegración del aparato en pleno vuelo. Aunque no han alcanzado a confirmar qué tipo de impacto pudo ser el responsable del accidente.
La versión de la compañía encuentra puntos de conexión con la opinión de Moscú y Washington. El Gobierno ruso ha declarado a través de su portavoz de Presidencia Dmitri Peskov que no están en situación de "descartar ninguna de las versiones". Las fuentes cercanas al Kremlin aseguran que "es necesario esperar los primeros resultados y así evitar especulaciones".
Del mismo modo, Dmitri Peskov no quiso predecir cuándo se conocerán estos resultados y recordó que la principal investigación está siendo llevada por Egipto. Además, el portavoz del presidente ruso afirmó que Moscú aprecia significativamente el buen trabajo de las autoridades egipcias, así como la coordinación propia con los expertos rusos.
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El director nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, James Clapper, dijo igualmente este lunes que "no hay evidencia directa" de terrorismo en el accidente aéreo del pasado sábado. Durante una intervencion ante una cumbre de expertos de seguridad y defensa, James Clapper sostuvo además que resulta "improbable" que, tal como se ha estado especulando, el grupo terrorista Estado Islámico tenga la capacidad para derribar el avión, aunque matizó que "no descartaría" ese escenario.
El lugar donde ocurrió el accidente, la península del Sinaí en Egipto, se encuentra actualmente controlada por el grupo terrorista Ansar Bait al-Maqdis, contra el que durante muchos años ha estado combatiendo la Policía y el Ejército egipcio. Este grupo está estrechamente ligado al Estado Islámico, lo cual provocó una serie de versiones sobre que el avión ruso Airbus A321 fuera derribado por el citado grupo yihadista mediante el sistema de defensa aérea portatil (MPADS), tal como explica el portal Russia Today.
Esta teoría ha sido rechazada dado que la altura del avión hacía inaccesible el alcance para los MPADS y lo terroristas no podrían disponer de artefactos más potentes. Sin embargo, sólo el Gobierno egipcio descarta por completo la versión del impacto. Expertos entrevistados por el periódico ruso Kommersant no descartan al 100% la versión de atentado terrorista, aunque igualmente barajan otras dos versiones de carácter técnico como la fatiga de materiales o el motor defectuoso que, finalmente, pudieran haber hecho caer al avión.
La compañía aérea rusa Kogalimavia responsable del vuelo accidentado en la península del Sinaí (Egipcio) que causó la muerte de las 224 personas que iban a bordo ha comunicado que, según sus investigaciones, un factor externo habría causado la desintegración del aparato en pleno vuelo. Aunque no han alcanzado a confirmar qué tipo de impacto pudo ser el responsable del accidente.