La declaración final de la cumbre de los países del G-7 celebrada este sábado en Taormina, Sicilia (Italia), pone de manifiesto la división existente entre Estados Unidos y el resto de miembros del grupo que reúne a las principales economías avanzadas del mundo, informa Europa Press.
Si bien el texto publicado al finalizar el encuentro refleja cierto acercamiento en posturas comerciales, el medioambiente fue el aspecto más sacrificado ante la negativa del presidente norteamericano, Donald Trump, a ratificar el Acuerdo de París contra el cambio climático.
En lo que a comercio se refiere, el G-7 reconoce los "beneficios recíprocos" que comporta la existencia del comercio "libre, justo y mutuamente beneficioso", en lo que parece tratarse de una capitulación de Trump, cuya campaña electoral estuvo dominada por un llamamiento al proteccionismo económico.
"Reiteramos en este sentido", prosigue el comunicado, "nuestro compromiso para mantener nuestros mercados abiertos y luchar contra el proteccionismo, y de mantenernos firmes contra las prácticas comerciales injustas".
La lucha contra el cambio climático no corrió la misma fortuna. Estados Unidos se negó a ratificar la parte de la declaración en la que el G-7 expresaba "su férreo compromiso" con los acuerdos de París de 2015, actual guía maestra medioambiental de la comunidad internacional, y pidió más tiempo para ratificar su postura, que Trump confirmará la semana que viene.
"Estados Unidos está en proceso de revisión de sus políticas sobre los acuerdos de París y, por lo tanto, no está capacitado para unirse al consenso sobre esta cuestión", según la declaración, firmada por Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón.
Precisamente la canciller alemana, Angela Merkel, explicó que las conversaciones sobre cambio climático mantenidas con Trump fueron "muy insatisfactorias" y expresó serias dudas de que Estados Unidos siga ciñéndose al acuerdo climático de París. "El de París es un acuerdo tan importante que no pueden existir compromisos al respecto", subrayó.
Inmigración, Ucrania, Mar del Sur o Corea
Sobre política exterior, hay que destacar que Estados Unidos sí se sumó al duro lenguaje usado contra Rusia en la declaración final, particularmente en el papel desempeñado por Moscú durante el conflicto en Ucrania. "Queremos subrayar la responsabilidad de la Federación Rusa en este conflicto y el papel que Moscú necesita desempeñar para restaurar la paz y la estabilidad", indica la nota.
"Reiteramos nuestra condena a la anexión (por parte de Rusia, que niega tal incorporación forzada) de la península de Crimea y reafirmamos nuestro total respaldo a la independencia territorial y soberanía de Ucrania" frente a los separatistas del este del país, según la declaración final.
En la cumbre estaban invitados además cinco dirigentes africanos con los que los dirigentes del G-7 abordaron las potencialidades del continente africano. El presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, pidió al G-7 "medidas urgentes" para poner fin a la crisis de Libia y les criticó por no cumplir con los compromisos de ayuda contra la pobreza en África. "Sea Níger, un país de tránsito o los países de origen, solo mediante el desarrollo se impide la migración ilegal", apuntó Issoufou.
Precisamente la anfitriona, Italia, quería plantear la inmigración y la búsqueda de fórmulas para evitar el flujo en el Mediterráneo, pero "ha habido una fuerte oposición de los americanos y los británicos, que quieren centrarse en seguridad y rebajar el discurso sobre libertad de movimiento", en palabras de un diplomático europeo.
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En cuanto a los ensayos balísticos de Corea del Norte y su programa nuclear, el G-7 denunció que Pyongyang "supone cada vez un nivel mayor de amenaza grave para la paz y la estabilidad internacionales". Por ello exigen que Corea del Norte cumpla con todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU "y abandone todos los programas nucleares y balísticas".
El documento también se refiere al contencioso del mar del Sur de China y pide respeto para la normativa internacional y "una solución pacífica de las disputas marítimas".
Trump regresa este mismo sábado a Washington y pone así fin a un viaje de nueve días, el primero de su mandato al exterior, con importantes citas en Jerusalén, Roma y Bruselas. No hay prevista en la agenda una rueda de prensa como la que sí tienen programada la mayoría de dignatarios extranjeros.
La declaración final de la cumbre de los países del G-7 celebrada este sábado en Taormina, Sicilia (Italia), pone de manifiesto la división existente entre Estados Unidos y el resto de miembros del grupo que reúne a las principales economías avanzadas del mundo, informa Europa Press.