Italia va camino de ser el primer país liderado por la extrema derecha en Europa occidental tras los avisos de Francia con Marine Le Pen y lo sucedido en Suecia hace un par de semanas. El país transalpino pondrá fin a la etapa del tecnócrata Mario Draghi como primer ministro escogiendo de forma clara a los ultraderechistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni como ganadores de unos comicios en los que cerca de 50 millones de electores estaban llamados a las urnas para elegir a los 400 miembros de la Cámara de Diputados y los 200 del Senado de la República.
Con más del 95% de las papeletas escrutadas -tanto para el Senado como para el Congreso de los Diputados-, los partidos de la derecha italiana, encabezados por la neofascista Giorgia Meloni, se han impuesto de forma clara estos comicios. El bloque de derechas -compuesto por Meloni, Salvini y Berlusconi- conseguiría la mayoría absoluta en ambas cámaras, con el 44%. Cuando se publiquen los datos definitivos, Meloni tendrá que reunirse con sus socios de coalición para conseguir un acuerdo que le permita colocarse como primera ministra del país. Esta cifra es muy superior a lo que obtendría la coalición de izquierda, que sumaría el 26% de los votos.
La presidenta de FdI ha pedido en una declaración institucional en la noche del domingo la dirección del próximo gobierno italiano. "Ha llegado una indicación clara de los italianos de un gobierno de centro-derecha dirigido por los Hermanos de Italia", ha afirmado ante sus seguidores en el Hotel Parco dei Principe en Roma.
En el caso de que Meloni consiga el apoyo de sus socios, tiene que superar también el filtro del presidente de la República, quien puede vetar ministros si considera que no son aptos para el cargo.
En escaños, esto se traduciría en una horquilla de entre 227 y 257 para las derechas de los 400 con los que cuenta la Cámara de Diputados. Mientras, la coalición encabezada por el Partido Democrático junto a Alianza Verde y de Izquierda y + Europa sumaría menos de 100, en concreto entre 78 y 98 asientos. Por su parte, el Movimiento Cinco Estrellas lograría entre 36 y 56, y el Tercer Polo (Acción e Italia Viva) entre 15 y 25 escaños. En el Senado, la derecha lograría entre 111 y 131 de los 200 puestos, seguida del centro-izquierda (33-53), el Movimiento Cinco Estrellas (14-34) y el Tercer Polo (4-12).
Como era de esperar, el partido más votado, con el 26,5%, ha sido el ultraderechista Hermanos de Italia de Meloni. Tal era la expectación en Italia por ver votar a su líder, Georgia Meloni, que, ante la marea de periodistas y fotógrafos que la esperaban en su colegio electoral, ha decidido reservarse la noche y acaparar más protagonismo si cabe siendo la última en acudir al colegio electoral, entorno a las 22 horas. La gran ausente en toda la jornada solo ha roto su silencio a través de sus redes sociales. Lo más llamativo, su publicación en TikTok: un escueto vídeo en el que sujeta un melón en cada mano y asegura "25 de septiembre, no digo más".
La clave estará ahora en los apoyos que recibirán sus socios de su coalición de derechas. Por un lado, la Liga de Matteo Salvini lograría un 9% y, por otro, la Forza Italia de Silvio Berlusconi, con el 8% de los votos. Más que suficiente para una mayoría holgada de derechas en el Parlamento.
Una de las primeras reacciones en la noche electoral ha sido la de Salvini, que ha celebrado en su cuenta de Twitter que la coalición de derechas logre una amplia ventaja tras los resultados de los sondeos a pie de urna. "Será una noche larga, pero ahora os quiero decir gracias", ha escrito.
Las opciones de centro-izquierda
La otra alianza que partía con opciones era la liderada por el Partido Democrático (PD) de Enrico Letta. El objetivo era formar un gran frente de izquierdas frente al trío de la derecha, pero ha quedado desdibujado al solo sumar a Europa Verde, Izquierda Italiana y Compromiso Cívico –creado por Luigi di Maio–. Los socialdemócratas aspiraban a superar el 20%, pero se han quedado en el 19,4%.
