El asesor de la Presidencia de Ucrania Oleksei Arestovich ha aseguado que las tropas rusas presentes en territorio ucraniano han abandonado la ciudad de Mikolaiv y planean entregarse en Jersón, ambas localidades costeras cerca de Crimea.
Si bien Arestovich ha advertido de que el Ejército ruso no abandonará Jersón de forma inmediata, sí que ha subrayado que ya se están preparando para una "rendición".
"En Mikolaiv ya no hay ningún enemigo, todos los combates ya se llevan a cabo en el área de Jersón", ha explicado el asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recoge la agencia ucraniana UNIAN.
El alcalde de la capital de Ucrania, Kiev, Vitali Klitschko, ha anunciado que parte de la población que huyó por el conflicto a otros puntos del país está regresando a la ciudad, si bien ha incidido en que aún se debe esperar "un poco".
Klitschko ha pedido a aquellos ciudadanos de Kiev que aún no han emprendido su viaje de vuelta a la capital que esperen al menos hasta el fin de semana porque la localidad aún se encuentra bajo amenaza de ataque ruso.
Respecto a aquellos civiles que ya están de vuelta en sus hogares, el alcalde ha hecho un llamamiento para que "tengan cuidado", no ignoren las alarmas y atiendan a las reglas del toque de queda, impuesto desde las 21.00 hasta las 6.00 horas (hora local).
"Todos esperamos que el enemigo haya dejado de intentar capturar el corazón de Ucrania, Kiev. Pero debemos estar preparados para otros escenarios. Por lo tanto, continuamos defendiendo la capital", ha trasladado Klitschko en un vídeo compartido en su perfil de Facebook y recogido por la prensa ucraniana.
Finalmente, el alcalde capitalino ha pedido a la ciudadanía estar atenta también a los puestos de control y los bloqueos en la carretera. "Hay muchos más coches en la ciudad y los obstáculos en la carretera dificultan el tráfico", ha zanjado.
La Comisión Europea ha pedido a los Estados miembros que faciliten el reconocimiento de títulos académicos y profesionales a los refugiados de la guerra de Ucrania con el objetivo de promover su acceso a empleo en Europa.
En un paso más de apoyo a Kiev, el Ejecutivo europeo ha publicado una comunicación para que los países de la UE garanticen un proceso de reconocimiento rápido, justo y flexible, además de armonizado en el conjunto de la Unión.
En un comunicado, Bruselas ha recordado que la integración de los refugiados en los países de acogida pasa en parte porque opten a puestos de trabajo para los que estén cualificados.
"El derecho a acceder al mercado laboral es un aspecto esencial de la protección temporal. Con esta recomendación, estamos dando un paso crucial para hacerlo más eficiente", ha defendido el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
El comisario galo ha subrayado que un enfoque "simple y más armonizado" puede potenciar el poder del mercado único y abrir oportunidades para las personas refugiadas en el bloque europeo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que las imágenes de decenas de civiles muertos en la localidad ucraniana de Bucha derivan en realidad de una "provocación" por parte de Kiev y no a una matanza indiscriminada de las tropas leales a Moscú.
Así se lo ha trasladado este miércoles al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, con quien ha hablado por teléfono. Putin se ciñe a la versión ofrecida en estos últimos días por distintas autoridades rusas, tanto dentro como fuera del país --también en la ONU--.
Para Putin, el "régimen" ucraniano ha cometido "una provocación grave y cínica", y así se lo ha traslado a Orbán. Asimismo, el mandatario ruso ha informado a su aliado del actual estado del diálogo entre las autoridades rusas y ucranianas, según un comunicado del Kremlin.
Por su parte, el primer ministro húngaro ha dado cuenta de esta llamada en una comparecencia ante los medios en la que ha explicado que pidió a Putin un alto el fuego "inmediato" en Ucrania. También le ofreció acoger en Budapest un encuentro al que asistirían, además de Putin, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y los líderes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron, y Olaf Scholz, respectivamente.
Las autoridades rusas han asegurado que no se baraja la posibilidad de detener el trabajo de las embajadas europeas en Moscú, pese a que una parte importante del personal en las legaciones rusas en países del viejo continente han sido expulsados.
Así lo ha confirmado este martes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, quien, sin embargo, ha asegurado que Moscú "responderá" a las expulsiones de sus diplomáticos.
"El principio de reciprocidad no ha sido cancelado", ha subrayado Zajarova quien además ha incidido en que la respuesta rusa tendrá en cuenta la "contribución" de determinados países para "avivar la histeria antirrusa", según recoge la agencia rusa TASS.
En las últimas jornadas son varias las potencias europeas que han dado el paso de expulsar a diplomáticos e incluso embajadores rusos de sus territorios como respuesta a la guerra iniciada por Rusia contra Ucrania.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha anunciado este miércoles que el país no participará en reuniones del G20 en las que esté presente Rusia, en respuesta a la invasión de Ucrania.
