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Escalada de tensión en el Sáhara por la represión marroquí

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La policía marroquí ha detenido este jueves a seis saharauis en la ciudad de El Aaiún que participaron en un de las mayores marchas independentistas que se recuerdan celebrada el pasado sábado. Las personas han sido acusadas de participar "en actos de vandalismo", según un comunicado del Procurador del Rey (fiscalía) en El Aaiún. En la celebración del cuarenta aniversario de la fundación del Frente Polisario y tras el anuncio de que la misión de la ONU para el referéndum saharaui (MINURSO) se renovará un año más sin incluir entre sus competencias la supervisión de los derechos humanos, la excolonia española se acerca a una situación de abismo que muchos expertos ven como un precedente que podría desembocar en un conflicto de alta intensidad.

Las autoridades marroquíes mantienen que los disturbios de la semana anterior causaron varios heridos entre los agentes del orden "de los que dos se encuentran en estado de coma". No obstante, la delegación no hace ninguna alusión a las personas que que se encontraban entre los manifestantes y que resultaron heridas. Según movimientos prosaharahuis la policía ha puesto en marcha durante los últimos días un fuerte movimiento de seguridad (que ha incluido redadas en domicilios particulares) con el fin de detener a los responsables mediáticos que se encargaron de fotografiar y de filmar los incidentes acaecidos en la manifestación.

Disturbios en una de las últimas convocatorias de protesta el pasado 27 de abril.

En los últimos días Marruecos y los medios independentistas saharauis se han lanzado acusaciones cruzadas de practicar la violencia en las ciudades saharauis, principalmente en El Aaiún. Los portavoces independentistas insisten en que sus protestas son pacíficas y que el estado marroquí intenta por todos los medios criminalizar al independentismo. "Los últimos detenidos contribuyeron al daño de bienes píblicos y a aterrorizar a la población civil", indicó el Gobierno marroquí recientemente en alusión a los arrestos de la manifestación.

Incluso el jefe superior de policía de El Aaiún, Abdelbasset Mahtat, llegó a declarar hace unos días que las cargas eras necesarias ya que, a su juicio, los manifestantes están “a sueldo de partes extranjeras [Argelia]” y enarbolan “banderas que simbolizan una entidad fantoche [RASD] y profieren eslóganes antimarroquíes”.

Preocupación por los observadores extranjeros

El Gobierno de Marruecos tiene una preocupación aún mayor que las propias protestas por parte de saharauis. Los altos mandos consideran un verdadero peligro la llegada de periodistas y observadores internacionales que han sido atraídos por el devenir de los hechos. Este mismo jueves tres ciudadanos noruegos fueron expulsados de El Aaiún. Según la versión oficial recogida por la agencia MAP, cercana al régimen de Mohamed VI, "habían llegado con el pretexto de hacer turismo, pero preparaban actos que buscaban atentar contra el orden público".

Precisamente varios de los medios de comunicación más importantes a nivel mundial presenciaron las últimas manifestaciones. Reporteros de New York Times, Washington Post, BBC, CNN, The GuardianThe Guardian, Sky News, Foreign Policy, The Boston Globe y Herald Tribune se reunieron inusualmente en lugares muy cercanos y fueron testigos directos de las últimas protestas en la excolonia española.

Las protestas del pasado sábado son las más multittudinarias que se recuerdan. 

La historia ya ha demostrado que Marruecos no tiene reparo en expulsar a personas foráneas cuando lo considera conveniente o en impedir la entrada de activistas extranjeros (incluidos eurodiputados), al Sáhara Occidental, territorio donde no rige la libertad de movimientos. Se necesita de facto un permiso especial para visitar estos territorios.

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Entre tanto, este viernes se acumulan los actos que celebran la fundación en 1974 del Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional del pueblo saharaui. Las delegaciones han sido acogidas en el campamento de refugiados del "24 de febrero", el más cercano a la ciudad argelina de Tinduf, donde pequeñas casas de adobe se extienden en el desierto unidas por improvisadas pistas de arena.

Las celebraciones incluyen también el izado de la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) proclamada por el Polisario el 27 de febrero de 1976, coincidiendo con la retirada definitiva de España de su antigua colonia. El Comité Preparatorio de las Celebraciones ha indicado que las mismas contarán con una destacada participación nacional e internacional. Los organizadores han apuntado que entre los presentes habrá delegaciones de España (el PSOE ha enviado a su  director de Relaciones Internacionales, José Antonio Espejo), Cuba, México, Venezuela y Argelia, entre otros países.

Se espera que la presencia extranjera con motivo de las celebraciones (que se extenderán hasta el próximo día 20 para conmemorar la primera operación armada en 1974 del Frente) juegue en favor de los activistas saharauis que intentarán aprovechar la ocasión como medida de presión internacional para reclamar una vez más el reférendum para poder decidir su futuro.

La policía marroquí ha detenido este jueves a seis saharauis en la ciudad de El Aaiún que participaron en un de las mayores marchas independentistas que se recuerdan celebrada el pasado sábado. Las personas han sido acusadas de participar "en actos de vandalismo", según un comunicado del Procurador del Rey (fiscalía) en El Aaiún. En la celebración del cuarenta aniversario de la fundación del Frente Polisario y tras el anuncio de que la misión de la ONU para el referéndum saharaui (MINURSO) se renovará un año más sin incluir entre sus competencias la supervisión de los derechos humanos, la excolonia española se acerca a una situación de abismo que muchos expertos ven como un precedente que podría desembocar en un conflicto de alta intensidad.

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