La Iglesia católica de Filipinas logró reunir a miles de personas el sábado por la mañana en Manila en lo que fue una "muestra de fuerza" contra varias medidas del presidente, Rodrigo Duterte, principalmente contra su guerra contra las drogas, informa Europa Press.
Bajo el nombre de Marcha por la vida, miles de creyentes se concentraron en la capital en la manifestación más numerosa contra las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por esta campaña, en la que condenaron la "cultura de violencia" que impulsa el mandatario.
Según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cerca de 6.100 personas han muerto a manos de policías, 'vigilantes' o mercenarios desde el inicio de la guerra contra las drogas.
Ver másLa alcaldesa de A Coruña exigirá a los organismos internacionales el esclarecimiento del asesinato de Diego Bello
El acto, que cuenta con el respaldo de la Conferencia Episcopal de Filipinas, tambié tuvo como protagonista a la propuesta de Duterte de restaurar la pena de muerte en el país.
Ya antes de ser investido presidente, Duterte anunció su intención de reactivar la pena capital en el país, en su particular cruzada contra la delincuencia y el narcotráfico.
"Aquí no tendréis que tener miedo, porque seguramente moriréis. Pagaréis por lo que habéis hecho", afirmó entonces, dirigiéndose a los delincuentes.
La Iglesia católica de Filipinas logró reunir a miles de personas el sábado por la mañana en Manila en lo que fue una "muestra de fuerza" contra varias medidas del presidente, Rodrigo Duterte, principalmente contra su guerra contra las drogas, informa Europa Press.