En una intervención ante un comité de la Cámara de Representantes, Yellen, que ha asegurado que Estados Unidos ya ha trasladado su postura a los otros ministros de Economía del grupo, ha asegurado que "no puede haber negocios como antes" con Moscú en ninguna institución financiera, ha recogido la cadena de televisión CNN.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo en una rueda de prensa desde Bruselas que Rusia debería ser expulsada del G20, pero es necesario que todos los miembros acuerden este movimiento para formalizar la decisión.
La siguiente reunión de líderes del G20 --un foro internacional de gobernantes y presidentes de bancos centrales que busca discutir políticas relacionadas con la promoción de la estabilidad financiera internacional-- tendrá lugar en noviembre en Indonesia, pero hay reuniones a nivel de ministros antes de la cita.
El Gobierno de Estados Unidos, en coordinación con los países que conforman el G7 y la Unión Europea (UE), ha anunciado este miércoles un nuevo paquete de sanciones contra Rusia en represalia por la invasión de Ucrania, que incluye, entre otras, una prohibición de invertir en el país euroasiático.
En concreto, la batería de sanciones, que llega después de conocerse la matanza de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, está conformada por "medidas económicas devastadoras", como la prohibición de inversiones en Rusia, e impone las "más severas" sanciones financieras contra el mayor banco ruso y varias de sus empresas estatales más críticas, así como contra funcionarios del Gobierno y sus familiares.
Así, los aliados han bloqueado totalmente los activos de la mayor institución financiera rusa, Sberbank, y su mayor banco privado, Alfa Bank en Estados Unidos, al tiempo que prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con ambos.
Además, el presidente, Joe Biden, firmará próximamente una orden ejecutiva que prohibirá las nuevas inversiones en Rusia para los estadounidenses, se encuentren donde se encuentren. La medida busca "aislar más" a Rusia de la economía global y está construida sobre la decisión de más de 600 empresas multinacionales de abandonar el mercado ruso.
Por otra parte, Estados Unidos ha vetado las transacciones de estadounidenses con empresas estatales rusas y ha congelado sus activos bajo jurisdicción del país norteamericano, lo que "daña" la capacidad del Kremlin de usar los recursos de estas compañías para financiar la guerra en Ucrania. El Departamento del Tesoro proporcionará los nombres de estas empresas este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado este miércoles que hay aliados del presidente de Rusia, Vladimir Putin, que ahora no reconocen haber sido apoyados e incluso "financiados" por su régimen y que están en Moscú y Kiev pero también en "París y Madrid".
En su intervención durante la clausura de la Asamblea Confederal de UGT en Córdoba, Sánchez ha asegurado que Putin ha venido agrediendo a Europa "sistemáticamente" durante "todos los años que lleva en el poder" a través de la desinformación y los ciberataques.
También, según ha afirmado, apoyando a movimientos políticos en Europa que están dedicados a socavar los cimientos y los valores europeos. Entre ellos ha citado a "movimientos ultraderechistas en nuestro país" y a el partido de Marine le Pen en Francia.
La OTAN se ha mostrado abierta a enviar armamento pesado a Ucrania por primera vez desde el inicio del conflicto en el este de Europa, ante el potencial recrudecimiento de la invasión rusa y de que la guerra se dilate en el tiempo.
En declaraciones antes de la reunión de ministros de Exteriores aliados de este miércoles, el secretario general, Jens Stoltenberg, ha incidido en que Kiev necesita "con urgencia" más apoyo militar ante la nueva fase en la que entra la guerra en Ucrania, con el reagrupamiento de las tropas rusas y la potencial ofensiva contra la región del Donbás.
"Es importante que los aliados estén listos para reforzar la asistencia a Ucrania tanto con sistemas pesados, como ligeros. Esto tiene un efecto cada día en el terreno", ha subrayado, al ser preguntado si la OTAN mandará tanques a Ucrania.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha asegurado este miércoles que ha instado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a declarar un alto el fuego "inmediato" en Ucrania y le ha propuesto viajar a Budapest para una reunión en la que también estaría su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, algo que por el momento no se descarta.
Orbán, que ha comparecido ante los medios para valorar su victoria electoral del domingo, ha explicado que la respuesta de Putin a esa hipotética cumbre fue "positiva", siempre y cuando se cumpliesen ciertas condiciones que no están claras. La oferta húngara incluye también entre los invitados al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz.
Los Estados miembros de la Unión Europea han aprobado este miércoles adelantar 3.500 millones de euros, inicialmente pensados para fondos regionales, para la acogida de refugiados ucranianos.
Así, los Veintisiete han dado el visto bueno a usar estos fondos reservados para la recuperación postpandemia a la nueva urgencia surgida tras la guerra en Ucrania. Bajo este marco, los países con mayor número de refugiados, países de tránsito y de acogida recibirán un porcentaje mayor de estos fondos.
La medida servirá para inyectar liquidez a los países vecinos de Ucrania y que están recibiendo al grueso de los 3 millones de refugiados que huyen de la guerra en su país.
En concreto, la iniciativa aprobada permite aumentar los instrumentos prefinancieros del 11 por ciento al 15 por ciento para todos los Estados miembros y llegar hasta el 45 por ciento en el caso de los países en primera línea: Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia además de para Bulgaria, Austria, República Checa, Estonia y Lituania por el gran volumen de personas acogidas, superior al 1% de su población.