El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha evitado reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y ha aplazado ese paso hasta que se produzca una "evaluación" de lo ocurrido en los comicios. "Hay que hacer esa evaluación y todavía no la hemos hecho", ha insistido Kerry. Además, el jefe de la diplomacia estadounidense ha dicho que "debería haber un recuento" de los votos, tal y como ha exigido el principal candidato opositor, Henrique Capriles.
Sin embargo, no parece que el recuento sobre la totalidad de los votos vaya a producirse, al igual que no se realizó en las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos en el año 2000. Entonces, George W. Bush se hizo con la Casa Blanca gracias a un estrecho margen de votos en el estado de Florida. La validez de los resultados fue ampliamente debatida, ya que la diferencia era mínima, y porque en algunas mesas las papeletas no eran del todo claras. Sin embargo, Gore acabó reconociendo la victoria de Bush y renunció a seguir una batalla judicial por un recuento total de los sufragios.
Este miércoles, Capriles ha lanzado una advertencia: de constatarse irregularidades en las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado domingo en Venezuela, podrían repetirse los comicios, total o parcialmente. Además, y en una entrevista concedida a la CNN, Capriles ha reiterado su petición al Consejo Nacional Electoral (CNE): quiere ver los cuadernos de votación, las actas y las papeletas para confirmar los resultados.
"Si las irregularidades se constatan, de acuerdo a lo que establece la ley, pudiéramos estar hablando de un nuevo proceso electoral" ha dicho Capriles, quien también ha apelado al voto procedente de otros países, aún sin contabilizar por parte del CNE. "Todavía no se ha volcado la información sobre el voto en el extranjero, que nos pertenece", ha añadido. En opinión de Capriles, esas papeletas podrían decantar la balanza electoral a su favor.
El aspirante de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha insistido en que aceptará el resultado que determinen las urnas al respecto de la elección: "Si nos coloca en un escenario en el que Maduro la ganó, pues la ganó, pero si la ganó Capriles, la ganó". Sin embargo, ha subrayado lo necesario del recuento sobre el total de los votos para comprobar si se ha producido alguna de las hasta 3.500 irregularidades que ha denunciado.
Finalmente, Capriles ha censurado la negativa del Gobierno a auditar el 100% de los votos, en lugar del 54% que establece la ley. "Si tan seguros están de que ganaron, ¿por qué no abren las cajas?", ha cuestionado. Al tiempo, ha asegurado que el Gobierno cambió de opinión "en cuestión de horas", y que inicialmente Maduro sí aceptó la revisión de la totalidad de las papeletas.
Violencia y cruce de acusaciones
Mientras tanto, en las calles se sigue viviendo el clima de tensión violenta de los últimos días. Desde el pasado domingo, al menos siete personas han muerto y 61 han resultado heridas por el clima desatado después de que ambos candidatos hayan reivindicado su victoria electoral.
Maduro ha acusado a la oposición de estar detrás de los altercados, y la ha responsabilizado de los daños. "La derecha está armando grupos para simular un ataque", ha indicado, para después añadir: "Llenaron de violencia el país y ahora dicen 'yo no fui'. Asuman su responsabilidad".
Por su parte, Capriles se ha desmarcado de los grupos violentos; "Si hay alguna persona que pretenda utilizar nuestro reclamo para cometer excesos, que caiga todo el peso de la ley", ha dicho. Además, ha insistido en que dispone de fuentes que corroboran la versión de que el Gobierno estaría "infiltrando gente" para fomentar la violencia.
En previsión de posibles nuevos disturbios, Maduro ha ordenado al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) proteger a Capriles. "Soy hombre de paz y de palabra. Ordenés al SEBIN mantener la protección al ex candidato de la derecha", ha asegurado en Twitter. En este contexto, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a "aislar a los fascistas y violentos allá donde estén" y ha pedido que la justicia no dude en castigar "los crímenes y los destrozos".
Maduro ofrece su amistad a España
Capriles solicita formalmente el recuento de los votos
"Muy bien, Gobierno de España, cuenten con nuestra amistad para el trabajo", ha dicho Maduro en un acto de inauguración después de que España haya reconocido los resultados oficiales de las elecciones celebradas el pasado 14 de abril, en las que Maduro se impuso a Capriles por un estrecho margen de 102.000 votos y apenas punto y medio porcentual.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España expresó este martes su respeto por la proclamación de Nicolás Maduro como presidente electo de Venezuela, una vez "cumplidos los trámites constitucionales y legales internos". "El Gobierno de España expresa su deseo de que, en el marco de la Constitución, todos los actores políticos actúen con responsabilidad y respeto a las instituciones", agregó en un comunicado.
Maduro, presidente electo proclamado oficlamente el pasado lunes, ha insistido en que el resto de países no debe inmiscuirse en el proceso electoral venezolano. "Nosotros nos atenemos a lo que sus órganos electorales dicen", ha concluido en referencia al dictamen del CNE que lo proclama como vencedor y que indica que no se producirá un nuevo recuento de los votos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha evitado reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y ha aplazado ese paso hasta que se produzca una "evaluación" de lo ocurrido en los comicios. "Hay que hacer esa evaluación y todavía no la hemos hecho", ha insistido Kerry. Además, el jefe de la diplomacia estadounidense ha dicho que "debería haber un recuento" de los votos, tal y como ha exigido el principal candidato opositor, Henrique Capriles.