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Los extraños 'amigos' del gran maestro de la Gran Logia Española

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L.C.

Según sus propios miembros, "la masonería exige el respeto a las opiniones y creencias ajenas y evita toda discusión política o religiosa a fin de constituir un centro permanente de unión fraternal, donde reina una comprensión tolerante y una fructífera armonía entre los hombres". En resumen, y tal y como explican algunas fuentes conocedoras de cómo funciona la organización, los masones no pueden —o no deben, más bien— inmiscuirse en asuntos políticos. Ni tampoco religiosos. Más que nada, explican esas fuentes, porque entre los miembros hay hombres con distintas ideologías y religiones. Y no cabe el enfrentamiento porque se definen como un grupo de hombres unidos por "un vínculo de armonía, verdad y amor fraternal". Sin embargo, denuncian esas fuentes, la armonía está en peligro con la persona que desde 2010 ostenta el cargo de gran maestro de la Gran Logia de España, Óscar de Alfonso. "Debe hacerse cargo de ese espíritu moderado, apartidista", pero no lo ha hecho, según denuncian. Y eso ha provocado malestar entre algunos miembros. 

Primero, por mostrar su apoyo al autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó. A través de un vídeo, De Alfonso mostró su apoyo al líder el pasado mes de enero, tras conocer que era masón. "La masonería ha luchado siempre por la libertad, la democracia y el respeto por los derechos humanos. Desde hace unos cuantos años, la República de Venezuela está sufriendo una tiranía y una represión. En estos momentos, un estimado hermano masón, Juan Guaidó, iniciado en la Gran Logia de Venezuela, está liderando en aquel país la lucha por los mismos valores que la masonería ha defendido siempre. Desde aquí quiero expresar todo mi apoyo y respeto al estimado hermano Juan Guaidó en estos momentos difíciles y peligrosos", expresó. Según las fuentes consultadas, estas fueron unas palabras que causaron una gran polémica. Y que, de hecho, De Alfonso matizó en una entrevista. Según dijo, "cuando se trata de derechos humanos, de la libertad y de la democracia frente a la tiranía, ningún masón puede quedarse al margen".

Pero no solo es eso. Según explican las fuentes conocedoras de cómo funciona la masonería, De Alfonso también ha tenido otras relaciones cuestionables. Concretamente, con Ali-Ben Bongo Ondimba, hijo de Omar Bongo, el que fuera presidente de Gabón desde 1967 hasta su muerte, en el año 2009. El hijo del dictador  es, ahora, el presidente del país. Y también es masón. Es, de hecho, el gran maestro del país africano. Y De Alfonso fue el encargado de proclamarlo como tal.

Según Amnistía Internacional, Bongo es presidente de un país en el que en el último año "se detuvo arbitrariamente a destacados simpatizantes de la oposición. Se suspendió un periódico" y "se restringieron estrictamente las actividades del sindicato de docentes". Por ello, aseguran las fuentes consultadas, la relación de De Alfonso con esta persona no ha tenido una buena acogida entre algunos miembros de la masonería. "De Alfonso hizo declaraciones en favor de los derechos humanos, pero cuando va a Gabón se olvida de ellos", critican. 

El uso de txapela en la Logia de Bilbao deriva en un cisma en la masonería española

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Algunos miembros de la masonería han criticado, por tanto, un viraje "conservador" de la Gran Logia de España que poco tiene que ver con el espíritu histórico de la organización. Sin embargo, fuentes de la Gran Logia aseguran a preguntas de infoLibre que "un giro —hacia donde sea— implicaría la existencia de una posición previa" y "la masonería carece de ideología". "Quien manifieste que la Gran Logia de España tiene un posicionamiento político —a la izquierda o la derecha, es indiferente— demuestra un nulo conocimiento de qué es la masonería. Nuestra institución defiende valores muy superiores a cualquier ideología, valores que serán compartidos por todas ellas si son democráticas. La masonería defiende la libertad de todo ser humano a pensar libremente para conocerse a sí mismo y la obligación de ese ser humano a tolerar a quienes piensen diferente", añaden.

Sobre las relaciones con el gran maestro de Gabón, por su parte, la Gran Logia de España recuerda que "mantiene relaciones de amistad con casi 200 grandes logias de todo el mundo". Le quita, por tanto, importancia. Es una logia más, argumentan. "El gran maestro de la Gran Logia de España fue invitado a participar como gran maestro instalador en la reciente ceremonia de la Gran Logia de Gabon. Esta invitación, que por supuesto fue atendida, constituye uno de los mayores honores que una Gran Logia puede conceder a otra", explican. "Es la primera vez que un gran maestro de la Masonería Española juega este papel, un signo del trabajo de proyección internacional de la masonería española", concluyen.

La polémica surge después de que el uso de la txapela generara un enfrentamiento entre logias (ver aquí)ver aquí. El responsable de la Logia Provincial de Castilla solicitó la suspensión de la actividad de la logia de Bilbao por "uso de atuendo no autorizado" y de "expresiones propias del mundo proetarra" que conocedores de la masonería en Euskadi identificaron con el uso de la txapela. Cuando surgió este problema, las fuentes consultadas ya aseguraron que no había unidad en torno a De Alfonso. Ahora, con estas relaciones, aún menos, según dicen.

Según sus propios miembros, "la masonería exige el respeto a las opiniones y creencias ajenas y evita toda discusión política o religiosa a fin de constituir un centro permanente de unión fraternal, donde reina una comprensión tolerante y una fructífera armonía entre los hombres". En resumen, y tal y como explican algunas fuentes conocedoras de cómo funciona la organización, los masones no pueden —o no deben, más bien— inmiscuirse en asuntos políticos. Ni tampoco religiosos. Más que nada, explican esas fuentes, porque entre los miembros hay hombres con distintas ideologías y religiones. Y no cabe el enfrentamiento porque se definen como un grupo de hombres unidos por "un vínculo de armonía, verdad y amor fraternal". Sin embargo, denuncian esas fuentes, la armonía está en peligro con la persona que desde 2010 ostenta el cargo de gran maestro de la Gran Logia de España, Óscar de Alfonso. "Debe hacerse cargo de ese espíritu moderado, apartidista", pero no lo ha hecho, según denuncian. Y eso ha provocado malestar entre algunos miembros. 

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