Los que se han quedado fuera de esta dupla han sido el Movimiento 5 Estrellas (M5S), encabezado por Giuseppe Conte y que logra el 14.8%. Y el Tercer Polo, formado por los partidos de Matteo Renzi (Italia Viva) y Carlo Calenda (Acción) que obtendría el 7,3%. Ambos aspiraban a ser la llave para formar el futuro Gobierno.
La abstención ha marcado estas elecciones, ya que el país ha registrado la cifra más baja de participación desde que se implantó el sistema democrático. Han acudido a las urnas únicamente el 63,91%, mientras que en 2018 se alcanzó un 73 por ciento, nueve puntos porcentuales de diferencia.
Europa en vilo
Este resultado era el que temía Bruselas. Europa miraba de reojo pero muy atentamente todo lo que sucedía este domingo en Italia. Unas declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado viernes ya sacaron a relucir la tensión que hay en el seno de la UE por este cambio político. En concreto, y aunque no mencionó de forma directa estos comicios y horas más tarde se insistió en que no fue una referencia a Italia, la alemana tendió la mano a "cualquier gobierno democrático" que quiera trabajar con Bruselas, para a renglón seguido advertir de que la UE cuenta con "instrumentos" para responder ante países que se alejan de la "buena dirección".
De estas declaraciones se ha acordado este domingo la ultraderecha francesa que encabeza Marine Le Pen. El eurodiputado de la Asamblea Nacional de Rassemblement National, Jordan Bardella, ha escrito que "los italianos dieron una lección de humildad a la Unión Europea que, a través de la voz de la señora Von Der Leyen, pretendía dictar su voto". "Ninguna amenaza de ningún tipo puede detener la democracia: ¡los pueblos de Europa levantan la cabeza y toman su destino en sus propias manos!", ha afirmado.
A las felicitaciones a la líder de Hermanos de Italia también se han sumado el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, que ha sido el primer jefe de Gobierno de un país miembro de la UE que la ha felicitado por sus resultados con un escueto "felicitaciones". Y también el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha recurrido a Twitter para un mensaje de apoyo: "Giorgia Meloni ha mostrado el camino para una Europa orgullosa, libre y de naciones soberanas, capaces de cooperar para la seguridad y la prosperidad de todos. Esta noche millones de europeos tienen sus esperanzas puestas en Italia".
Después de la elecciones
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El resultado electoral que surja tras el cierre de las urnas este domingo, sin embargo, no tiene por qué significar un pacto automático para formar gobierno. Una vez repartidos todos los escaños, en virtud de un sistema que combina listas y candidaturas uninominales, corresponderá al presidente italiano, Sergio Mattarella, abrir a mediados de octubre una ronda de contactos.
Lo único que está claro a estas alturas es que Mario Draghi no va a seguir en el poder. Tras ser la vía de consenso a principios de 2021 para evitar que Italia se despeñase por el abismo político tras la salida de Giuseppe Conte, el antiguo responsable del Banco Central Europeo da la tarea por cumplida. Sobre todo después del desgaste que le ha supuesto encabezar un gabinete de supervivencia al frente de una amalgama de partidos.
El nuevo Gobierno que salga de las urnas tendrá como principal preocupación la escalada de los precios, que ha sido una de las principales preocupaciones de los italianos durante la campaña electoral. La economía del país se encuentra en una crisis estructural de larga duración que no lo tendrá fácil en una coyuntura actual marcada por la guerra de Ucrania.
Italia va camino de ser el primer país liderado por la extrema derecha en Europa occidental tras los avisos de Francia con Marine Le Pen y lo sucedido en Suecia hace un par de semanas. El país transalpino pondrá fin a la etapa del tecnócrata Mario Draghi como primer ministro escogiendo de forma clara a los ultraderechistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni como ganadores de unos comicios en los que cerca de 50 millones de electores estaban llamados a las urnas para elegir a los 400 miembros de la Cámara de Diputados y los 200 del Senado de la República.