La legislación europea contra la contaminación conseguirá que las ciudades se vuelvan mejores lugares para vivir, pero no lo suficiente. Así lo afirma un estudio publicado en la revista Journal Atmospheric Chemistry and Physics que ha medido la contaminación actual para elaborar una previsión de cuáles serán las ciudades con más polución en 2030.
Los autores del informe son claros: "el humo tóxico está lejos de desaparecer del continente" y, si no se toman medidas extra, muchas áreas de Europa verán cómo sus niveles de polución seguirán aumentando por encima de los límites establecidos por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre las áreas más preocupantes, el estudio señala el este de Europa, principalmente el sur de Polonia y Bulgaria, pero también grandes ciudades como Estocolmo (Suecia), París (Francia), Turín (Italia) Stuttgart (Alemania) y Gijón (España). "Las condiciones serán peores en ciertas ciudades si no se toman medidas significativas para parar el deterioro (del aire)", aseguran los autores, que pertenecen al Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, en Austria.
La legislación actual, en suma, no conseguirá mejorar significativamente los datos actuales, según se señala en la investigación tras haber obtenido datos de 1.870 estaciones de monitorización del aire en toda Europa.
"Es la primera vez que se analizan las partículas del aire en estaciones de monitorización alrededor de Europa", explica el investigador principal, Gregor kiesewetter, al tiempo que menciona la importancia de las conclusiones del estudio: es necesario "ir más allá" en los controles de emisiones para garantizar unos niveles sanos en la calidad del aire de las ciudades.
Los expertos recuerdan a través del estudio que la contaminación del aire tiene efectos directos en la salud de las personas: la exposición a la contaminación se ha relacionado con unas 400.000 muertes prematuras en Europa en 2011, según recuerdan los autores refiriéndose a datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente.
Dos escenarios de futuro
La investigación concluye mostrando dos posibles escenarios de futuro en cuanto a la contaminación en el viejo continente: que se mantenga la legislación actual, o que se implementen mejoras.
En el caso de mantener la legislación actual, los autores reconocen que ésta traería beneficios a Europa, pero aseguran que no serían suficientes. El estudio muestra que una parte importante de la población –especialmente en Polonia, la República Checa, Eslovaquia, el norte de Italia y Bulgaria– seguiría estando expuesta a niveles de contaminación muy altos, excediendo los estándares puestos por la Unión Europea.
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En el mapa que acompaña esta noticia se puede observar cómo quedaría la contaminación en 2030 siguiendo con las leyes de ahora: las ciudades que tendrán niveles de polución muy altos, altos y moderados. En España, por ejemplo, Gijón está marcada como la que sería la ciudad más contaminada de la Península Ibérica.
En un segundo escenario, los investigadores han examinado qué pasaría se implementan tecnologías de control de la contaminación más eficientes que ya existen. En este caso, aseguran que en 2030 el 99% de las estaciones de monitorización vería cómo los niveles de polución en el aire se reducirían por debajo de los niveles estipulados por la UE.
La situación en la actualidad es tal que, según los investigadores, incluso en este segundo caso los retos relativos a los problemas de polución se mantendrían en el Este de Europa. "El cambio a combustibles de calefacción más limpios y la gestión del tráfico local son medidas adicionales que podrían marcar la diferencia", concluyen.
La legislación europea contra la contaminación conseguirá que las ciudades se vuelvan mejores lugares para vivir, pero no lo suficiente. Así lo afirma un estudio publicado en la revista Journal Atmospheric Chemistry and Physics que ha medido la contaminación actual para elaborar una previsión de cuáles serán las ciudades con más polución en 2030.