Un informe confidencial de la Inteligencia de la Unión Europea alertó en 2007 a las autoridades comunitarias del riesgo de que la región de Oriente Próximo registrara una serie de crisis locales que se extenderían de unos países a otros poniendo en vilo a los regímenes autoritarios, como sucedió a partir de 2011 con el fenómeno de la llamada Primavera Árabe.
El documento en cuestión, que ha sido desclasificado por la Unión Europea a petición de dos investigadores españoles, advirtió de que podrían registrarse "crisis locales" que se contagiarían por varios países hasta convertirse en un fenómeno "regional".
"Las crisis locales" en Oriente Próximo "pueden fácilmente extenderse de un país a otro y adoptar rápidamente una naturaleza regional", señaló la Inteligencia de la Unión Europea en su informe confidencial entregado a las autoridades comunitarias en julio de 2007, cuatro años antes de que comenzara la llamada 'Primavera Árabe' con las primeras manifestaciones contra los dictadores de Túnez y Egipto.
Bajo el título Los peores escenarios para Oriente Próximo, el informe confidencial de la UE, al que ha tenido acceso Europa Press, concluía que la influencia de Occidente "se vería probablemente dañada" en el caso de una "grave crisis" que afectara a la región, con las "probables consecuencias" de "un auge del terrorismo antieuropeo" y "un aumento del número de refugiados que intentan entrar en la Unión Europea".
En el capítulo de "amenazas", el documento de la Inteligencia comunitaria dejaba claro que en el caso del "peor escenario" en Oriente Próximo, las consecuencias podrían ser una "interrupción del suministro energético", la posibilidad de que la región se convirtiera en "un refugio seguro para terroristas" que quieran atentar en Europa y la llegada de "grandes cifras de refugiados o migrantes" que quieren llegar a territorio europeo.
En su análisis de perspectivas, el informe confidencial hacía hincapié en que los conflictos en la zona muestran "una tendencia a contagiarse mas allá de las fronteras y afectar a varias, si no a la mayoría, de las potencias regionales". "Pueden originarse futuros conflictos en diferentes países pero probablemente tendrán un efecto bastante más allá de sus fronteras. La caída de uno de los regímenes tradicionales podría precipitar una reacción en cadena que haría a otros más vulnerables", vaticinó.
La Inteligencia comunitaria también dejaba claro en su análisis que la mayoría de los regímenes de Oriente Próximo estaban "políticamente obsoletos". "Tanto los regímenes tradicionales, en su mayoría monarquías, como los restantes representantes del 'socialismo árabe' han vivido mucho más tiempo que su eficacia", consideró el informe de los analistas de Inteligencia comunitario.
El informe de la Inteligencia comunitaria ciñe su análisis sobre los posibles escenarios futuros en un sentido reducido de la región de Oriente Próximo, abarcando desde Egipto hasta Irán, sin incluir a Israel y Turquía.
Este documento confidencial, redactado por el Centro de Situación Conjunto de la Unión Europea (SITCEN), ha sido desclasificado por las autoridades comunitarias a solicitud de dos investigadores españoles y es el primer análisis de este calibre que las autoridades comunitarias aceptan hacer público.
Los dos investigadores que han conseguido la desclasificación son el profesor Rubén Arcos, investigador de la Cátedra de Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos de la Universidad Rey Juan Carlos, y José Miguel Palacios, que fue jefe de la División de Análisis del Centro de Inteligencia de la Unión Europea (INTCEN) entre 2011 y 2015.
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Los dos expertos han analizado a fondo todas las claves del informe de la Inteligencia de la Unión Europea y han plasmado sus conclusiones en un artículo de investigación titulado El impacto de la Inteligencia en la toma de decisiones: la Unión Europea y la primavera árabe, publicado en la revista especializada Intelligence and National Security.
En su análisis, los dos investigadores se plantean, entre otras cuestiones, por qué las autoridades de la Unión Europea no adoptaron decisiones teniendo en cuenta que sus expertos de Inteligencia les estaban anticipando el riesgo de la llegada de la primavera árabe y la crisis de los refugiados.
Un informe confidencial de la Inteligencia de la Unión Europea alertó en 2007 a las autoridades comunitarias del riesgo de que la región de Oriente Próximo registrara una serie de crisis locales que se extenderían de unos países a otros poniendo en vilo a los regímenes autoritarios, como sucedió a partir de 2011 con el fenómeno de la llamada Primavera Árabe.